Jazmín:
Todavía seguía de mal humor, pero me estaba calmando al ver que Caronte se mostraba más apagado de lo habitual. No es que fuese nunca muy encendido😂 pero se le notaba un poco. Tras haber parado habíamos vuelto a montar en la barca. Yo no había querido usar mi pregunta, por lo q tenía libertad para hablar, pero por una vez no me apetecía. No tenía ganas de nada. Nada que se pudiera hacer en ese horrible lugar. Quería ver a mis padres. Haber muerto yo era como verlos morir a ellos y seguir yo viva. Sabes que los has perdido para siempre, que hasta te has perdido a ti misma. Te sientes sola y vulnerable. Les echas de menos y quieres llorar. Pero no puedes. Tienes q sobrevivir y ser fuerte. Tienes que luchar y fingir estar segura de lo q haces.
Ya no puedo seguir con esto. Quiero verles. Quiero huir. Ser libre. Poder hablar y hacer preguntas sin tratos. Quiero mandar a Hades a la mierda y no preocuparme por las consecuencias. Quiero pensar que Caronte no tiene razón cuando dice q debería tener cuidado con lo q digo. No pude más y enterré la cara entre mis manos para llorar. Aunque no le estaba mirando supe que Caronte se había dado cuenta de la situación. Ya me daba igual. Aún así intenté llamar menos la atención.
Noté como se sentía incómodo. Me estaba mirando fijamente. Dejó de remar y se acercó a mí. Se sentó a mi lado sigilosamente. El color negro de su ropa destacaba con el blanco de mi ¿camison?. Se quedó un rato en silencio. Estaba nervioso y tenso. Ambos sabíamos que estaba apartando la frialdad para consolarme, lo que suponía un gran avance y una sensación de vulnerabilidad por su parte. Me miró.
-Lo siento-me dijo.
Y supe que lo lamentaba. Entendí que no era su culpa, que era todo un terrible juego de los Dioses, que ellos nos utilizaban como soldaditos, como fichas del parchís. Entendí también su sufrimiento, su frialdad. Todo encajó con esas dos palabras. Pero ya que éramos los títeres de los Dioses, al menos íbamos a elegir la representación. Yo elegiría si vivir o no. Fuese como fuese, quería poder decidir.
Levanté la cabeza para mirarle.
-Yo también lo siento-le dije.
Me miró sorprendido.
-Sé que soy una clienta difícil y que tú no tienes más remedio que obedecer a Hades. Siento haberme tirado al agua y a ti al suelo. Siento haber tratado a Cerbero como si de mi perro se tratase. Soy una clienta horrible.
Aunque no lo estaba viendo, sé q sonrió tras la capucha.
-Quiero que dejes de ser mi clienta-me dijo.
Le miré fijamente extrañada. ¿Tan idiota era que tras haberme obligado a serlo ya no me quería como tal?
-Seamos amigos-me ofreció.
😱Me quedé sin habla tres segundos que mis ojos aprovecharon para soltar un par de lágrimas.
-¿En serio?-pregunté casi sin voz.
-Si no quieres olvídalo. No quiero q estés mal-dijo rápido al ver mi cara.
WHAT
-Claro que quiero. Estoy llorando de alivio y felicidad-expliqué recuperándome.
Se levantó y le imité.
-¿Amigos entonces?-preguntó ofreciéndome su mano.
La aparté con el brazo y abracé fuerte. Noté como se ponía rígido y se sentía incómodo. Aún así no le solté. Cerré los ojos y dejé caer un par de lágrimas más. Eso era justo lo que necesitaba. Un abrazo, compañía, un amigo. Cuando Caronte se relajó noté como sus manos me rodeaban, y respondió a mi abrazo. Os preguntaréis a qué olerá un barquero del inframundo. Muy bien. Os doy las opciones, elegís la que creáis correcta y luego miráis la solución en el siguiente capítulo.
1. A mar
2. A perro
3. A humo
4. A frescor
5. A metal
6. A nada concreto
7. A muertoA pensar😉
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Enamorada del Barquero de la Muerte
RomanceUna historia sobre la vida y la muerte. Un viaje a través del inframundo. Una aventura llena de miedo, dolor, tristeza y amor. Jazmín sabía que la perseguía, que la buscaba por algo. Tenía la sospecha de que era la propia Muerte la que venía a encon...