-Sangre inocente-

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"Morir no es el problema. El problema es lo que dejas atrás. No puedes hacerlo, y más tomando en cuenta que mucha gente inocente ha dado su vida por ti."
LR, The Prayer

Micael despertó en medio de la noche al recordar que tenía que buscar en su mochila los cuarzos que les daría a sus nuevos amigos.

Para Sadie había escogido un cuarzo color rosa. Su nombre era Nami.

Para Héctor un cuarzo morado veteado con blanco, que por nombre tenía Pío.

Finalmente para Gael, un cuarzo citrino, como el de el. Su nombre era Mantalia.

Luego de prepararlos de manera indicada se sentó en la cama, y observó a Manuel en la otra cama con Héctor.

Checo su celular, y después se volvió a acostar.

Empezó a pensar en los sucesos que se habían dado en todo ese poco tiempo que llevaban siendo amigos. Su amistad crecía cada vez más hasta alcanzar algo que no supo describir.

Se empezó a quedar dormido. Eran las tres de la mañana así que no era extraño que se sintiera cansado, pero en si, la situación estaba bastante prometedora como para caer dormido.

Pero entonces para su mala suerte una alarma sonó en todo el edificio.

Se quedo un momento digiriendo la realidad y luego se levanto. De paso despertó a sus amigos jalándolos de los pies.

-Arriba. Se acaba el mundo.- dijo Micael.

Manuel se despertó alterado y tiro de la cama a Héctor.

-Oye,¿Qué te pasa?.- preguntó Héctor, que estaba en el piso.

Micael lo levanto del piso con un jalón del brazo.

-Es la alarma de algo.- dijo Micael.-Incendio o sismo. Salgamos.

Abrió la puerta y se encontró a Sadie, Caridad y Lumina en la puerta.

Sadie se veía tranquila, en cambio Caridad no tanto.

-¿Están bien?.- preguntó Manuel.

-Si, solo fue el susto.- dijo Lumina.

La puerta de Gael y Fabel se abrió, ambos salieron corriendo hacia donde estaban ellos.

-Bajemos.- dijo Gael.- al parecer es un incendio en la planta de arriba.

Todos bajaron lo más rápido posible hasta llegar a la recepción, donde Miss Gertrude estaba gritando como loca desquiciada.

-Solo ustedes bajaron.- dijo ella.- los otros no lo han hecho. No pueden acceder al piso superior, esta bloqueado.

En su voz había algo parecido al miedo. Tal vez por qué tenía sentimientos y le importaba que hubiese alguien muriendo calcinado arriba, o simplemente como cualquier maestro del ITAE le importaba nada más su trabajo.

Lumina, inocentemente quizo preguntar algo. No por qué no supiera quién estaba arriba, si no por qué quería una confirmación.

-Los de primero están en esa planta, ¿Verdad?

-Si.

Llego un policía de la entrada y los saco a todos a la calle.

Se pusieron prudentemente alejados de el edificio. Los bomberos llegaron quince minutos tarde.

Después de eso, todo sucedió como un borrón. Ninguno de los presentes supo cómo pasaron los siguientes acontecimientos, por qué se quedaron sumidos en un sopor.

De alguna manera el fuego se había iniciado con una chispa de un cargador de células mientras dormían. La chispa se le pego a las cortinas, y de ahí el fuego.

Que no pudieran accesar a la planta fue por qué la puerta de incendios estaba bloqueada misteriosamente.

Estaban en el camión de la escuela de nuevo. Los ocho sentados en la parte trasera, y Miss Gertrude en el asiento delantero.

-Eso nos pudo haber pasado a nosotros.- dijo por fin Héctor.

Los demás se quedaron en silencio al escuchar esta afirmación, sopesando sus palabras.

Micael lo volteó a ver.

-Tienes razón.

La realidad es que eran un poco cómicos, en pijama, con las caras demacradas y sus pertenencias mágicamente se salvaron.

Eran las seis de la tarde cuando llegaron a la escuela. Los directivos los mandaron a sus habitaciones a pesar de sus reclamos, y les advirtieron que no salieran o habría consecuencias.

Todos se quedaron en su habitación. Cada uno con sus pensamientos. No bajaron a cenar, nadie lo hizo.

Al otro día los convocarían a una asamblea. Por lo mientras tendrían que quedarse en sus habitaciones hasta que les avisaran.

Caridad y Sadie se escaparon a la habitación de Lumina, por qué al parece no tenían nada que perder.

Los hombres por su parte se reunieron en la habitación de Micael.

Una vez más no pudieron unir las ideas a pesar de todo en las conversaciones por el grupo de WhatsApp.

En otra parte de la escuela Juliána discutía con su amiga Hilda acerca de lo que había pasado por el celular.

-No puedo hacer nada si ella se pasó a su bando. En realidad aunque trate de suprimirla ya conoce lo que es.- dijo Juliana.

-Por lo menos debiste tratar de matarlos de manera exitosa, por qué ya ves, siguen vivos.-dijo Hilda.

Juliana caminaba en su habitación de lado a lado como una fiera encerrada.

Estaba en ropa deportiva con el cabello levantado en un moño.

-Y aparte ahora Gael anda con ellos. No sé cómo pasó, pero es demasiado.-dijo Juliana.

-Dejemos claro algo. O haces bien tu trabajo o no podré hacer nada más que reportarte con nuestro jefe. Has hecho todo mal.- amenazo Hilda.

-Bueno, la próxima si va a salir.

El Rompecabezas de la Magia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora