Estupidez

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¡Que estupidez le habrá entrado a esa mujer! Ni siquiera me enseñó los benditos apuntes. No se porque se me ocurrió la idea de trabajar juntos. Sé qué fui un estúpido al acercarme tanto a ella, pude sentir su aroma a rosas. No quiero pensar en ella, de esa forma ni de ninguna.

Escuché el sonido de mi teléfono, demonios, Elena, mal momento para llamar, mí reina. Y colgué sin contestar, luego la llamaría. Levanté el maletín, metí los trabajos de los estudiantes y me marché como alma que lleva el diablo. Todo se lo debía a esa tonta mujer. Llamaría devuelta a Elena nunca le faltaba su compañía y esta noche no sería la excepción. Luego de marcarle y ronronearme como gata en celo, Elena acudió a mi llamado como siempre. Claro que el sexo con ella se había vuelto aburrido pero finalmente era sexo.. y sí que lo necesitaba esa noche.

En la mañana...

Comenzó a vestirse despacio odiaba hablar con Elena después de una noche de sexo. Había escuchado siempre la frase "hacer el amor " babosadas de gente cursi enamorada. Eso del amor con él no iba y no iría nunca. "Adiós nena"—susurró y salió como ladrón en la noche.

En la universidad...

Cuando la clase terminó, Grace permaneció en el salón para consultar con el profesor un tema del exámen que se avecinaba. Luego del aclarar sus dudas salió casi corriendo para su próxima clase. Comenzó a caminar apurada, cuando de repente se encontró cara a cara con Sebastián.

Hola señorita Sullivan. —le saludó el.

Hola.—contestó ella en su lenguaje silencioso.

Grace se dio la vuelta continuando con su paso apresurado por el pasillo.

--Estúpida mujer.—murmulló Sebastián. Estaba harto de sus desplantes.

En la clase de biología...

Sebastián se encontraba en el salón de clases, parecía molesto e irritado. Dios bendito que no se le ocurriera descargar su ira con ella.—pensó Grace.

--Bueno, debo anunciarles que la semana entrante volverá el Profesor Clark.—anunció el. Se escucharon murmullos.

--El laboratorio que les asigné, debe ser entregado el martes a más tardar. Los evaluaré y los calificaré antes de irme, ya está hablado con mi colega, el profesor Clark.

Todos se miraron entre asustados y otros felices porque se largara. Sebastián continuó con la clase y prácticamente ignoró a Grace por completo.

Cuando la clase se acabó Grace quiso quedarse para hablar sobre el laboratorio.

--Amiga, ¿estás segura que te quedarás con ese cavernícola? Si te gruñe o muerde, no tardes en gritar.

--No hay problema Danna.—le escribió

--Te espero en la cafetería. ¿Vale bonita?—ella asintió

Sebastián no se había percatado de su presencia y cuando lo hizo preguntó bruscamente, —¿qué quiere señorita Sullivan? Mi tiempo es oro, ¿qué necesita?

--Es sobre el laboratorio.

--Ah, sobre el laboratorio. Pensé que quería sacar buena nota.

Ella palideció cuando recibió su respuesta. —Acabe, ¿no piensa decir nada? ¿o es que su mensajero también se dañó? –dijo bruscamente.

A Grace se le estaba haciendo muy difícil comunicarse con él. Casi no le entendía y muchas veces el olvidaba su problema auditivo.

-- ¿Cómo podré trabajar con usted, si siempre está ocupado?

--Si usted no hubiera llegado tarde su primer día de clases tal vez no estuviéramos teniendo esta conversación. Permítame recordarle.

Siempre el terminaba ganándole la guerra en palabras y acciones.

--Solo quiero terminarlo, ¿podría hacerlo sola y no molestarle?

--Está bien. –ella se alivió con su respuesta.

--Pero le advierto que no me temblará la mano para calificarlo por dos.

--No hay problema.—contestó ella.

--Bien, si me disculpas necesito terminar un informe y su presencia me interrumpe.

!La había botado! Que tipo más grosero ni con todo lo guapo que era.

--"Maldita mujer ¿porque siempre le hacía hervir la sangre cuando estaba cerca?"

PVTK



Susurros del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora