Jazmín:
Después de su explicación me quedé pensativa. Su trabajo debía de resultarle duro. Si le cogía cariño a alguien lo iba a pagar muy caro. Siendo frío y ocultándose evitaría la cercanía de sus clientes, y así, podría dejarlos ir sin ningún tipo de sufrimiento. Tras un buen rato pensativa noté como Caronte se dirigía a un lado para descansar. Bajé de un saltito y corrí a saludar a Cerbero cuando Caronte le llamó. Le dio su ración de comida y me puse a jugar con él. Cuando cansé me acerqué a Caronte.
-¿Nunca juegas con él?-pregunté.
-No-contestó secamente.
-¿Por q no si es tu único amigo?-insistí.
-Ya sabes la respuesta.
Puse los ojos en blanco.
-Ah, sí. Porq es un perro del infierno-dije imitándole.
No añadió nada.
-Soso.
No se inmutó. Hice una mueca dirigida a el sosaina y sonreí pícaramente. Si no quiere juego va a tener juego y medio😏.
Corrí hacia Cerbero q estaba tumbado tranquilamente y le indiqué con gestos q quería jugar con él. Al momento se unió a mí y me persiguió feliz. Subí una cuesta perseguida por él, y al llegar a la cima me tiré por el lado más inclinado en dirección a la costa, en dirección a Caronte. A toda velocidad llegué al lugar donde estaba y me puse detrás de él. Cerbero al estar persiguiéndome e ir a tantísima velocidad no pudo frenar y se abalanzó sobre su pobre amo tirándole para atrás. Esquivé su cuerpo sin equilibrio para dejarle caer al suelo. Con el golpe se le cayó la capucha hacia atrás dejando el rostro que tanto le costaba ocultar a la vista. Me reí con su cara de sorpresa. Cerbero se dedicó mientras tanto a lamer su cara muy contento de tenerla tan cerca.
Caronte se levantó, me miró y se levantó la capucha. No supe averiguar si estaba enfadado o molesto. Se limitó a subirse a la barca y esperar a que le imitara. Acaricié a Cerbero como despedida y salté al interior.
Comenzó a remar impasible. Me senté donde siempre lo hacía y me quedé mirándolo.
-¿Vas a decir algo?-pregunté.
-¿Es esta tu elección de pregunta?
-No-contesté.
Con su silencio lo expresó todo. Quería q preguntara y me callara.
-¿Te ha parecido mal lo q hice ahora?
Pensó la respuesta un momentó.
-Nunca había visto un alma como la tuya-dijo pausadamente.
-¿Y eso q significa?
-Significa que ya has gastado tu pregunta.
-No me has contestado. Es como si te pregunto si te gustan los caramelos naranjas y me dices q tus favoritos son los verdes. Que sean tus favoritos los verdes no me informa sobre si te gustan los naranjas o no.
Se quedó en silenció.
-Pero dime,-empezó-¿de q sirve q te diga si me molestó si no vas a dejar de hacer lo q te dé la gana?
-Porq quiero saberlo. No voy a dejar de hacer lo q quiera porq te moleste, pero me interesa saber la respuesta y tienes obligación de dármela.
-Me hizo sentir incómodo-reconoció tras un segundo de silencio.
-¿Incómodo por q?
-Fin-cortó.
Bufé y me dediqué a observarle en silencio.
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Enamorada del Barquero de la Muerte
RomanceUna historia sobre la vida y la muerte. Un viaje a través del inframundo. Una aventura llena de miedo, dolor, tristeza y amor. Jazmín sabía que la perseguía, que la buscaba por algo. Tenía la sospecha de que era la propia Muerte la que venía a encon...