Capitulo XIII

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Seguía notando los labios de Derek contra los míos, solo que, mi cuerpo seguía sin reaccionar, estando en un estado de shock por algo tan inesperado como ese acto de mi hermano hacia mí.

Se separó de mí, mirándome con una mirada que me desconcertaba. Sus manos me soltaban dejándome de pie en el suelo frente a él. Inconscientemente mis dedos se elevaron a mis labios rozándolos, mientras mi mirada se perdía en las baldosas que se hallaban tras su espalda.

—Vamos sal, que ya se han ido—Menciono abriendo la puerta.

—P...pero...—Simule, observando un gesto de normalidad por su parte.

—Ya te he dicho que los besos para mí no significan nada, como tu bien has dicho es un juego, ahora no hay príncipes ni princesas pero no deja de ser un juego estúpido.

—Eso era...—Susurre saliendo del aseo y dirigiéndome a la mesa de nuevo.

Un juego estúpido para él y algo importante para mí. Eso es lo que había sido ese maldito beso, algo sin sentido que rondaba ahora mi cabeza, mantener el tacto de sus labios en mi memoria...

A los dos minutos llegaba sentándose enfrente, sonriente. Pero la sonrisa no aparecía en mí, le miraba intentando interpretarlo de alguna manera u otra. Pensando en que podía haber hecho lo mismo que yo con Will, besarlo sin importarme ni sintiendo nada.

La cena trascurrió con normalidad entre todos los restantes, y como cada año de celebración de aniversario venia, pasar más tiempo en familia viendo una película en el sofá de casa, una película escogida por mi madre.

—¿Estáis preparados para ver esta maravilla que he escogido?

—Por supuesto.—Ironizo Derek, al cual tenía sentado en el sitio de alado.

Apagaron las luces dándonos un paquete de palomitas para compartir entre ambos, mis padres se sentaron en el otro sofá bastante juntos. Conociendo a mi madre seria la típica película romántica dramática, justo lo que más me apetecía ver en estos momentos.

En la pantalla empezó a aparecer unas letras rojas, como si estuvieran manchadas de sangre, para dejar ver después un sonido fuerte que hizo que me asustara.

—Mama, ¿qué es esto?.—Pregunte sorprendida de su elección.

—No tengo ni idea.—Hablo mirando a mi padre.

—El de la tienda dijo que era para ver en familia.—Justifico.

—¡Es la película de terror que quería ver!.—Exclamo emocionado Derek.

—¿De terror?.—Preguntamos ambas mujeres.

—Darle una oportunidad, siempre tenemos que ver comedias románticas asquerosas.—Pidió mi hermano.

Asentí agarrando una manta y cubriéndome con ella. Podía observar la cara de mis padres cuando estaban viendo la película, mi madre quería irse de aquí o cambiar de canal, pero mi hermano la divisaba entusiasmado, llevándose a la boca palomitas. Mi corazón en cambio iba a mil, esperando a un absurdo susto de aquel asesino con la sierra y una máscara.

Un chillo de una de las personajes principales, acabo con el desespero de mi madre.

—Yo me voy a la cama.—Dijo mirándonos.

—Podemos cambiar la película.—Mencione.

—No te preocupes Ashley, quedaros viéndola, odio que corten las películas a medias.—Justifico.

—Además yo tengo algo de sueño.—Bostezo mi padre levantándose del sillón.

—Disfrutad de la película.—Sonrió mi madre.

—Yo tampoco la quiero ver.—Mencione intentando irme, aunque algo me lo impedía. Siendo la mano de Derek sobre la mía la culpable que no dejaba que me levantase.

Le mire extrañada, mientras me dedicaba uno de sus gestos faciales. Cosa que no llegaba a entender, cosas como esas que llegaban a descolocarme.

—Buenas noches hijos.—Despidieron mis padres antes de desparecer subiendo las escaleras.

—Hasta mañana.—Despedimos.

—¿Qué más te da que me vaya?.—Pregunte con tono molesto una vez solos.

—Si quieres vete, pero te arriesgas a escuchar los ruidos del amor que van a hacer ahora mismo.—Rio.

—¡Eres repulsivo!.—Respondí tapándome más con la manta y acomodándome nuevamente en el sofá.

—Chsss calla, quiero ver la peli.—Afirmo posando su mirada nuevamente frente al televisor.

Me dedique a ver la película, compartiendo una de las aficiones de mi hermano, las películas de terror. A mi realmente me estaba asustando y emparanoiando demasiado. Cada vez que salía un susto o el asesino iba a atacar a alguien botaba del sillón, pegando un pequeño grito.

Inconscientemente mi mano buscaba apoyo moral en algo y esa fue su mano, sin darme cuenta del todo la estaba agarrando. Pero él no la estaba apartando, si no sosteniéndola a su vez. No debía darle importancia ya que todo era un maldito juego para él.

Cada vez se ponía peor y no podía mantener mi mirada fija a la pantalla sin sentir autentico temor. Solté su mano, llevando las mías al borde de mi manta y cubriendo mi cara dentro de ella, manteniendo mi respiración agitada pero sin poder ver la película.

No sé cuántos pocos minutos pasaron desde que estaba metida en este "caparazón" pero la cara de mi hermano también se mantenía dentro de mi manta, observándome con una ceja alzada en mi expresión. Gire de inmediato mirando su rostro ampliamente.

—¿Qué haces aquí dentro?.—Susurro, notando su cálido aliento chocar contra mis labios.

—Protegerme, me hace sentir mejor.—Seguí con el mismo tono de voz.

—¿Esto te hace sentirte mejor?.—Pregunto refiriéndose a mi manta.

—No del todo... Hay algo más que...—Hable observándole más fijamente.

Me aproxime a su cara y sin pensarlo dos veces junte mis labios con los suyos. Si era un juego aún no se había acabado. Mantuve un simple contacto, un roce de labios inocentes antes de profundizarlo para ver su reacción, si me apartaría o no, si se echaría para atrás o no...

Entré abrí mi boca un poco más que mantener los labios sellados contra los suyos. Comencé a moverlos sobre los suyos lentamente, acariciándolos con mi dulce movimiento, notando el contacto con los suyos, quienes todavía adoptaban la forma de ser un pico sin importancia. O me apartas o sigo acariciándolos, para despertar los tuyos, pensé... Continúe besando sus labios con los míos, haciendo finalmente que su boca empezase a moverse entre abriendo sus labios y acariciando los míos, para también probarlos. Atrapando mi labio inferior entre los suyos, dejando escuchar tan solo aquel chasquido que hacían nuestras bocas...

Continuara...

Me cansare de decirlo, pero muchas gracias por el apoyo y por seguir leyendo y demás. Espero poder actualizar antes, todo depende de mi tiempo. Gracias por lo comentarios.



Un sabor Agridulce ♀  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora