Jazmín:
-¿Empiezo?-pregunté ansiosa.
-No me parece justo, has hablado durante todo el trayecto.
-De acuerdo, pero entonces puedo hablar hasta la parada-exigí.
Silencio.
-¿Crees q Cerbero y yo somos amigos?-pregunté.
-Eres un entretenimiento para él. Y deja el maldito tema-respondió secamente.
Fruncí el ceño.
-¿Algún día podremos llegar a serlo?-insistí.
-¿Por q te obsesionas tanto con tener amigos?-preguntó.
A pesar de esconder sus sentimientos mediante su tenebrosa voz pude percibir q estaba molesto.
-¿Te importa?-repliqué.
-Cerbero es mi mejor amigo.
-Único amigo-corregí.
-Me basta y sobra-replicó.
Me reí.
-Te has puesto a la defensiva-afirmé.
Suspiró.
-Es mejor no hablar contigo. Estoy tentado de parar para q calles de una vez.
-En el fondo te entretiene q hable-aseguré.
Se hizo el silencio. Suponía q estaba pensando en q contestarme, pero debió decidirse por no hacerlo. Quizás se había quedado sin palabras. No volví a intentar entablar conversación y me dediqué a pensar q preguntarle cuando llegase la hora.
Al fin se decidió a atracar. Salté de la barca antes de llegar a tierra. Estuve a punto de caerme pero recuperé el equilibrio y silvé para llamar a Cerbero de la misma forma q lo hacía su amo. Este se me quedó mirando entre sorprendido e irritado. Mi amigo perruno vino trotando y Caronte le dio su premio. Comenzamos a jugar. Podía notar la mirada de Caronte sobre mí. Me sentía observada. Seguramente era el alma más rara con la q se había tomado en su inmortal vida.
Cuando llegó la hora, Caronte y yo subimos a la barca y nos alejamos de la orilla.
-Empiezo-dije.
Suspiró.
-¿Por q razón me has tenido q matar?-pregunté al fin.
Se quedó en silencio.
-Porq me lo ordenó Hades-respondió al fin-Y ahora a callar.
-¿Q?-exclamé molesta-¡Quiero una respuesta coherente!
-He respondido. Ahora te toca a ti callar.
Me enfadé. La verdad es q había q ver la capacidad q tenía para hacerme cabrear.
-No pienso callar hasta q me respondas-repliqué.
Suspiró molesto.
-La verdad q si llego a saber como eras antes de matarte me negaba a hacerlo.
-Tu problema. Responde.
-Esta bien, pero más vale q calles el resto del trayecto-dijo al fin.
-Hasta la parada-añadí.
-Hasta la parada-aceptó cansado.
Me senté mirando hacia él para estar más atenta."Todo empezó un día q Hades recibió la visita de las Moiras, las tres Moiras. Las Moiras son las personificaciones del destino, muy respetadas por los Dioses, incluído Zeus. Tienen un solo ojo q comparten entre las tres. Son capaces de predecir el futuro y ver el presente y el pasado. Como puedes ver, son muy poderosas. Como te decía, Hades recibió su visita. Le dijeron q alguien se levantaría contra él y le plantaría cara desobedeciendo sus leyes. Hades montó en cólera. Exigió a las Moiras q le contarán más. Quería saber quién era ese alguien. Si era unlk ningún hipó.ver km
Dios Olímpico, un titán o uno de los suyos. Pero no, ese alguien era humano. 17 años. Mujer. Mortal. Su nombre era Jazmín. Hades se sorprendió mucho al enterarse, y quiso más detalles. Les pidió ayuda y consejo para derrotarte, pero ellas no lograban ver más. Se despidieron de él y me mandó llamar. Me ordenó q te matara, la única forma de llevarte a su territorio y hacer q estuvieras bajo sus órdenes y dominios. Un alma ya no supone ningún peligro para él. Esa es la razón por la q te maté. Suponías un peligro para mi señor q yo debía eliminar. Ahora él quiere verte para conocer al ser q iba a osar plantarle cara hasta q murió. Fin."Me quedé de piedra.
-¿Yo? ¿Un peligro para Hades?-pregunté gritando.
Solté una carcajada amarga.
-Eso es lo más increíble q me han contado.
Me miró bajo su capucha.
-De acuerdo, perdona. Ya callo-accedí.
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Enamorada del Barquero de la Muerte
RomanceUna historia sobre la vida y la muerte. Un viaje a través del inframundo. Una aventura llena de miedo, dolor, tristeza y amor. Jazmín sabía que la perseguía, que la buscaba por algo. Tenía la sospecha de que era la propia Muerte la que venía a encon...