Dos Chicos, Una Decisión #1

8. "Nunca Digas Nunca Cam"

Bajé las escaleras para encontrarme con Alonso y Freddy y, para mi sorpresa, había llegado Jos. Desde que vivimos aquí parece que Jos también.

—Hola. —le digo a Alonso cuando llego a la sala.

—Hola, Cam. —me dice sonriéndome.

—Hola, Jos. —lo saludo y él solo me sonríe.

—¿Qué te trae por aquí? —le pregunto a Alonso sentándome junto a él.

–Quería ver cómo estabas. —me dijo sonriendo. —Ya sabes, después de lo de la salida no supe más de ti y... me preocupaste. —admitió viendo al suelo.

—¿Qué sucedió en la salida? —preguntó Freddy morándonos a ambos con el entrecejo fruncido.

—Estuve estornudando mucho y mis ojos estaban muy llorosos, te dije que tal vez me iba a dar gripe. —le respondí y Alonso me miro confundido. —¿Quieres salir? —le pregunté a Alonso y él asintió aún confundido.

Me levante y él se levantó detrás mío, se despidió de mi hermano y Jos y salimos.

—¿Por qué le dijiste eso a tu hermano? —preguntó confundido una vez que estuvimos fuera de casa.

—Alonso, no quiero hablar sobre eso. —le dije mirando al suelo, sentí la mano de Alonso levantando mi barbilla haciendo que lo mirara

—Hey, tranquila, si no quieres hablar de eso, lo comprendo. —me dijo sonriéndome, yo solo asentí y por instinto lo abracé, lo tome por sorpresa pero al final me regresó el abrazo, no fue cualquier abrazo, lo sentí lleno de cariño, Alonso me apretaba suavemente, como si no quisiera soltarme nunca, gire a ver a la puerta de mi casa, Jos iba saliendo de ella, se nos quedó mirando serio y camino rápido a su casa sin mirar atrás.

Me separé de Alonso, aunque de alguna forma su abrazo fue reconfortante, de pronto la tristeza desapareció y fue reemplazada por felicidad.

—Cam... ¿Recuerdas que te pedí una cita? —dijo mirando hacia el piso.

—Claro. —respondí y noté que Alonso tenía un leve rubor en las mejillas.

–¿El viernes está bien? —preguntó. —Después de la escuela.

—Me parece perfecto. —respondí sonriendo.

—Bien. —sonrió. —Debo irme Cam, nos vemos mañana. —me dio un beso en la mejilla para dirigirse y subir a su auto, me despedí de él con la mano y se fue.

Entré a casa y Freddy estaba viendo la televisión.

—Hey, al fin te soltó ese chico. —dijo Freddy al verme entrar, lo miré confundida.

—¿Al fin? —cuestioné a Freddy quien al parecer se dio cuenta de lo que dijo y no respondió. —¿¡Me estabas espiando Alfredo!? —le grité.

—¿Qué? ¡No! —me dijo y lo mire seria sin creerle una sola palabra. —Ya, ok, sí, te estaba espiando —declaró encogiéndose de hombros.

—¡Freddy! —me quejé mientras le daba un golpe en el hombro.

—Perdón Cam, es solo que... Necesitaba cuidarte, ese tipo no me agrada mucho. —dijo mi hermano haciendo una mueca.

—Pues lo lamento Freddy, pero aunque no te agrade saldré con él este viernes. —le avisé caminando a la cocina.

—¿¡Qué!? —gritó caminando hasta mi.

—Como oíste, Freddy. Lo lamento, pero ya estoy lo suficientemente grande como para poder salir con quien yo quiera. —le dije con cara triste, nunca había salido con alguien porque yo seguía esperando a Jos.