Herido de muerte

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Mi amiga Danna estaba en casa de visita pero lo cierto era que no podía prestarle atención a sus ocurrencias. Estaba melancólica y extrañaba a rabiar esos ojos grises y la sonrisa de Sebastián.

Ya habían pasado varias horas, casi el día entero y no se había comunicado con ella. Sabía que había estado en laboratorio pero con ella nada. Eso, aunque no quería aceptarlo, la tenía un poco triste, pero sabía que él tenía mucho trabajo.

Miraba su mensajero a cada minuto y se quedaba en blanco pensando por qué no le había escrito.

- Te traje estos apuntes de la clase para que los revises... Grace , planeta tierra llamando a Grace.

- ¿Disculpa qué decías?--escribí. Estaba segura que ya había perdido totalmente la audición atraves de su aparato.

- ¿Amiga qué tienes? - Danna escribe sentándose frente a Grace .

- No es nada - tomó los papeles que le había puesto Danna en su cama.

- A mí no me engañas.--escribe Danna

- Sebastián no me ha escrito en todo el día y estoy preocupada - volvió a escribir. Su amiga la miró algo preocupada

- ¿Está bien que lo extrañe por algunas horas?--le pregunta a su amiga.

- ¿Y por qué no lo llamas tú, mejor dicho porqué no le envías mensaje?

- Pues porque... no me atrevo ¿qué le voy a decir? --le escribe a su amiga

- Que estás preocupada y que quieres saber de él. Es tú novio. --le escribe devuelta --¿Quieres que lo llame yo ? Porque no me importaría si es para que te quedes más tranquila.

De pronto la idea de mi amiga me pareció buena. Asentí. Tomó mi celular buscó el número entre los contactos y marcó. Mientras espera me hace señas de que está sonando.

--Hola.--dice Danna a quién fuera que contestó la llamada. Veo que espera unos segundos a la vez que noto que su semblante cambia.

--Soy Danna, la amiga de Grace.
Estoy llamando de su teléfono como comprenderás. ¿Quién es usted?

--Hola Danna. Soy Gabriela la hermana de Sebastián.--veo que el rostro de mi amiga se relaja. Y mi corazón también.

--Perdóname por llamar así, lo que sucede es que aquí mi amiguita Grace anda preocupada por qué no ha escuchado nada de su príncipe azul.--Danna intentó bromear con Gabriela

--No hay problema. Verás Danna, mi hermano está aquí pero se encuentra indispuesto. Ha surgido un inconveniente. Por algunos días también se ausentará al laboratorio. Antes de que Grace vea a Sebastian necesito hablar con ella. ¿Me podrías pasar su dirección?

--¿Está enfermo? ¿Pasa algo ?

Observo que mi amiga pone nuevamente cara de preocupación y vuelve a dispararse mi corazón. Termina la llamada y voltea a mirarme.

--¿Qué?--preguntó impaciente. Sé que algo anda mal. Algo en su cara me dice que no son buenas noticias. Veo que toma mi cuaderno de apuntes y comienza a escribir.

Me pasa el cuaderno. Comienzo a leer. --¿Ustedes están peleados? ó ¿Ha habido algo entre tú y el que pueda haberle molestado?

--Sacudo mi cabeza en señal de que no ha pasado nada.

Toma nuevamente el cuaderno y vuelve a escribir.

--Sebastián estaba en el apartamento pero no estaba disponible. Su hermana quiere hablar contigo y me pidió tú dirección. La cuál le di.

¿Pero si él estaba allí por qué no se la dio el mismo? No lo entiendo.--me pongo nerviosa. Era como una corazonada de que algo muy malo iba a pasar.

--Amiga, ¿quieres que esté presente cuando llegue la hermana de Sebastián?

--No te preocupes por mí. Estaré bien. La hermana de Sebastián es una buena mujer.--escribo

--Como prefieras pero sabes que sólo tienes que decirlo y estaré contigo.

--Gracias, Danna.--ella me abraza y se prepara para irse a su casa.

--Recuerda que si necesitas que esté aquí contigo, solo tienes que decirme.--escribe. Pero en su rostro puedo ver que me está suplicando quedarse.

Nos dimos un último abrazo y se fue.

Habían transcurrido dos horas desde que Danna había hablado con Gabriela y no había llegado. Algo más tenía que haberle dicho Gabriela a Danna. Se que me lo estaban ocultando.

La luz de la puerta principal comenzó a parpadear anunciando su llegada. Mi corazón nuevamente se disparó. Abrí la puerta y allí estaba ella. Tenía cara de haber llorado. "Es cuando tratas de taparte una espinilla con el maquillador pero sólo una gota de agua cae y se borra todo el esfuerzo". Se qué estaba buscando cualquier excusa para pensar que no era conmigo. Que todo estaba bien. Y que todo estaría bien.

--Adelante.--le dije en señas
Me saludó con un beso en la mejilla y entró al apartamento.

--Muy bonito el apartamento.

--Gracias. --le señalé el sofá para que se pusiera cómoda.

Ella tomó mis manos haciéndome sentir algo que no podía describir. ¿Fue tristeza?¿ Melancolía?¿ Dolor ?

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Gabriela había decidido no decirle que ya sabían de su embarazo para no apenarla. Tampoco quería que su hermano quedará como un tonto. Muy a pesar de lo que ella le había hecho le tenía mucho cariño. Aunque el hijo que ella llevaba en su vientre no era de Sebastián, su hermano amaba a Grace con locura. No permitiría que en un arrebato, él le dijera sabrá Dios cuantas cosas de la cual se podría arrepentir más adelante. Cuando se está herido de muerte, tal como estaba su hermano, se hacían cosas imperdonables.

Susurros del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora