Dos Chicos, Una Decisión #1

38. ¿Él O Yo?

Durante la fogata se sentía la tensión que había entre Alonso, Jos y yo. Freddy no nos prestaba atención ya que estaba muy ocupado dándole cariño a Melina como para hablarnos.

Alonso no me miró en ningún momento, sólo veía el fuego de la fogata sin apartar la vista en ningún momento.

Jos estaba a una distancia favorable de mi, le dije que necesitaba un poco de espacio, lo único que yo quería era alivianar un poco el ambiente que se había formado debido a aquella escena de hace unas horas.

—Bien, es hora de regresar, ya es de noche y debemos dormir. —dijo Freddy levantándose, tomó de la mano a su novia, apagó el fuego y se fueron.

Sin decirnos nada.

Vaya que está enamorado.

Comencé a caminar, Alonso iba hasta adelante con las manos metidas en los bolsillos delanteros de su pantalón.

Iba distraída pensando en como arreglar las cosas con Alonso o, podía dejarlo pasar y ahora ser feliz con Jos. Estaba muy ocupada pensando que no me di cuenta que Jos iba detrás mio hasta que me tomo del brazo.

—¿Qué sucede Cam? Pensé que ibas a estar feliz. —dijo haciendo una mueca.

—Lo estoy. —mentí haciendo una sonrisa forzada.

— No parece. — dijo triste. — Cam, facilité las cosas, ahora que ya no estás con él podemos estar juntos. — me tomó de ambas manos.

—Jos, yo sólo quiero platicar con Alonso y... Terminar bien. —le dije haciendo una mueca, lo que yo en verdad quería era aclararle las cosas a Alonso, de alguna manera el que me viera besando a Jos hizo que me sintiera la peor persona del mundo.

—De acuerdo, te dejaré unos minutos sola con él en la habitación. —dijo y besó mis manos, yo asentí y comenzamos a salir del bosque en el que estábamos y una vez afuera Jos se fue hacia otro lado y yo me fui directa a la habitación.

Estaba muy, muy nerviosa, ¿cómo le iba a explicar a Alonso lo que había sucedido?

Una vez que estaba parada frente a la puerta de la habitación estaba debatiendo en mi mente sobre si debería entrar a la habitación o quedarme afuera e irme a dormir con Freddy.

Me armé de valor y giré la perilla de la habitación dejando ver a un Alonso acostado boca arriba viendo hacia el techo.

—Si vienes a terminar conmigo ahórratelo, no quiero saber más de ti Camila. —contestó en un tono frío. —Ojalá seas feliz con él. —se levantó de la cama dispuesto a salir por la puerta pero lo tomé del brazo.

—Alonso... Yo... —comencé nerviosa, no quiero perderlo, no quiero que se vaya y no me bese o me abrace. —Perdóname, perdóname por lo de hace rato y-yo... No sabía lo que estaba haciendo. —dije y una lágrima cayó y seguida de esas comenzaron a salir más.

—¿'No sabías lo que estabas haciendo!? —soltó una carcajada llena de amargura. —¡Camila no soy estúpido! —estaba enojado, realmente enojado, y todo por mi culpa.

—Alonso... Y-yo... Perdóname. —le pedí sin dejar de llorar.

—No lo sé, Cam. —dijo un poco más tranquilo. —Debo pensarlo, te seré sincero... Nunca creí que fueras capaz de hacerme esto. —suspiró. —Dormirás en la cama, yo me voy a acostar en el suelo. —dijo volviéndose a donde estaba anteriormente antes de que entrara y comenzó a sacar almohadas y las puso en el suelo.

—Bien. —dije y me acerqué a la cama, minutos después Jos entró a la habitación, me alegró que Alonso haya decidido dormir en el suelo, así Jos creerá que sí terminamos.

(...)

—Buenos días, hermosa. —dijo Jos quien estaba junto a mi.

—Buenos días. —dije confundida, me incorporé y observé por todos lados buscando a Alonso en alguna parte de la habitación.

—No está. —dijo levantándose. —Y no sé a dónde iba, solo salió. —se encogió de hombros.

—Ok. —dije y me estiré.

—Sí terminaron... ¿Verdad? —preguntó mirándome fijamente. Comenzaba sentirme nerviosa, no terminé verdaderamente con él, sólo... Ni siquiera sé si aún somos novios.

—S-sí. —dije y Jos sonrió.

—Que bueno. —dijo sin borrar la sonrisa de su rostro. —Ahora podemos estar juntos.—dijo sentándose junto a mi y tomó mis manos, iba a acercarse para besarme pero fui rápida y me levanté de la cama, no quiero besarlo hasta estar segura que ya no tengo nada que ver con Alonso.

—Me daré un baño. —dije entrando rápidamente al baño y cerré la puerta con seguro.

(...)

Según Freddy hoy era día de hacer lo que quisiéramos, pero sé porqué lo hacía: quería estar a solas con Melina.

Vaya que le pegó duro el amor.

Antes de que Jos o Alonso me llamaran me fui, caminé por todos lados pensando en lo estúpida que he sido pero verdaderamente los quiero.

Jos es mi amor de la niñez, y sin duda me sigue gustando.

Y Alonso comenzó siendo una distracción, pero terminó convirtiéndose en algo más que eso.

—Cam. —me tomaron de la mano e inmediatamente me giré encontrándome con unos ojos color avellana hermosos.

—¿Qué sucede? —pregunté ya que lo veía emocionado pero a la vez nervioso.

Comenzó a juguetear con sus manos y después pasaba sus manos por su alborotado, y sexy, cabello. Hasta que se abalanzó sobre mi y me besó.

Me besó como la última vez, tierna y lentamente.

—¿Quieres ser mi novia? —preguntó juntando nuestras frentes.

—Bravo. —dijo alguien aplaudiendo. Era Alonso, de nuevo. —Que bellos se ven juntos. —dijo sarcástico.

—Ella ya no te quiere, Villalpando. —dijo Jos tratando de acercarse a Alonso pero lo detuve. En un momento Alonso estaba a mi izquierda y Jos a mi derecha.

Ahora literalmente estaba entre la espada y la pared.

— ¿Para esto me fuiste a pedir perdón ayer, Camila? — preguntó Alonso con el ceño fruncido.

—¿¡Le pediste perdón!? —gritó Jos.—¡Dijiste que ibas a terminar con él!

—Pues sorpresa, ¡no lo hizo! —gritó ahora Alonso, yo estaba en shock, las palabras no lograban salir.

—Camila, ¡explícate! —pidió Jos enojado.

—Y-yo... —tartamudeé, las lágrimas amenzaban con salir.

—Te lo pondré más fácil Camila, ¿Él o yo? —preguntó Alonso serio, ¿esto es ponerlo fácil?

Ahora debo decidir.