-¿Que se siente ser un angel?-

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"A simple act of kindness can change the course of a lifetime"
-Unknown

Salieron a la noche fresca. Manuel encabezaba la comitiva, llevando varias de las armas. Los demás caminaban detrás de él.

-Vale, entremos rápido al hotel.- dijo Fabel.

-Iré a ver si hay alguien y les aviso.- dijo Héctor.

-Mejor entremos por la parte de atrás.- apostilló Lumina.- La escalera de incendios está en el callejón por donde entran los camiones.

-Buena idea.- aprobó Manuel.

Caminaron al callejón y subieron por la escalera son que nadie los viera.

La noche estaba despejada de nubes y se veía claramente la luna sobre ellos. Manuel abrió la puerta en el séptimo piso.

Entraron a un pasillo. Las paredes pintadas de amarillo, las alfombras rojas, pomos dorados en las puertas. Ostentoso. Solo él ITAE era así.

Micael se detuvo en la puerta de una habitación. Saco las llaves.

La habitación era igual de ostentosa que el pasillo. Una vez que la puerta estuvo sentada se sentaron a platicar hasta que los llamaran para la cena.

Fabel de puso a jugar a las espaditas con Héctor, Manuel y Micael.

Gael se quedó con las chicas platicando de sus problemas emocionales con su novia. Más bien su ex novia.

Al parecer el estaba terriblemente enamorado de ella, pero no podía soportar que ella anduviera teniendo aventuras con otro. Ese otro siendo uno de sus mejores amigos, había sido un gran golpe para su autoestima.
Sus otros amigos no le hicieron caso, a excepción de Lumina, y ahora estaba ahí por qué el grupito lo aceptaba como era. Ñoño y poser, pero lo aceptaban.

A las nueve tocaron a la puerta de la habitación. Miss Gertrude entró se encontró con los jóvenes luchando.

- ¿Qué está pasando aquí?.- preguntó claramente molesta. Cuando bajaron las espadas, ella continuó.- Puedo reportarlos. Pero no lo haré por que es demasiado papeleo, guárdenlas y hagamos como que no pasó. Bajen a cenar.

Guardaron las armas  en una maleta que habían llevado especialmente para guardar sus nuevos juguetes.

Lumina y Sadie se adelantaron a todos para llegar a el comedor, donde ya había un buffet.

-Oh my, creo que las visitas de la escuela solo valen por la comida.-dijo Sadie.- La dueña de la escuela se está hinchando de dinero para comprar hoteles.

Lumina rió.

Se sentaron en una mesa grande donde los ocho cabrían perfectamente.

Héctor llego gritando al lugar con Manuel en la espalda de Fabel y Gael en la de Micael.

Miss Gertrude los regalo y los hizo sentarse en orden para rezar.

Una vez terminado el rito se levantaron para ir al buffet, y que estaba lleno de guisados, panes, arroz, cereales y una cantidad enorme de postres.

A Fabel se le hizo agua la boca y Dudu ojos brillaron al ver una comida decente sobre la mesa. Tomaron los platos y se sirvieron copiosamente.
Bueno, Lumina en realidad comió la misma cantidad de siempre y Héctor la multiplicó por diez.

El Rompecabezas de la Magia©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora