28. Debo Enamorarme

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Era de día, me despertaron los ronquidos de Freddy quien aún seguía profundamente dormido y con la boca levemente abierta.

Tomé mi celular y le tomé una foto, se me olvidó quitarle el flash pero Freddy ni siquiera se movió.

Salí de la habitación aún con la pijama puesta y bajé a la cocina por un vaso de agua, espero que tengan agua.

—Buenos días. —dijo una voz ronca detrás de mi.

—Hola. —respondí sin emoción para continuar buscando un vaso.

—Escucha, disculpa por tratar así a tu novio. —dijo Jos caminando hasta pararse junto a mi.

—Ajá. —le respondí cortante para caminar ahora hasta la nevera a buscar agua.

—Cam, no me ignores así. —dijo siguiéndome.

—En lugar de estar aquí tratando de disculparte deberías estar con tu novia, está embarazada y debes cuidarla. —le dije y serví agua en mi vaso, Jos bufó.

—Aún está dormida. —dijo mirándome a los ojos, esos hermosos ojos que solo el tiene que definitivamente hace que me pierda en ellos... No me había dado cuenta que estaba despeinado y lo hacía ver tan sexy y tierno a la vez que podría... Oye Camila tranquila, concéntrate en Alonso.

—Buenos días. —dijo Alonso llegando a la cocina, gracias por aparecerte en este momento.

—Buenos días. —le respondí sonriendo, él se acercó a mi y dio un beso en mi mejilla.

Jos rodó los ojos.

—Iré a ver a Rebecca. —dijo y se fue.

—¿Por qué se comporta así? —preguntó Alonso mirando por donde se había ido Jos.

—Compréndelo, soy como su hermana, nunca había tenido un novio y supongo que siente la necesidad de protegerme, como Freddy. —le dije dándole una media sonrisa y mirándolo a los ojos.

—Nunca te haría daño, Cam. —dijo acariciando mi mejilla, bajé la mirada y él me tomó de la barbilla para elevar mi rostro y dio un beso en mis labios, me tomó por sorpresa como la última vez pero sonreí.

—Lo sé. —dije sonriendo y ahora la que le dio un beso fui yo, ahora somos novios y si debo aparentar que estoy feliz que así sea.

(...)

Estábamos todos en la sala sentados en los sofás, Jos abrazando a Rebecca, Freddy y Bryan platicaban animadamente y yo estaba con Alonso quien por supuesto también me estaba abrazando.

—¿Hola? —dijo Freddy contestando su celular ya que estaba sonando. —Oh, sí ya estamos aquí, ¿sí vienes?.... De acuerdo... Sí, trae algo de comer... Nos vemos. —dijo y colgó.

—¿Quién era? —pregunté.

—Era Alan, dijo que ya venía. —respondió y guardó de nuevo su celular.

—¿Y por qué no se vino ayer con nosotros?

—Dijo que primero debía arreglar cosas en su departamento todo ese día y después ya venía, o sea hoy. —dijo explicándome, yo asentí.

—¿Quieres salir a caminar? —me pregunto Alonso.

—Claro. —le respondí sonriendo.

—Nosotros vamos con ustedes. —dijo Jos levantándose del sofá.

—Ay Josi, pero estoy embarazada. —se quejó Rebecca.

—Puedes quedarte, yo iré para... Ya sabes... Conocer mejor a... Mi cuñadito. —dijo Jos tratando de sonreír.

—¡Pero yo quiero estar contigo Josi! —se quejó Rebecca.

—Jos, quédate con ella. —le dijo mi hermano viéndolo serio, Jos rodó los ojos y se sentó de nuevo junto a Rebecca.

Alonso me tomó de la mano y salimos de la cabaña.
El día estaba soleado, no hacía mucha calor pero tampoco hacía frío, digo estamos en pleno verano, ¿por qué haría frío?

—Cam... —me llamó Alonso.

—¿Qué sucede? —pregunté y él paró de caminar.

—¿Por qué Jos me odia? -apreguntó alzando una ceja.

—No tengo idea, últimamente se ha estado comportando muy raro. —dije encogiéndome de hombros, él suspiró.

—Bien. —fue lo único que dijo.

Seguimos caminando, ninguno de los dos decía palabra alguna, era verdaderamente incómodo.

No sé si lo que estoy haciendo sea lo correcto.
Prácticamente estoy utilizando a Alonso para olvidar a Jos, ¿eso funcionaría? O mejor dicho, ¿eso está bien? No quiero lastimar a Alonso, aunque creo que ya es muy tarde, o tal vez no, si termino con él antes de que se encariñe más conmigo no será tan malo, o al menos eso creo.

Es que Jos es perfecto, esos hermosos ojos, su sonrisa, su voz, su risa y no solamente su físico, también su personalidad, aunque últimamente ya no sé quién es por su comportamiento hacia Alonso.

Y por otro lado esta Alonso, su sonrisa es muy linda, sus ojos también son hermosos, su personalidad es... Agradable, a veces suele ser muy cursi, pero de alguna manera me agrada que se así, tal vez sea porque nunca nadie antes me había tratado de la manera en la que él lo hace.

—Camila. —me habló Alonso pasando su mano frente a mis ojos sacándome de mis pensamientos. —¿Qué te sucede? —preguntó preocupado.

—Nada, solo... Estaba pensando. —le dije restándole importancia con un encogimiento de hombros y continué caminando, Alonso llegó junto a mi y tomó mi mano.

—¿Era algo malo? —me pregunto tímido.

—No, para nada. —le dije y lo abracé.

Ahora mis ideas son más claras, si quiero olvidar a Jos necesito enamorarme de Alonso.

—¿Quieres regresar a la cabaña? —preguntó sin apartarme de él.

—Sí, quiero ver si mi primo ya llegó. —le dije, él asintió pero paró de caminar.

—¿Qué pasa? —le pregunté frunciendo levemente el ceño.

—Nada. —suspiró sonriendo. —Es que aún no puedo creer que seas mi novia. —dijo y noté un lindo brillo en sus ojos, yo sonreí y lo besé, ¿saben que sentí?

Absolutamente nada.

Me siento mal por Alonso, él me quiere, yo lo quiero pero no de la misma manera que él.

Haré que eso cambié, cueste lo que cueste.

Dos Chicos, Una Decisión #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora