No, es que aún no puedo asimilarlo, le gusto a Jos, ¿y ahora es que me lo dice?
—¡Camila espera! —gritaba Jos detrás de mi. —¡Por favor, déjame hablar contigo! —suplicó y me detuve, no tenía sentido que huyera de él ya que tarde o temprano tenía que regresar a la habitación.
—Sí, yo... Lo lamento. —dije sonriendo avergonzada.
—Disculpa si te molesto o algo, pero yo debía decírtelo. —dijo mirándome.
—No, no me molestó, es sólo que... —suspiré. —Me tomó por sorpresa. —dije soltando una risita estúpida.
—Ven. —me tomó de la mano y entramos de nuevo a la habitación.
En estos momentos no sabía cómo reaccionar, había soñado con este momento desde hace años, pero ahora es diferente.
—Cam, escucha... —me tomó ambas manos. —Me gustas, y mucho, desde hace 10 años.
—¿En serio? —pregunté confundida. ¿¡Desde hace 10 años!?
—Es enserio... —hizo una pausa para después mirarme a los ojos. —Cami, yo quiero estar contigo, quiero estar junto a ti desde este momento, quiero tener una familia contigo, quiero que nos hagamos viejitos juntos... Te quiero a ti junto a mi, Camila. —finalizó sin dejarme de ver a los ojos, esos hermosos ojos que me han encantado desde pequeña junto a ese brillo que siempre había deseado ver.
—Jos... Y-yo... —comencé tartamudeando.
—Shh. —puso su dedo índice en mis labios para después acariciar mi labio inferior con su pulgar. —Quiero que seas mi novia Cam.
—Jos... Yo... No lo sé. —dije caminando hacia otro lado, como dije anteriormente siempre había soñado con este momento pero ahora no sé qué hacer, no quiero herir a Alonso.
—Cam... Si es por él yo creo que puedo entenderlo...
—No. —le interrumpí inmediatamente, había esperado este momento desde hace mucho tiempo y no iba a dejarlo pasar. Él levantó su vista hacia mi sonriendo. —Tú también me gustas Jos, desde hace muchísimo tiempo. —dije acercándome a él, era tiempo de decirle la verdad, sus ojos brillaron.
—¿De verdad? —preguntó sonriendo.
—Sí. —dije tímida, en un movimiento rápido Jos ya me tenía entre sus brazos envolviéndome en un tierno abrazo.
—No sabes cuánto tiempo estuve esperando éste momento Cam, me era difícil solo tratar de verte como una hermana. —dijo sin soltarme.
—¿Por qué no me lo habías dicho antes?
«Así me ahorraba el haber jugado con Alonso.»
—Freddy. —dijo separándose de mi, fruncí el ceño.
—¿Freddy? —le pregunté confundida, ¿qué tenía que ver mi hermano con esto?
—Tal vez te parezca estúpido. —sonrió. —Pero todo empezó desde el día en el que nos conocimos. Creamos como un "código", —hizo comillas con sus dedos. —sobre no acercarnos ninguno a la hermana del otro.
Ese es el Freddy sobre protector que conozco.
—Y lo cumplí, pero ya no resistía más. —dijo regresando al frente de mi, levanté la vista un poco para poder verlo a esos hermosos ojos que tiene ya que estaba un poco más alto que yo. Él sonrió. —Cam, si el sentimiento es mutuo deberíamos salir, tú no quieres a Alonso. —dijo mirándome fijamente.
—Tienes razón, y-yo... Iré a terminar con él. —Jos sonrió y me abrazó.
—Por fin estaremos juntos, Cami —dijo sin soltarme.
—Vuelvo en un rato. —dije separándome de él para ir en busca de Alonso.
Salí de la habitación pensando en qué era lo que iba a decirle a Alonso.
"Alonso, lo lamento pero yo nunca te quise, en verdad quiero a Jos así que esto es todo entre nosotros."
No, eso no.
"Alonso, terminamos, no eres tú, soy yo."
Ok, no, es muy típico.
Estaba totalmente frustrada, ¿cómo iba a explicarle que ya no quería estar con él?
—¡Cami! — me gritaron y giré a ver de quién se trataba, era Freddy quien venía corriendo hacia mi. —Ven, te tengo una sorpresita. —canturreó y yo lo miré confundida. —Sólo te pondré esto y te guiaré. —puso una benda en mis ojos y caminamos.
(...)
Después de unos cuantos tropiezos por culpa de Freddy por fin dijo que habíamos llegado, lo único que escuchaba era su respiración y la mía.
—Cuando te diga 'ya', te quitas la benda, ¿entendiste? —susurró a lo que sólo me limité a asentir.
Escuché sus pasos alejándose, la curiosidad me estaba matando, no sentía que hubiera más gente aquí así que los nervios me estaban consumiendo.
—¡Ya! — gritó Freddy, mis manos temblorosas se dirigieron hacia la parte de atrás de mi cabeza para poder desamarrar la benda que hacía que no viera nada.
Parpadeé seguidamente para poder ver bien, me encontraba en un pequeño salón, había velas y pétalos de rosa alrededor de un gran y lindo piano de madera. Estaba tan enfocada admirando la escena que no me había dado cuenta que Alonso se encontraba parado a unos metros del piano en un lugar donde la luz de las velas no lograban iluminar bien.
—Cam, tú sabes perfectamente qué es lo que siento por ti, pero... —se acercó a mi y tomó mis manos. —Te cantaré una canción, para que sepas que eres todo para mi.
Me quedé atónita ante su acto, se veía muy guapo, mi corazón latía rápidamente y cuando escuché las primeras notas provenientes del piano mi piel se erizo.
—Me pierdo en el recuerdo del silencio que ilumina tu cuerpo, y en esa gran sonrisa que dibujas en tu cara también... —cantó Alonso tocando el piano, mi piel se erizo cuando lo escuché cantar, tenía una voz angelical. —Abre los ojos quiero ver lo más profundo de tu ser... Eres mi amanecer, eres mi atardecer, eres la estrella que guía la luz de mi vida al anochecer... Eres mi amanecer, eres mi anochecer, lo que yo un día quería lo tengo en mi vida hoy estás aquí junto a mi... —finalizó mirándome, tenía una enorme sonrisa dibujada en su rostro.
Mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, no sé si era por la canción o porque simplemente me había dado cuenta que lo quería.
Que estos cuatro meses valieron la pena para aprender a quererlo aunque no me haya enamorado completamente de él y aún sienta algo por Jos.
Pero también me di cuenta que no puedo hacerle esto, no puedo romperle el corazón de esta manera.
—Te amo Cam, y eso nunca va a cambiar. —dijo frente a mi limpiando cada rastro de lágrimas que habían salido de mi rostro.
Lo abracé.
Ahora no sé qué demonios hacer con mis sentimientos.
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Dos Chicos, Una Decisión #1
FanfictionA Camila Leyva la vida le puso en frente a un chico guapo de hermosos ojos: Jos Canela. Pero como la mala suerte existe, nada puede suceder entre ellos. Él solo la ve como una hermana porque es la hermana menor de su amigo Freddy Leyva. Alonso Vil...