-Rayos de luz-

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"If you have good thoughts they will shine out of  your face like sunbeams and you will alway look lovely."

- Roald Dahl

Llegaron a la escuela a buena hora. Y evidentemente al llegar tuvieron que pasar a la oficina para poder hablar con los directivos.

Lumina los acompaño, aunque tal vez no fuera lo mejor que la vieran haciendo migas con ellos, pero igualmente no se pusieron a pensar mucho en lo que harían, tendría que ser natural y espontáneo.

La escuela no estaba muy agitada cuando llegaron y aparcaron en el estacionamiento, de hecho estaba demasiado en calma para ser domingo y tener cuatro proyectos escolares por grado.

-No se, pero esto me da mala espina...- dijo Fabel cuando llegaron a la oficina.

-Ni que lo digas.- le dijo Manuel

Entraron a la oficina de la coordinadora de grado, su nombre era Martha, y no era muy simpática, y menos con ellos, que tenían una colección extensa de reportes que iban desde comer papas fritas en la clase, hasta causar varias explosiones en los laboratorios.

-¿En qué los puedo ayudar, chicos?.- preguntó antes de ver a Caridad entrar. Fue en ese momento cuando las cosas se pudieron mal.

Martha se levanto del asiento para ver mejor el nutrido grupo que se había formado en su oficina, y al parecer no le gusto por los tonos de rojo por los que su cara estaba pasando.

-Caridad, veo que nos haces el honor de estar hoy aquí presente después de tanto tiempo. No sé cómo vas a justificar las faltas.- dijo Martha con un tono de voz controlado

-Pues Miss...-empezó a explicar Caridad, pero la interrumpió Martha.

-Chicos, salgan por favor, tengo que arreglar esto a solas con ella. Fabel, por favor pasa al rato a mi oficina, tenemos que hablar.

-Pero Miss, Caridad está con nosotros y quisiéramos apoyarla...-dijo Micael.

-Háganme el favor de salir de aquí, señor Runsell.- tercio Martha, dando por finalizada la conversación.

Lumina le apretó cariñosamente la mano a Caridad y luego salieron.

Decidieron quedarse en el pasillo.

Estaban en el tercer piso de la escuela, el cual era un balcón que daba a una de las canchas, en la cual la mayoría de los alumnos tomaba su receso.

Lumina observaba con intrigación el vacío, hacia el patio. El sol de las cinco de la tarde se reflejaba en su piel blanquecina, mientras sus tres amigos se recargaban de espaldas al balcón, Charlaban animadamente acerca de lo que Martha le diría a Fabel, y el voto popular decía que seguramente tenia que ver con sus calificaciones.

-Vale, ya se que no soy listo, pero no hay por que hacer bullying.- decía Fabel, que trataba de defenderse inútilmente de sus amigos.

Manuel estaba muy animado, pero en lo profundo no dejaba de pensar en Caridad.

Ellos habían sido algo en un momento en especifico. La primera vez que la vio quedo prendado de ella, por su gentileza y la manera en la que se comportaba con los demás, después de eso el acerco a ella, hasta el punto de que no dejaban de platicar en los recesos y en las clases que les tocaba juntos. Un día las cosas se dieron naturalmente, primero con sutileza, luego muy abiertamente demostraron sus sentimientos mutuos, y aunque nunca fueron novios oficialmente, era como si lo fueran.

Cuando ella desapareció Manuel quedo bastante traumado, pero a la vez se dio un tiempo para pensar la situación, y se dio cuenta de todo.

Sus amigos se veían bien, todo parecía encajar perfectamente, pero a la vez sabia que las cosas no eran tan fáciles.

El Rompecabezas de la Magia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora