La joven siguió caminando por aquel pueblo envuelto en sombras y tinieblas. El agua del puerto se movía dando lugar a reflejos móviles escalofriantes a causa de una ligera brisa. Era todo oscuridad. Pudo contemplar como lo que por el día había sido un pueblo alegre y colorido, por la noche era el lugar perfecto para rodar una escena de terror. Saltó unos cristales rotos que en su día probablemente habían pertenecido a una majestuosa ventana y continuó explorando. Ni una sola luz alumbraba las casas del puerto. Las barcas de los pescadores se tambaleaban al ritmo de las olas produciendo crujidos. Todo era igual y diferente. Se preguntó cómo volver a donde estaban sus padres. Estaba perdida. La curiosidad la había incitado a ir, ahora el miedo la obligaba a volver. Se había alejado mucho del camino. Miró hacia un lado y hacia otro desconcertada, lo que le hizo notar un ligero movimiento a su espalda. Se dio la vuelta asustada buscando con la mirada el origen de su sobresalto.
- Es el miedo Jazmín, no te dejes engañar por tu cerebro-murmuró espantada sin ver a nadie.
Cerró los ojos intentando convencerse de que todo estaba en su mente. Un crujido, esta vez a su lado hizo que cambiara de opinión. Se quedó mirando a los arbustos originarios del ruido con temor. Sabía que había algo o alguien ahí. Se tensó preparada para lo que viniera.
-Sal-ordenó muerta de miedo.Se oyó otro crujido y una suave vibración de las hojas que probablemente indicaba que el ser se acercaba. Jazmín retrocedió un pasó a punto de dejarse llevar por el terror.
- ¡Lárgate! ¡Fuera!-gritó intentado espantar al ser que la acechaba.
No ocurrió nada. A punto de perder los nervios, se quedó en posición de alerta. Instantes más tarde, y para su salvación, un hombre anciano apareció a su lado y el ser desapareció en silencio.
-¿Qué haces aquí, joven?-preguntó el recién llegado- Este lugar no es apropiado para nadie durante la noche.
Le miró con cierta desconfianza, pero no tardó en darse cuenta de que el peligro había pasado.
-Yo... no sé dónde están mis padres-contestó ella sin haberse recuperado todavía y mirando al anciano con el corazón desbocado.
-Te ayudaré a buscarlos mientras te explico un poco lo que no debes hacer por aquí-se ofreció amablemente.
Jazmín aceptó tranquila. Ese hombre anciano la hacía sentir más tranquila y relajada. Estando con él se sentía completamente a salvo.
-¿Cómo te llamas, muchacha?-preguntó con una sonrisa tranquilizadora.
-Jazmín, señor. Tengo 17 años-respondió ella comenzando a recuperarse.
-Jazmín, estos lugares, por la noche se infestan de animales peligrosos a los que no debes provocar. Nunca te quedes sola durante la noche-le dijo el anciano seriamente con un tono de profesor de historia.
-¿Animales?- Jazmín se giró hacia donde había estado el ser que la observaba, que se había esfumado-Eso no era un animal.
-¿Había algo aquí?-preguntó preocupado mirando en la dirección en la que Jazmín se había girado.
-Me estaba siguiendo. Sé que no era un animal-murmuró pálida la chica.
Se quedó callado y pensativo.
-Joven, no vuelvas a quedarte sola. Jamás. La próxima vez, puede que no tengas tanta suerte.
-Pero, ¿qué era?-preguntó.
-Da lo mismo. No te quedes sola.
-Si no conozco el peligro, no podré evitarlo-probó de nuevo.
-La soledad es vulnerabilidad. Ser vulnerable es un peligro. Hazme caso y no te quedes sola.
-El conocimiento es poder-insistió desesperada.-A veces es mejor no saber.
No hubo más conversación durante el camino. El anciano parecía preocupado inmerso en sus propios pensamientos. Aún sin saber lo que estaba pensando, a Jazmín le entró un escaofrío. La acompañó hasta su casa, donde estaban sus padres, y tras recordarle la advertencia con la determinación de un hombre que sabe de lo que habla, se dio la vuelta dispuesto a volver.
-¿No es peligroso que vaya solo?-preguntó Jazmín.
-Yo ya he cumplido con mi vida-contestó con una triste sonrisa el anciano.
Jazmín no volvió a saber nada más de él, pero supo que nunca le olvidaría.
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Enamorada del Barquero de la Muerte
RomanceUna historia sobre la vida y la muerte. Un viaje a través del inframundo. Una aventura llena de miedo, dolor, tristeza y amor. Jazmín sabía que la perseguía, que la buscaba por algo. Tenía la sospecha de que era la propia Muerte la que venía a encon...