-La primera vez-

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"¡Oh mi pequeña y dulce dama de luz!, siempre te protegeré, aunque la vida se me vaya en ello. Te amo y venero con todo mi corazón, recuerda que siempre habra un angel que cuide de ti."

-L.R, the unknown

Lumina había estado en situaciones similares antes. Habia entrado en casas llenas de fantasmas junto con su abuela para hacer limpias e incluso había asistido algunos exorcismos con su madre, pero jamas creyó ver que una sombra atacara a sus amigos de la nada, y menos que la atacara a ella que para su desfortuna no llevaba nada con lo cual defenderse de una criatura como aquella, hecha de sombras y oscuridad, con los ojos rojos y una espada de tinieblas.

Micael, que fue el primero en entrar, sao de su morral el athame, un cuchillo extraño y largo. Fabel se puso en guardia al igual que Manuel, dejando a Lumina detrás de ellos con una cara de espanto tan arraigado que no pudo mas que quedarse inmóvil en su lugar.

-Maldita sea.-refunfuño Manuel.-A la primera tenia que salirnos este mamotreto a chingarnos.

Micael avanzo y lo trato de hacer retroceder con su athame, pero solo logro que el mamotreto lo aventara de lado.

Fabel se veia seriamente preocupado por su amigo, pero decidió no hacer barullo y se lanzo al cuello del demonio.

Manuel por su parte empezó a hacer cosas con las manos, como si tratase de comunicarse con alguien en señales, pero no surtía mucho efecto.

-Lumi, saca de el bolso de Micael el tarro de sal.-le dijo Manuel.-Toma de ahí un poco y si la cosa se acerca a ti, por favor lánzala a él.

Manuel se acercó al bicho, y le dio un gancho izquierdo que le impactó en la quijada.

Lumina se quedó en su lugar observando a sus amigos lanzarse contra la criatura que los atormentaba.

Hasta que de repente el animalejo lanzó de un solo tajo a Manuel contra Fabel, y los dos fueron a estrellarse donde Micael estaba.

Varias cosas sucedieron a la vez.
El animal se acercó a Lumina a un paso rápido, y con su espada de tinieblas la trato de atacar.
Lumina tomando valor de algún lugar extraño, lanzándole la sal que tenía en la mano.
Y los tres chicos noqueados gritando a Lumina que se moviera,

Para la buena suerte de Lumina, logró moverse lo suficiente para que cuando la sal que impactó contra la cara del monstruo, no cayera encima de ella, pero con la mala siente de que terminó encima de todos sus amigos, como una pila de humanos con complejo fe hamburguesa.

Manuel la recibió con los brazos abiertos, y la volcó de manera que quedara de lado, justo detrás de todos ellos.
-De nada.- dijo Manuel y le guiñó el ojo a Lumina.

Los jóvenes se espabilaron. Manuel se levanto con Micael para darle al bicho una nueva ronda de ataque.
Fabel sacó de su bolsillo un cuarzo de color amarillo claro.
Lo lanzó hacia la criatura. La atravesó por en medio del cogote.
Manuel lo atravesó con una barra de metal que se encontró en el piso y Micael le daba el golpe de gracia en la cabeza con su athame.

Los tres jóvenes jadeaban mientras el bicho desaparecía en un bulto de azufre y Lumina tenia cara de que estaba muy traumada en el piso.

Micael se acercó a Lumina y se arrodilló junto a ella. Hablo un poco con ella, le tomó las manos y la ayudo a levantarse del piso.

-Parece que estamos bien.- aspiro Fabel al ver a Lumina que se encontraba bien.

Manuel asintio y prosiguió a tratar de hablar con ella.

-Hiciste muy bien al lanzarle sal.- la felicito Manuel.- Sí te atacan trata de lanzarle un cuarzo o incluso tu cuchillo a lo que quiera que te ataque

El Rompecabezas de la Magia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora