-Día dos: 525,600 minutos"-

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"Simplemente no pude contigo, y es hora de alejarme. Me necesitan en otros lugares y jamás volveré por estos rumbos. Caminaré con los que de verdad me han demostrado que vale la pena seguir el camino. Tú te quedas atrás por tu codicia, no supiste escuchar."
LR.

Caminaron juntos por el bosque y no la encontraron. Tuvieron mucho tiempo para limar asperezas y finalmente lo lograron. Se disculparon de las cosas que dijeron y una que otra broma de mal gusto volvió a salir, como si nada hubiera cambiado.

Realmente la pelea había sido por qué estaban enojados por qué Manuel no se había controlado, pero ahora, Lumina se había internado en el bosque por qué al prever lo que le dijo Manuel l había lastimado.

Ahora no sabían dónde buscar. No podían regresar a la escuela sin ella o lo más probable es que los volvieran a castigar con algo más.

-Son las once de la noche. Tenemos el equipo de camping, pero no podemos dejarla ahí. Te vas a tener que disculpar, Manuel.

-Eso no es lo que me preocupa.- dijo Manuel, mientras caminaban por el bosque. Los ruidos de la noche eran bastante fuertes.

El cielo estaba lleno de estrellas y había luna llena. Todos observaban el bosque, pero a la vez no podían evitar ver el cielo a la vez. Era un espectáculo muy interesante, hasta que empezaron a desesperarse. No la encontraban.

Gritaban su nombre y aún así no había respuesta. Podía haberle pasado algo, y ellos no sabían nada. Al final tuvieron que decidir por quedarse en un pequeño claro, donde se instalaron. Manuel hablo seriamente con Micael de lo ocurrido, mientras Caridad trataba de calentar agua para sus sopas ramen.

Cada vez se hacía más inminente la presencia de la noche y los ruidos del bosque de cierta manera eran un recuerdo de él lugar en el que estaban.

Él ITAE, siempre triste y lleno de rencores, ese bosque solo era un reflejo del lugar donde pasarían sus últimos días.

Lumina contaba sus respiraciones para mantener un control del tiempo que estaba ahí. Probablemente estaba perdida en lo más profundo del bosque y no había nada que hacer para evitar el hecho de que realmente estaba asustada. Tal vez lo que dijo Manuel fuera cierto, pero aún así no tenía a donde ir, ni a quien llamar.

Finalmente decidió quedarse bajo un árbol, que convenientemente tenía un pequeño hoyo donde podía recargarse y quedar cubierta de la intemperie.

Lumina volvió a observar lo que ocurría, a su alrededor para percatarse de que a su alrededor había unas cuantas esferas de luz volando por el claro.

Eran de un color índigo. Ese color generalmente se asociaba a su hermano. Raziel estaba buscándola. Lumina se volvió a encoger.

La marca que tenía en la muñeca, una copa representaba lo que realmente la hacía especial, y eso era que los portadores de la marca de la copa de Raziel eran sus hermanos que reencarnaban en humanos. Lumina había cargado con esa verdad toda su vida, le había traído problemas en su familia. La discriminan por ella, ya que su famoso hermano la protegía de todos los males y al trabajar en el campo de la brujería eso lo ha al peor para su familia, ya que todo el tiempo hubo interferencias con sus trabajos.

Las luces se acercaron a ella. No podía evitarlo, su impulso fue acercarse a tocarlas, siempre lo hacía desde que era una niña. Las luces formaban parte de su vida, y si estaban ahí era para decirle algo.

Lumina dejó que la encontraran, y una vez que estuvo cerca extendió la mano y las rozó con las llemas de los dedos. Inmediatamente sintió el mensaje aflorar en su mente. Cortinas de colores y remolinos se formaron en su mente, creando y construyendo el mensaje. La imagen la mostró en su forma angelica completa, lejos, y la otra junto a sus amigos. Entendió de inmediato s lo que se refería. Podía decidir entre quedarse o irse. Por fin le ponían la opción en las manos. Ella se acercó un poco más, sintiendo el calor de las luces.

Ella ya había acabado con su misión, pero no con su deber moral. Debía quedarse, pero las luces de alguna manera la empezaron a envolverla en un dulce arrullo que la hacía desprenderse de sus ataduras humanas.

Fabel y Gael sentados alrededor del fuego tenían un vaso de sopa cada uno. Manuel se había quedado dormido un rato. Caridad y Micael platicaban del otro lado del fuego.

Fabel veía el cielo con interés al ver unas esferas de luz volando. No dijo nada a sus amigos, hasta que se preguntó por qué eran de un color azul insistente.

Recordó de repente un dato. El color que estaba viendo se llamaba índigo. Suspiro, y sigue comiendo hasta que de repente algo se inquietó en su alma.

-Micael. ¿Cuál es el color de el arcángel Raziel?.- preguntó a gritos. El apelado volteo y después de un poco de meditación le respondió con cara de no entender nada.

-Índigo.¿Por qué lo preguntas?

Fabel entendió lo que pasaba y se puso de pie, de una patada despertó a Manuel.

-Ve el cielo.- dijo.

Micael reaccionó y volteo a ver el cielo. Se pusieron en marcha hacia el bosque, seguían las luces con la vista, y cada vez el follaje era más denso.

-No puede ser.- dijo Micael tocando las luces y empujándolas.- este tipo de poltergeist son de los que vienen por los muertos.

-Entonces...- dijo Gael.

Se apresuraron más a llegar. No podían esperar, por qué donde su hermano hubiera mandado a buscarla entonces tendrían muchos problemas.

Entraron a un pequeño claro rodeado de árboles grandes y frondosos. Habia luces por todas partes, revoloteando alrededor de una figura etérea.

Lumina estaba en medio de todo. Al parecer su forma real se develaba al fin. Había luces de varios tonalidades, pero la suya la reconocerían en todas petes. Un azul claro, limpio y puro, como el cielo matutino se desprendía con destellos plateados de la piel de ella.

Se dieron cuenta de que ella estaba teniendo algún tipo de conversación, pero a la vez parecía que no podían hacer nada.

Todas las luces brillaron, pero cada vez ganaban más intensidad, hasta que Manuel, una vez más, se aventó a gritarle.

-Perdón. Lamento lo que dije, pero no lo pensé. Eres muy importante para mí y para todos.- gritó, trataban de acercarse, pero había algo que les evitaba que pudieran traspasar una barrera invisible.- No debí haber dicho eso...

Su voz se hizo cada vez más suave. Su cuerpo lentamente se fue haciendo más visible en vez de corpóreo, y al final las luces se posicionaron  por encima de ella, más bien como una capa. Hablo con su voz tenue.

-Me quedaré, todavía no acabo con ustedes.- dijo ella mientras una sonrisa se desplegaba por sus labios.

Manuel suspiro de alivio, quizo acercarse, pero seguía habiendo la barrera.

Solo caridad la traspaso y abrazo a Lumi con fuerza, plantándole un beso en la frente. Más tarde Lumi abrazo a Fabel, que la aplasto contra su pecho, aprovechando que media veinte centímetros más que ella.

Lumi les contó lo sucedido con las luces y como le habían traído un mensajito de parte de sus demás amigos celestiales.

Cenaron alrededor de un la fogata, las chispas repiqueteaban y se alzaban al cielo, como pronto lo harían ellos.

Etherion está entre ellos solo los que vean se darán cuenta de quien es está llegando a su final lentamente sin decir nada protege a los otros sin que vean cómo un destino que forjó lo iba a destruir pero ese camino fue el mismo que él decidió crear y nunca rechazara ya que la cicatriz está en el pecho nunca en su espalda nunca le da la espalda a nada incluso si la muerte le depara...

Solo 10 días quedan...

El Rompecabezas de la Magia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora