16. Te Tengo Una Sorpresa

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Sábado, eran las 09:00 am.

Froté mis ojos soltando un bostezo al mismo tiempo, debía apurarme para mi cita, noté que mi celular encendía y apagaba la lucesita que me avisaba que tenía un mensaje, así que lo tomé y sonreí instantáneamente al ver que se trataba de Alonso... Un momento... ¿Por qué sonrío?

Buenos días Cam, espero que estés lista a las 3:00 ;)
08:45 am

Vaya, este chico se despertó temprano, comencé a escribirle una respuesta.

Por supuesto que estaré lista, nos vemos en unas horas:)
Por cierto, buenos días.
09:02 am

Dejé mi celular en la mesa de noche que estaba junto a mi cama, aún seguía en pijama pero así bajé a la cocina, tenía hambre. Una vez que llegué abajo vi que Jos estaba dormido en el sofá, estaba mirando como dormía, se veía muy tierno, aunque ronque como león, de repente recordé que ayer me atrapó mirándolo y continué con mi camino hacia la cocina para evitar que me encontrara mirándolo de nuevo.

—Buenos días. —me dijo llegando a la cocina unos minutos después que yo llegué.

—Buenos días. —le respondí mirándolo, ¿¡por qué tiene que ser tan perfecto!? no quería que se diera cuenta que lo miraba atentamente de nuevo así que desvíe la mirada.

—Iré a mi casa a darme un baño y cambiarme de ropa. —dijo y después bostezó mientras se estiraba.

—De acuerdo, haré el desayuno, no tardes. —le comenté, él sólo giró a verme y sonrió... ¡Maldita Rebecca, te envidio!

Tomé harina, huevos y mantequilla para hacer unos cuantos hot-cakes para el desayuno en lo que Jos llegaba. Mientras hacía la mezcla no podía evitar pensar en Jos, todo el es perfecto, hasta sus imperfecciones lo hacen perfecto, ese lunar que tiene arriba del labio, sus hermosos ojos avellana, sus hermosas pestañas, esas cejas pobladas, una hermosa sonrisa, vaya, este chico me tiene loca.

Comencé a cocinar los hot-cakes, una vez que los terminé puse cuatro encimados en dos platos, les puse un poco de miel y los decore con fresas encima, ahora solo queda esperar a Jos.

—Huele muy bien. —dijo entrando por la puerta de la cocina sonriendo.

—Gracias. —respondí sonriendo, mi mente comenzó a imaginar que así sería si estuviera casada con él, llegaría de trabajar, yo le tendría la comida lista, me daría un lindo y tierno beso, me abrazaría y seríamos una familia feliz, lamentablemente eso solo sucedía en mi imaginación. El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos, era un mensaje de Alonso.

¡No puedo esperar a que sean las 3:00!
Ya quiero verte Cam:)
12:09 pm

Vaya, Alonso está ansioso, no pude evitar soltar una pequeña risa.

—¿Qué sucede? —preguntó Jos curioso mientras llevaba a su boca un trozo de hot-cake.

—Oh, no nada. —le respondí sonriendo, él asintió confundido pero ambos continuamos desayunando en silencio.

Ya era la 1:00 de la tarde, Alonso estaría aquí en dos horas así que debo apresurarme.

—Iré a darme una ducha. —le avisé a Jos él me miró asintiendo y subí las escaleras.

Tomé una relajante ducha de 20 minutos, salí envuelta en la toalla, se que no es debido estando Jos en casa pero se me olvidó mi ropa, así que salí lo más rápido posible y una vez que llegué a mi habitación cerré y le puse seguro a la puerta.

Tomé algo de ropa casual, un short, una linda blusa y sandalias, me maquillé, peiné y todo lo que debo hacer para estar exactamente quince minutos antes de las tres.

Bajé las escaleras encontrándome a Jos sentado en el sofá con su celular en las manos, cuando llegué poso su mirada en mi abriendo los ojos.

—¿Qué? ¿Tengo algo? —pregunté acercándome a un espejo, la mirada de Jos me había confundido.

—No, no, no, nada de eso. —se apresuró a decirme. —Es solo que... Te ves bien. —dijo acercándose a mi, sentí cómo el calor subía a mis mejillas

—Pues... Gracias. —le respondí estúpidamente y unos minutos después escuché que tocaron el timbre de la casa. —Yo abro. —le dije a Jos quien asintió así que caminé a la puerta para abrirla y encontrarme con un adorable Alonso parado en el margen de la puerta con una rosa blanca en la mano, cuando me vio abrió los ojos.

—Ho-hola Cam. —dijo Alonso, se notaba nervioso.

—Hola. —le dije sonriendo.

—Toma, es... Es para ti. —dijo entregandome la rosa, yo lo mire sorprendida, nunca nadie antes me había regalado una.

—Gracias. —le dije sin borrar la sonrisa de mi rostro.

—Hola. —dijo Jos llegando detrás de mi, cuando Alonzo lo vio frunció el ceño. —Espero que la traigas temprano a casa, así que ten cuidado por dónde manejas, cuida que tengan gasolina suficiente y, por favor... —le advirtió a Alonso enumerando cada paso con sus dedo. —, cuídala, porque yo estoy a cargo de ella y si algo le pasa me hecharan la culpa a mi. —finalizó Jos mirando a Alonso.

—Así será. —respondió Alonso serio. —¿Nos vamos? —me preguntó mirándome.

—De acuerdo. —dije saliendo de casa. —Nos vemos mas tarde. —me despedí de Jos, él solo asintió y caminé junto a Alonso hasta su auto, me abrió la puerta para que subiera y una vez que lo hice la cerró para rodear su auto y subirse él.

—Bien, aquí vamos —dijo girando a verme sonriendo y encendió su auto.

(...)

—Llegamos. —dijo Alonso apagando el motor de su auto.

Esta vez no me llevo muy lejos, estábamos en un parque, nunca antes lo había visto, había enormes árboles frondosos, mas bien parecía un bosque, pero un lindo bosque lleno de unas cuantas flores, el césped verde y azul unas cuantas bancas blancas.

—¿Te gusta? —me preguntó sonriendo.

—Nunca antes había visto éste parque. —le respondí sin dejar de ver todo maravillada, a lo lejos podía observar una gran fuente.

—Entonces eso lo hará más especial. —susurró "para él mismo". —¿Caminamos? —preguntó y yo asentí.

Caminamos varios minutos platicando sobre lo que nos gustaba, lo que nos disgustaba, lo que en verdad odiábamos y muchas cosas más sobre nosotros. Continuamos caminando hasta llegar a la fuente que mencioné antes.

—Cam... —me llamó Alonso mientras se sentaba en la orilla de la fuente.

—¿Qué pasa? —pregunté imitando su acción.

—Tú... —comenzó a decir, se le notaba nervioso, movía su pierna de arriba a abajo mientras jugaba con sus dedos y veía hacia el frente. —¿Me quieres? —preguntó de repente.

Su pregunta me había tomado por sorpresa, nunca me había detenido a pensar en eso, pero ¿quererlo de qué manera?, si habla de quererlo como amigo supongo que sí, es un chico muy lindo, atractivo, caballeroso, detallista, con hermosos ojos, sonrisa linda...

—Sí. —le respondí después de analizar todo en mi mente, Alonso volteó a mirarme sus ojos brillaban... Se veían verdaderamente hermosos.

—Ven, te tengo una sorpresa. —me dijo tomándome de la mano sin despegar su vista de mi. —Y espero que te guste. —finalizó y me jaló levemente de la mano para caminar junto a él.

¿Una sorpresa?

Éste chico es misterioso... Y... Me agrada.

Dos Chicos, Una Decisión #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora