Era noche cerrada en el pueblo. Jazmín dormía profundamente en su habitación al igual q sus padres. Desde la habitación se oía el viento luchar por hacerse un hueco en la casa. A través de los cristales se veía el azote del viento sobre los árboles circundantes. La ventana tembló peligrosamente, hasta que un soplido tremendo la abrió de golpe. Jazmín despertó sobresaltada. Un aire helado entró en la habitación y la joven se levantó a cerrar la ventana con un resoplido. El viento no le dejó. No había manera. Empujó con más fuerza utilizando todo su cuerpo y... NADA. Apoyó toda la espalda en el cristal y empujó de nuevo, esta vez poniendo todos sus músculos en ello. Oyó un pequeño crujido procedente de la madera del marco que daba a entender que si seguía así dormiría sin ventana y sin pared. Frunció el ceño y cogió unas mantas extras del armario que tenía en frente de la cama. Dormiría más tapada y con la ventana abierta. Por la mañana ya hablaría con sus padres y ellos solucionarían el problema. Se acostó tapada hasta arriba. Aunque no tenía frío, el ruido y el viento eran muy molestos y le impedían dormir. Cerró los ojos dejándose llevar por el sueño. Estuvo un instante así hasta que oyó un crujido donde la ventana y los abrió de golpe temerosa de que rompiera. El escalofrío q le recorrió el cuerpo no fue precisamente de frío cuando vio que no estaba sola. Había algo ahí. Asomada a la ventana había una figura negra encapuchada. No se le distinguían las facciones, pues las tenía tapadas. Sus ropajes era jirones de tela negra. La Muerte. El miedo la había paralizado. "Ella" era La Muerte, la temida Muerte. Estaba apoyada en la ventana, sin llegar a entrar en la habitación. Había venido a por ella. Aunque no era capaz de verle los ojos, sabía que la miraba fijamente. El corazón le comenzó a latir a velocidades imposibles. Tras esos instantes de máxima tensión y miedo y tan pronto como había aparecido, la figura desapareció dejando un rastro helado clavado en el corazón de la chica como si de un puñal se tratase. Se prometió a sí misma q ninguna otra noche dormiría en ese pueblo maldito.
Como era de esperar, no durmió más hasta el día siguiente. Se quedó velando toda la noche hasta q llegó el alba. Cada crujido de la ventana, era un susto tremendo y un escalofrío. En ese momento, cuando los rayos iluminaron toda la estancia, se permitió dormir un rato. Sobre el mediodía, su madre irrumpió en la habitación preocupada. Se la encontró aplastada bajo miles de gruesas mantas.
-¡Jazmín!-gritó asombrada al ver el estado de la habitación, tan maltratada durante la noche.
Jazmín despertó de golpe y la miró.
-¿Qué haces dormida a estas horas?-preguntó con exigencia la mujer.
-La ventana se abrió por el viento, no pude cerrarla-respondió la chica.
-Eso no explica nada-replicó la madre.
-Si te lo digo no me crees-afirmó la joven.
-Prueba a ver.
Jazmín cogió aire evaluando si merecía la pena.
-Apareció un ser en la ventana. Luego desapareció pero yo no pude dormir más-contó observando la cara de su madre.
-¿Un ser?-preguntó escéptica.
-Estaba tapado con una capucha.
-¿Un hombre?
-Mira mamá. No era un hombre. Este pueblo está encantado. Era La Muerte. Y no sé por q no me llevó consigo, simplemente desapareció. Pero de una cosa puedes estar segura. Sola no vuelvo a dormir NUNCA más.
La madre se le quedó mirando alucinada como pensando que o su hija tenía mucha imaginación o estaba para encerrarla en el manicomio.
-¿Y no estabas soñando?-preguntó suavemente.
-Acababa de levantarme para intentar cerrar la ventana. Ya ves q sigue abierta. No logré cerrarla porq el viento empujaba muy fuerte, así q cogí estas mantas para taparme. Como puedes ver, no lo soñé porq las mantas siguen en mi cama.
Se quedó pensativa.
-Jaz... Entiéndeme si no me lo creo. Es algo surrealista-le dijo para que se tranquilizase.
-No importa mamá. Aun q no te lo creas, sé q en el fondo entiendes lo q digo. Dale una explicación lógica, pero déjame dormir contigo.
-Espero q tu padre no me mate-dijo como respuesta.
-Gracias mamá-agradeció mientras le daba un beso.
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Enamorada del Barquero de la Muerte
RomanceUna historia sobre la vida y la muerte. Un viaje a través del inframundo. Una aventura llena de miedo, dolor, tristeza y amor. Jazmín sabía que la perseguía, que la buscaba por algo. Tenía la sospecha de que era la propia Muerte la que venía a encon...