5. El Parque De Diversiones Pt.2

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Llegamos al tan anhelado, por parte de Freddy, parque de diversiones.

Estaba repleto de familias con sus respectivos hijos, algunos niños parecían ser unos angelitos y otros todo lo contrario.

Freddy iba corriendo junto con Bryan para subirse a una montaña rusa, Jos quería ir pero a Rebecca le daba miedo y mejor se quedaron a esperarlos ahí.

—¿Tu quieres ir Cam? —me preguntó Alonso.

Lo pensé por unos segundos y al final contesté.

—No, quedémonos aquí —y sonreí, no soy muy fan de las montañas rusas y prefiero quedarme aquí, con los pies en el suelo, a salvo.

—Bien, pues, aquí nos quedamos —dijo Alonso sonriendo y sonreí, detrás de Alonso estaba Jos mirándonos pero cuando se percató que lo estaba viendo giro la cabeza hacia donde estaba Rebecca.

Y repito, Jos está muy raro.

—¿Quieres ir por algo de comer Cam? Yo invito —preguntó Alonso sacándome de mis pensamientos

—Eh... No, Alonso, no quiero que gastes —le dije apenada

—No hay ningún problema, Cam. —contestó amablemente. —¿Quieres algo? —insistió.

A unos cuantos metros pude ver a un vendedor de algodón de dulce, oh Dios, hace tiempo que no como uno.

—Sí, de acuerdo. —le dije bajando la mirada

—Bien, ¿vamos? —preguntó levantando mi barbilla haciendo que lo mire y solo asentí con la cabeza y caminamos. Seguimos caminando y estabamos a punto de llegar junto a el vendedor de los algodones. —¿Quieres uno? —me preguntó Alonso dándose cuenta que miraba aquellos algodones y asentí con la cabeza

Alonso fue a comprarlos, dijo que compraría uno para él, yo me quedé sentada en una banca solitaria que estaba frente al señor que vendía, pude ver desde el lugar donde estaba que Jos estaba serio, nunca estaba tan serio cuando estaba con Rebecca, normalmente reía, la abrazaba, la besaba... Y yo me ponía celosa.

—Aquí tienes, Cam. —dijo Alonso entregándome mi algodón.

—Gracias. —le agradecí tomándolo y sonriendo

Me he dado cuenta que no puedo dejar de sonreír cuando estoy con el, tal vez su sonrisa es contagiosa, porque él tampoco deja de sonreír.

—Regresemos al lugar donde estábamos, tal vez mi hermano ya salió de la montaña. —le dije levantándome, el asintió y caminamos hasta el lugar donde estábamos antes, y donde por supuesto, aún seguían Jos y Rebecca ahí.

—Hola. —saludé a Jos

—Hola, Cam. —me saludó sin expresión alguna

—¡Cami! —saludó Rebecca y me abrazó, iugh

—Hola —le dije tratando de sonar amable, vi a Alonso y él sonreía, sabía que ella no me agradaba.

—¿Quién es tu compañero? —preguntó con esa voz chillona que solo ella tiene y me irrita tanto.

—Soy Alonso. —se presentó y Rebecca estrechó su mano con la de él.

—Oh, eres el nuevo. —exclamó ella asombrada.

—Así es. —dijo él asintiendo incómodo.

No platicaron más, había una banca larga y Jos estaba sentado ahí con Rebecca, como aún había espacio me senté junto a él y Alonso se sentó a mi lado. Abrí mi algodón de dulce y comencé a comerlo, tomaba pequeños trozos con mis dedos y lo dirigía a mi boca. Alonso también estaba comiendo el suyo, los 4 estábamos en un silencio muy incómodo, Rebecca trataba de besar a Jos pero él solo se volteaba para que se lo diera en la mejilla. Y por milésima vez en el día volveré a repetir: Jos está MUY raro.

Dos Chicos, Una Decisión #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora