23. Al Cine

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Llegué a casa a las 04:00 am gracias a Alan, no me tomé el tiempo para quitarme el maquillaje ni ponerme la pijama, me sentía muy cansada y lo primero que hice fue irme directamente a mi habitación y aventarme a mi cama a dormir.

Sentí que no dormí absolutamente nada, ya que Alan me despertó. Eran las 03:00 pm, entonces me di cuenta que dormí más de lo necesario y me levanté de la cama.

—¡Aleluya! Comenzaba a pensar que estabas muerta. —dijo Alan suspirando de alivio. —No sabía cómo iba a decirle a Freddy que su hermanita había muerto bajo mi cuidado.

—No seas dramático. —le dije y me fui directo al baño a darme una ducha.

Unos minutos después salí ya vestida y caminé hacia mi habitación y Alan estaba ahí acostado en mi cama

—Hey. —saludó como si que él estuviera en mi habitación fuera algo normal.

—¿Por qué sigues aquí? —le pregunté.

—Porque Freddy no ha regresado y yo debo... —comenzó a hablar pero lo interrumpí.

—Yo hablo de por qué sigues en mi habitación. —le aclaré.

—Oh, porque iba a avisarte que voy a salir con una chica. —dijo sonriendo.

—Lo bueno es que estás aquí para cuidarme y no dejarme sola. —le dije sonriendo y él me miró serio.

—Freddy no se enterará de esto, ¿cierto? —dijo y sacó su billetera para extenderme cien pesos.

—No lo sé. —dije llevándome un dedo a la barbilla como si lo estuviese pensando. —Tal vez sí... Tal vez no. —dije comenzando a caminar más cerca de él.

—Bien. —dijo y sacó otro billete para ahora extenderme doscientos pesos.

—De acuerdo, no se enterará. —dije sonriendo y él me miraba sin expresión alguna. —Te amo, primo. —dije y salí de mi habitación no sin antes lanzarle un beso.

(...)

—Y... ¿A dónde vamos primero? —preguntó Jos cuando estacionó su auto.

—No lo sé. —dije pensando.

—Al cine. —dijo él y volteó a mirarme. —¿Te parece? —preguntó sonriendo.

—De acuerdo. —dije y sonreí, Jos bajó de su auto y yo imité su acción, cerré la puerta y comenzamos a caminar hacia el centro comercial.

Estábamos decidiendo cuál película ver y, cuando por fin nos decidimos, Jos fue a comprar los boletos y yo me quedé sentada esperándolo.

—¡Cam! —me habló alguien y giré a ver de quién se trataba.

—¡Alonso! —le saludé y me levanté. —¿En dónde has estado? Hace tiempo que no te veo. —pregunté.

—Oh, he estado arreglando unas cosas importantes. —me dijo sonriendo. —¿Leíste la nota que venían en las flores? —me preguntó curioso mientras veía al suelo.

—Sí, lo hice. —le dije sonriendo y él me miró, también sonreía.

—Bien aquí están los bo... —dijo Jos llegando pero se quedó callado.

—Hola. —dijo Alonso serio.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jos .

—Oye, no seas grosero. —le dije a Jos con el ceño fruncido.

—Lo lamento. —murmuró mientras rodaba los ojos.

—Ustedes... ¿Están saliendo? —preguntó Alonso y yo me quedé pasmada ante su pregunta.

Dos Chicos, Una Decisión #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora