-Camino a la libertad-

17 1 0
                                    

"En este camino que hemos decido tomar no hay segundas oportunidades. Las cosas se te presentan una vez, las tomas o las dejas. Así es la vida cuando decides seguir tu camino hacia la comprensión del ser y cuando mueras dejaras este mundo mejor de lo que estaba cuando viniste."
LR, The Prayer

Manuel acompaño a Lumina a su habitación. La mayoría también ya se habían retirado a hacer las maletas.

Lumina caminaba casi a la par que el a pesar de sus cortas piernas por su altura. Manuel era más alto y caminaba a zancadas.

-Oye, piernas cortas.- dijo Lumina.

Manuel la tomó del brazo y la jalo para que fuera a sus pasó.

Llegaron a la habitación. Lumina sacó de su bolsillo las llaves y abrió.

Ambos entraron. Lumina se lanzó a su cama y ahí se quedo. Manuel se la quedó viendo y luego se sentó en la silla del escritorio.

Platicaron un rato. Lumina estaba muy cansada, y Manuel en su plan con maña  quería dejarla dormida para asegurarse que estaba bien.

Un rato después se quedo dormida con la cháchara de Manuel acerca de cómo le gustaba que Caridad fuera íntima amiga de Sadie.

Cuando ya estaba dormida, se levanto, agarro una manta y se la puso a Lumina encima.

Salió sin hacer ruido.

Camino por el pasillo. Pasó por la habitación de Caridad a comprobar que estuviera bien y también a la Sadie.

Todas dormían plácidamente. Así que lo dejaba tranquilo y en paz.

Camino por la escuela hasta llegar a su habitación en la torre de los hombres.

Su habitación estaba en penumbras. Se sentó en la cama y pensó en los acontecimientos. Eso era su costumbre. Sentarse en la habitación y pensar que había pasado, era su manera de atormentarse.

Se acostó en su cama. Viendo al techo. Un momento después, cuando ya casi se dormía alguien tocó en su puerta. Se levanto maldiciendo y se encontró a Gael en la puerta con su pijama de niño pijo.

-Espero que tengas un buen motivos para levantarme, suripanta.- dijo Manuel haciéndolo pasar.

-Y lo tengo.- dijo Gael enarbolando en su mano las llaves de un coche.- Conseguí algo mejor que una Suburban. Conseguí mi propia camioneta setentera.

-Que bueno. Ahora déjame dormir.

-Y otra cosa. Mañana nos vamos de aquí. Le dije a mi padre que nos consiguiera un permiso de una semana para salir de la escuela. Se supone que iremos a su empresa a hacer prácticas de finanzas y de paso nos ponen nueve en mate a todos.

Manuel se le quedó viendo y sonrío.

-Neta, te amo wey.- dijo él con sinceridad.

-De nada. Ahora hay que hacer maletas para más tiempo. También conseguí que me prestaran la casa de campo. Así que podremos estar cerca de la ciudad y entrenar. Regresamos para la fiesta de Nochebuena.

Gael y Manuel se quedaron un rato platicando y luego de un rato Gael se fue a su habitación.

Ahora sí Manuel se quedo dormido.

Micael y Fabel se encontraron por la mañana con Héctor para ayudar a las chicas con sus cosas.

Lumina y Sadie ya estaban listas cuando Fabel levanto las maletas y Miacel iba a buscar a Caridad, que salió de su habitación hecha un lío de bolsas,

Miacel le tomó las bolsas y se reunieron con las demás.

-Vale, vamos a ver a Manuel y Gael que están llenando el coche.

Al llegar a él luego vieron una camioneta color azul oscuro como la máquina del misterio de Scooby Doo. Manuel y Gael la estaban acomodando par que entraran sus cosas de manera adecuada. Fabel se acercó y le pasó a Manuel las maletas de las chicas. Héctor se acercó también y solo Micael se quedo con ellas, picoteando las con su dedo.

Nadie cuestionó que fuera una Suburban o no, y cuando Manuel las saludo Lumina compartió unos breves comentarios con el.

Una hora después, las maletas de todos, las guitarras de cada uno de los chicos, y un gato escondido entre las maletas, partieron por la carretera principal.

Micael puso su música hipster y platicaron de sus planes para la semana, que en realidad eran hacer fogatas, ver el amanecer y entrenar viendo videos de YouTube y anime.

-Una panda viendo Kung Fu Panda para inspirarse.-dijo Sadie, que están sentada junto a Caridad. Ambas estaban agarradas de la mano.- Que bello.

-Tu estas bien guapa como panda, mi amor.- dijo Caridad.

Sadie rió mientras ambas seguían escuchando a Micael cantar en un tono que no le quedaba.

Lumina como siempre, ya se habia quedado dormida en la ventana. Se veía cansada, aunque en realidad no había hecho nada.

Manuel estaba al volante con Gael de copiloto, le daba las instrucciones de cómo llegar a la casa de campo que estaba en las afueras de la ciudad.

Tardaron aproximadamente tres horas en llegar, en esas horas Micale no dejó de cantar, Fabel no dejó de picotear a Caridad y a Sadie y Héctor de dibujar en un pequeño cuadernillo con una pluma rosa.

De repente, cuando voltearon a ver a Lumina, había una bestia negra en su regazo, la bestia se restituía y le lamia los brazos. Un gato.

El caos se adueñó del lugar mientras Fabel gritaba:

-¡Un demonio felino!

Micael se le quedó viendo y luego reparo en el gato. Callo de repente y todos empezaron a moverse para quitárselo de encima a Lumina, pero en realidad solo consiguieron despertarla repentinamente.

Están espantada y grito. Luego le empezó a dar un ataque de asma. Manuel freno, disparando a Sadie al regazo de Caridad, ambas quedaron en una posición repentina. Sadie con su pecho en la cara de Caridad, y ella a la vez con su mano en los senos de Sadie.

Fabel aplasto a Héctor con su peso, y a para su mala suerte el trasero de Fabel aterrizó en la cara de Héctor.

Solo Micael no se estrelló contra nadie y estaba de alguna manera junto a Lumina tratando de calmarla y de comprender que hacía un gato ahí.

-¿Que hace un gato aquí?.- preguntó Manuel cuando ya se había bajado junto con Gael y estaba junto a Lumina.

-Botitas.- dijo Lumina entrecortadamente. Manuel le pasó su inhalador.

-¿Trajiste un gato?.- preguntó Sadie.

Lumina procedió a explicarles que el felino era un guardián para ella. Aunque en realidad no sabe cómo había llegado ahí.

Así que decidieron quédeselo, al fin y al cabo era un amigo en parte.

Manuel y Gael volvieron a subirse y siguieron su camino hasta entrada la tarde.

Lumina acariciaba al gatito en su regazo y se volvió a quedar dormida mientras Botitas ronroneaba.

El Rompecabezas de la Magia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora