31. "Sácalo de aquí"

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Me encontraba sola en casa con Alonso, Freddy se fue a dejar a cada uno en su casa no sin antes advertirle a Alonso que no intentara nada. Insistí en que se fuera a casa a descansar pero él dijo que no quería dejarme sola en lo que Freddy regresaba, así que acepté.

—Alonso, ya es muy tarde, deberías irte. —no es que lo estuviera corriendo, su compañía me agradaba, pero debe descansar.

—No hay problema Cam, no quiero dejarte sola. —dijo abrazándome.

—Pero debes descansar. —le dije pegándome más a él recargándome en su regazo.

—Dormiría aquí si es necesario para cuidarte. —dijo cerrando sus ojos por un breve instante.

—Pues bien. —dije levantándome. —Vamos. —le extendí mi mano.

—¿A dónde? —preguntó con el ceño fruncido.

—A dormir, es tarde y debes descansar. —dije tomándolo de la mano y arrastrándolo escaleras arriba hacia mi habitación.

—Cam, no, tu hermano me matará. —dijo deteniéndose antes de entrar a mi habitación.

—No si estoy ahí para impedirlo. —le dije sonriendo y él suspiró. —Vamos, entra. —le dije y lo arrastré dentro de mi habitación.

Comencé a tomar almohadas y algunas sábanas, le dejaría mi cama para que durmiera más cómodo.

—¿Qué haces? —preguntó con el ceño fruncido.

—Preparo mi lugar para dormir. —le dije sonriendo.

—¿En el suelo? ¿De verdad crees que lo permitiré? —sonrió. —Yo dormiré en el suelo, tú duerme en tu cama. —dijo levantándome del suelo y dio un beso en mi frente.

—Pero yo quiero que duermas cómodo. —le dije haciendo un puchero para que aceptara.

—De ninguna manera. —dijo negando con la cabeza. —Tú duerme en tu cama, yo dormiré en el suelo. —repitió, y dicho eso se acostó en el suelo, no me quedó más remedio que hacerle caso, aunque...

—Puedes dormir conmigo.... Si quieres. —le dije tímida, mi cama era matrimonial, por lo tanto ambos podíamos acostarnos a la perfección.

—No lo creo Cam, si tu hermano entra me mataría. —volvió a usar la misma excusa, ¿tanto miedo le tenía a mi hermano?

—Te lo volveré a repetir: —dije sentándome en la cama. —No te matará si estoy ahí para impedirlo. —le dije y extendí mi mano hacia donde el estaba. —Vamos, sube —lo dudó por un momento pero finalmente accedió.

—Si tu hermano nos descubre me matará. —dijo acomodándose junto a mi.

—Tranquilo, no pasará nada. —dije acostándome de lado para observarlo bien, instintivamente acaricie su mejilla a lo que él sonrió.

—Te adoro Cam. —dijo volteándose para mirarme, solo sonreí y él se acercó para abrazarme, quedé pegada a él, su perfume inundaba mis fosas nasales, era como una droga para mi, nunca me había detenido a olerlo porque... Eso sería raro, pero su perfume hacía perderme en él.

Después de unos cuantos minutos me quedé profundamente dormida.

(...)

—¡Camila Pacheco Leyva! —escuché que me gritaban del otro lado de la puerta. —¡Abre la puerta en este instante señorita! —era Freddy y se escuchaba molesto, aún no amanecía así que miré el reloj que estaba junto a mi mesa de noche... ¡Eran las 4:30 am!

—Alonso... —le moví para que despertara. —Alonso, Freddy está aquí. —dije y con eso bastó para que despertara.

—Me va a matar. —dijo con los ojos muy abiertos.

Dos Chicos, Una Decisión #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora