Parte 3

4.2K 348 11
                                    

Al llegar al salón decidí tomar una pequeña siesta, es agotador tener tanta gente alrederor, pero es incluso mejor que estar en mi casa sin hacer nada.

...

Minutos después escuché pasos entrando al salón de clase, abrí ligeramente mis ojos y vi la figura del castaño quien intentaba llegar a su asiento sigilosamente.

-¿Qué planeas hacer?- Hablé haciendo que el castaño se asustara y tropesara con una de las mesas.

-Emm... Lo siento es que olvidé sacar unas cosas de mi maleta y como lo vi durmiendo no quise desperarlo-

-Pues no te funcionó, primero en la cancha y ahora aquí, ¿En dónde debo hacerme para poder dormir sin que me despiertes?- Murmuré algo enfadado.

-Disculpe, no era mi intensión, sólo ha sido una mala sincronización, además lo de la cancha fue porque me preocupé por un compañero, ¿A caso es un delito?-

Me enojó aún más el comentario del menor, así que me levanté de mi asiento y me le acerqué para verme intimidante y que le quedara en claro que no quiero a nadie cerca.

-¿Por qué se me acerca de esa forma?- Habló caminado hacia atrás a medida que yo avanzaba.

-Onodera ¿Cierto?- Puse mi mano en su hombro. -No se que es lo que pasa por tu mente pero, te pido que evites atravesarte en mi camino- 

-¿Me está amenazando?- Miró fijamente mis ojos mientras amargaba su mirada.

-No lo tomes de esa forma, solo, no quiero a nadie cerca- Sus ojos...

-De acuerdo, pero ¿Hice algo que le molestara?

-He dicho que no lo tomaras personal, no te odio, ¿Por que debería hacerlo?- Fue lo único que le dije para calmarlo.

-Pero parece que si porque...-

-No es así- Aseguré poniendo mi mano en su cabeza haciendo que se sobresaltara.

-... Entiendo-. Miró al piso dejando al descubierto su cuello, me acerque lentamente, sin pensarlo lo olfateé, de nuevo sentí ese excitante aroma y el deseo de morderlo se apoderó de mi. Lamí, cuando iba a clavar mis colmillos en el volví a la realidad viendo como el chico temblaba, me alejé lo más rápido posible.

-Lo siento- Dije antes de ver como el castaño salía corriendo. ¡¿Que demonios esta pasando por mi mente?!... Tenía que alejarlo de mi y estuve a centímetros de morderlo, y fue sólo por sentir su esencia tan...¡Me tengo que controlar! No puedo dejar que mi instinto me domine, no quiero ser como mis padres, aunque me estoy debilitando por falta de sangre no lastimaré a nadie.

Onodera

Seguí a Kisa hasta la cafetería y me dijo que buscará una mesa mientras el iba a comprar algo. 

-Ricchan no tardo- Me dijo con una gran sonrisa y fue a hacer fila, como no encontré ninguna mesa desocupada fui donde estaba Kisa. 

-Kisa-san lo siento, no encontré ninguna mesa vacía- Dije un poco avergonzado.

-No te preocupes Ricchan podemos comer en la cancha, es más agradable-. Sonrió restándole importancia 

-Ve, yo te alcanzó después- asentí y me dirigí al lugar acordado, cuando llegué vi a lo lejos al azabache que se sienta detrás mío... ¿Que hace allá, no se sentirá bien?- Me le acerqué lentamente... Se ve tan tranquilo y en paz de esa forma, lo mire fijamente hasta que abrió los ojos.

-Lo siento, no quise asustarlo- Dije al ver que se sobresaltó y me alejé un poco.-Creí que estaba enfermo y por eso vino acá- Rasque mi cabeza un poco avergonzado.

-No importa- Se levanto y despeinó mi cabello antes de alejarse.

-¿A caso dije algo malo?-. Pregunté un poco desganado, no llevo ni un día en la escuela y ya me gané el repudio de alguien.

-No es nada, sólo no me gustan las personas, no te lo tomes personal- Que no me lo tome personal dice... 

-Soy Onodera Ritsu- Trataré de iniciar de nuevo...

-Takano- Dijo friamente para finalmente irse, que tipo tan...

--Ricchan, ¿Que pasó?---La voz de Kisa me sacó de mis pensamietos.

-Traté de ser amigable pero al parecer no gustó-

--¿Hablas de Takano? El, es complicado, no deberías acercarte mucho-- Habló acercado un empaque de frituras para convidarme.

Lo había olvidado, mi almuerzo está en la mochila.

-Kisa, ya regreso olvidé mi almuerzo-

--Vale te espero aquí--

Caminé rápido al salón de clases, que tonto soy...

Al llegar divisé al azabache recostado en su puesto.

A, diablos, el de nuevo, ésta vez no me voy a poner a revisar si está vivo, entraré sin despartarlo. 

-¿Qué planeas hacer?- La voz ronca del ojimiel me sobresaltó tanto que casi caigo al piso por culpa de una de las mesas. 

-Emm... Lo siento es que olvidé sacar unas cosas de mi maleta y como lo vi durmiendo no quise desperarlo-

-Pues no te funcionó, primero en la cancha y ahora aquí, ¿En dónde debo hacerme para poder dormir sin que me despiertes?- Murmuró con evidente molestia.

-Disculpe, no era mi intensión, sólo ha sido una mala sincronización, además lo de la cancha fue porque me preocupé por un compañero, ¿A caso es un delito?-

Noté que frunció el ceño, luego se levantó de su lugar y comenzó a acercarse.

-¿Por qué se me acerca de esa forma?- Da bastante miedo esa aura que está emanando...

-Onodera ¿Cierto?- Puso su mano en mi hombro. -No se que es lo que pasa por tu mente pero, te pido que evites atravesarte en mi camino-

-¿Me está amenazando?- Por mucho temor que quiera despertar en mi...

-No lo tomes de esa forma, solo, no quiero a nadie cerca- No dejaré que se de cuenta.

-De acuerdo, pero ¿Hice algo que le molestara?- Amargue mi expresión.

-He dicho que no lo tomaras personal- No te odio, ¿Por que debería hacerlo?- Escuchar eso me tranquilizó un poco

-Pero parece que si porque...-

-No es así- Puso su mano en mi cabeza haciendo que me sobresaltara un poco.- Posé mi mirada en el piso para evirtar la suya, luego sentí como empezó a acercarse a mi lentamente, y me olfateo, espera, ¿Hizo que?!.

Lamió mi cuello y sentí sus dientes rozar con mi piel haciéndome sentir un escalofrío que me hizo temblar, de un momento para otro se alejó rápidamente.

-Lo siento- Alcancé a escuchar mientras corría por la vergüenza sentía como mis mejillas ardían. ¿Que  le pasa a ese tipo, por que me hizo eso?, no tenía ninguna razón para hacerlo, volteé a mirar por un momento al azabache y me di cuenta que tenía una mirada triste y distante, en cuestión de segundos se encontró con la mía

No se por que pero no pude dejar de mirar sus ojos...

Chico SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora