3. "Me Llamo Alonso"

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Iba caminando hacia el comedor, en lo que llevaba del día no me volví a encontrar con aquel chico pelirrojo, quería disculparme por contestarle así, y lo más extraño es que no he visto a Sam. Ni a Jos.

—¡Camila! —escuché que me gritaron desde atrás, extrañamente era Jos así que me detuve, él venía corriendo hacia mí.

—¿Qué sucede, Jos? —pregunté una vez que llegó junto a mi.

—¿Y tu hermano? No lo he visto desde que me fui con Rebecca.

—No lo sé, tampoco lo he visto —dije contestando desinteresada y seguí caminando siendo seguida por Jos.

—¿Desayunarás? —preguntó llegando nuevamente junto a mi.

—Por supuesto, muero de hambre.

—Puedo... Eh... ¿Acompañarte? —preguntó sonriendo.

—Claro —le respondí devolviendole la sonrisa, todo iba tan bien hasta que escuché esa horrible voz chillona, probablemente la voz más irritante del mundo: la voz de Rebecca.

—¡Josi! —le gritó a Jos. —¡Espérame, cariño! —gritó y Jos volteó a verla y sonrió, vaya, siempre pensé que esa sonrisa solo era cuando estaba conmigo, pero al parecer no. Me engaño a mi misma, ¿por qué Jos tendría una sonrisa especial para mi?, sólo soy la hermana de su mejor amigo.

—¡Rebecca! —le dijo Jos sonriendo y abrazándola cuando llegó hasta él.

—Hola, Cami —se acercó a saludarme y me abrazó.

Iugh, me pegará lo fresa.

—Hola, Rebecca —le respondí tratando de sonar amable.

—¿A dónde iban, Josi? —le preguntó a Jos mientras subía sus brazos hasta el cuello de él.

—Acompañaba a Cam a desayunar.

—Oh, pues vamos, yo también quisiera desayunar —dijo tomando la mano de Jos, sonreí "amablemente" y seguimos caminando.

(...)

Estaba formada para tomar mi desayuno mientras Rebecca y Jos estaban sentados en una mesa cerca de ahí, ya tenía mi desayuno y me dirigí a la mesa donde estaban ellos y a lo lejos pude observar a Sam que venía corriendo hacia mí, alcé la mano como saludo pero choque con alguien y mi desayuno cayó al piso.

—¡Oye! ¡Mira por donde... —me quedé callada al darme cuenta que era el chico pelirrojo de la mañana.

—Oh, perdóname —me dijo apenado.

—Oh, no... perdóname tú, estaba distraída —le dije dándole una sonrisa nerviosa.

—Sí, no hay problema, pero discúlpame tiré tu desayuno —dijo viendo mi hermoso desayuno embarrado en el suelo de la cafetería. —Si quieres puedo... Invitarte otra cosa —dijo rascándose la nuca.

—Oh, no, no importa, no tenía demasiada hambre de todas maneras —le dije pero mi estómago traicionero comenzó a hacer ruidos y sonreí.

—Por supuesto. —dijo sarcástico. —Ven, vamos. —hizo un gesto para que lo siguiera, me compró el desayuno de nuevo y nos fuimos a sentar a otra mesa, por una parte me alegro que no estaré con Jos y su odiosa novia, pero de alguna manera su compañía me alegraba, estando su novia o no.

—No debiste haberte molestado —le dije refiriéndome a mi desayuno.

—Claro que sí, en la mañana te moleste y ahora te tiré tu desayuno, de alguna u otra forma debía recompensarte. —dijo dándome una media sonrisa.

Dos Chicos, Una Decisión #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora