CAPITULO II PARTE DIECINUEVE

477 54 20
                                    

En medio de la madrugada escuché un ruido que me despertó, me sentí atrapado por los brazos de Mink que roncaba en mi espalda. Moví lo más que pude mi cuerpo y me asomé al piso donde procedía el ruido.

Era mi celular.

Estaba la pantalla encendida mostrando una llamada entrante, miré lo mejor que pude pero lo veía borroso, seguía medio dormido, me concentré en ver la imagen de quién llamaba entonces recordé que el único contacto al que le había puesto una foto era a Leo.

Observé la foto de ambos tomada por él

Me sentí por demás mal y culpable no se me hacía correcto hablar con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me sentí por demás mal y culpable no se me hacía correcto hablar con él.

Le había prometido postergar mi encuentro con Mink al que ahora tenia detrás mío.

Dejé que sonara hasta que colgó.

Regresé a mi sitio y me acomodé como estaba, el peso del cuerpo me estaba acalorando pero no quería despertarlo.

Cerré los ojos deseando quedarme dormido, pero sólo aparecía en mi mente la imagen de Leo en medio de la oscuridad marcándome al celular, estando preocupado o celoso, no sé. Quería dejar de sentirme culpable.

Escuché que nuevamente estaba llamándome. Vi la luz de la pantalla iluminar ligeramente la pared mientras vibraba en el suelo. El corazón se me aceleró.

Me levanté de la cama y cogí el celular del piso, salí del cuarto evitando hacer escándalo y caminé hacia el pasillo, alejándome lo más que pude de la habitación de Mink.

El celular seguía vibrando en mis manos.

Contesté.

—¿Leo?

—¿Estás bien? ¿Por que contestas hasta ahora? ¿Dónde estás? ¿Que estás haciendo?

Su voz estaba acelerada y hablaba casi a gritos. Sentí mucha incomodidad ante sus preguntas, debía tranquilizarlo.

—Sí estoy bien, te contesto hasta ahora por que estaba dormido, estoy en la casa de Mink y te repito, estaba dormido. ¿Que ocurre?

Escuché un suspiro bastante audible de su parte a través del auricular.

—Te llamé toda la tarde y no respondiste nunca, me preocupe sólo eso.

La voz ahora se le escuchaba apagada.

—Estoy bien y sabes que no puedo contestar mientras esté con él. Es parte del reglamento.

No me respondió, me quedé esperando a que hablara.

—¿Que hiciste con él? ¿Se besaron? ¿Están dormidos en la misma cama? ¿Te ha intentado tocar?

Otra vez había subido el tono en su voz y hablaba desesperado.

Mis pies estaban poniéndose fríos por el contacto con la madera del piso, estaba desnudo a mitad del pasillo de la casa de Mink y no sabia que tan alto estaba hablando. Me vi totalmente ridículo. Me pegué a una pared y traté de ocultar un poco mi desnudez detrás de una mesa con un florero. La pared también estaba fría.

—Leo, tranquilo, estoy bien. No pasa nada.

—Contesta a mis preguntas.

—Estás exagerando —afirmé.

—Contesta a mis preguntas Hongbin.

Esta vez suspiré yo de forma molesta.

—No hice nada con él, sí nos besamos, sí estamos dormidos en la misma cama y no ha intentado tocarme, ¿Así está bien?

Me enojé, no tenia ánimo de discutir con él pero comprendía sus dudas.

—No te creo.

Resoplé.

—Leo, tranquilízate, todo está bien. Deja de pensar tonterías, nada ocurrió entre Mink y yo, deberías ir a dormir. Mañana nos vemos y hablamos ¿Te parece?

—Te extraño —contestó —. Estaré esperando por ti, ya quiero verte.

—Yo también te extrañé. Descansa.

Y colgué el teléfono antes de que siguiera hablando. Esos cambios de humor tan repentinos estaban haciéndome dudar sobre si él sería capaz de mantener la promesa que hicimos de ser cuidadosos para que nadie se enterará de lo nuestro. Su forma de desconfiar de mi no me gustaba pero sabía que yo también estaba haciendo las cosas mal al mentirle y ocultarle lo que estaba pasando. No estoy preparado para tener una relación con él si esta Mink tratándome de la forma que deseo.

Soy un estúpido egoísta.

Miré a mi alrededor, todo estaba muy oscuro. Caminé con cuidado esperando no equivocarme con la puerta del cuarto, abrí la que pensé era por donde salí y entré a la estancia más oscura que el pasillo.

Vi la figura de Mink recostada sobre la cama, ya no roncaba. Me acerqué con cuidado y me acosté sin hacer mucho ruido para no despertarlo. Poco a poco me fui acercando a su cuerpo, yo tenía los pies fríos y ansiaba un poco de calor.

Me tapé con las sábanas y cerré los ojos, quería dormir un poco más antes de que amaneciera y me tuviera que despertar.

Los ronquidos de Mink comenzaron de nuevo, arrullándome. Seguía con el celular en la mano al que apreté el botón de desbloqueo para ver la pantalla encendida. Estaba embobado lastimándome los ojos por el brillo que podría despertar a mi padrino, mi amigo, a mi amante...

Se podría considerar una infidelidad y una falta total de respeto hacia la relación que Leo y yo estábamos construyendo. Me debatía entre dos hombres que quería tener a mi lado aunque sin esperarmelo, Mink se estaba ganado mi corazón.

Yo no desee desde un principio tener algo con Leo, él poco a poco fue llevándose mi cariño y me arrebató la capacidad de decidir por mi cuenta, hizo rabietas para que hiciera lo que él deseaba y al final ganó, nos hicimos pareja.

El tener sexo con Mink y compararlo con mi primera vez, puedo reconocer que en verdad me dejé llevar por el miedo y me entregué a Leo porque no quería que ninguno de los dos hombres que habían entrado a mi vida me la arrebataran. Ahora me arrepiento de hacerlo, hubiera querido entregar mi virginidad al hombre con quien ésta noche comparto la cama.

FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora