Capitulo IX

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—No me refería a ese aspecto. Realmente a mí me gusta que no enseñen demasiado pero que sean sutiles para dejarlo a la imaginación, solo de pensarlo me pongo más...—Se calló al volver a la tierra y ver a quien estaba dirigiendo esas palabras.

—Entonces nada de insinuaciones directas.—Apunte mentalmente.—¿Entonces es mejor ir bien tapada?.—Pregunte curiosa.

—No he dicho eso, he dicho que hay que dejar cosas a la imaginación pero no todo, un buen escote y un vestido ceñido ayudan mucho a resaltar el cuerpo de una mujer.

—Aja, ¿y después te sientas y que haces?.—Me estaba encantado saber todo lo que le ponía a mi hermano de manera tan sencilla y sutil. Era cierto, estaba enseñando a un monstruo.

—¡Joder Ashley! ¿Crees que no me está costando?.—Refunfuño.

—Tan solo tienes que contarme que es lo que las chicas te han hecho que más te haya gustado.—Simplifique para que siguiera contándome.

—Ufff, está bien.—Bufo.—Unos labios pintados de color rojo y ver como se mueven mientras come o deja esa marca en la copa estampada, es un buen comienzo... Tan solo con lamérselos sutilmente ante mi mirada...—Decía con una voz que llegaba a excitarme.

—Entiendo...Pero, ¿os sentáis enfrente o alado?.—Continúe para que no se me notara.

—Enfrente normalmente. ¿Crees que he llegado a acabar muchas citas?.—Pregunto Obvio.

—Pues no lo sé... ¿y después que más hace la chica o ya con eso basta?

—Pasar al roce. Acariciar la pierna del contrario con el pie lentamente y de manera relajada pero sexy subiendo poco a poco pero con un talante segura de sí misma hasta llegar a... eso acaba el calentamiento...

—¿Tan solo es eso?.—Pregunte queriendo saber más detalles de todo.

—Ashley requiere tiempo y que una chica sepa seducir, no cualquiera haciendo eso queda sexy, puede dar repulsión.

—Es más difícil de lo que creía. ¿Y como sabré si lo estoy haciendo bien?.—Pregunte resultante.

Pero no obtuve respuesta a esa cuestión vocalmente. En cambio mi hermano, mantenía una sonrisa a media boca que hacía de su rostro un gesto que no conocía continuando su mirada al frente... Giro su rostro lentamente pero seguro de ello continuando con esa misma expresión.

Poso su vista a mis pies que mantenía las piernas cruzadas, para que mi entrepierna no palpitara de manera necesitada mientras me contaba todas esas cosas, que mi imaginación volaba a pensar que se las hacia a él. Siguió subiendo la mirada lentamente por la largura de mis piernas repasando todo mi cuerpo, tan solo con los ojos, aunque parecía que me estaba tocando con una mano invisible...¡Dios mi sueño se había hecho realidad! Continuó acercándose lentamente hacia mí, elevando un poco la mirada sin mirar directamente a mis pechos, centrándola sobre mis ojos quien se sorprendían al ver los suyos, podía ver una especie de brillo calenturiento en su mirada picara. Se aproximó más a mí, clavándome todavía más la mirada, más profundamente como si me estuviera penetrándome entonces...¡Estaba completamente embobada y empezaba a mojarme!.

Fue arrimándose casi podía oler el olor de su colonia, poder tocar con mi cara la suya, añadió la atracción fatal de mojar sus labios pasándolos con su lengua a su vez pero de manera lenta y caliente..., un juego sutil pero que hacía que tragaras saliva con dificultad, con demasiada...

Levanto una de sus manos sin quitar la proximidad a la que se encontraban nuestros rostros en estos momentos, para lentamente y de un modo sensual apartar un mechón rebelde que caía sobre mi rostro, y aposentándolo detrás de mi oreja, mientras podía sentir los pelos cortos de su barba de dos días... Su boca se aproximó a mi oído dejando a mi boca con las ganas de probar su sabor... Mis brazos empezaban a flaquear y a perder firmeza de tenerlo tan cerca... Sus labios rozaron mi oído tan solo unos milímetros susurrando... Si eso es lo que hace, es que lo estás haciendo bien...

¡Mis ilusiones a la mierda! Pensé mientras se separaba bruscamente a su misma posición actual.

Pero mi corazón seguía palpitando y no solo eso, parecía que mi parte intima, se había quedado con las ganas de que me agarrara de una vez por todas y me tiraría bruscamente sobre la cama, destrozando toda mi ropa en pedazos...

—Ya es suficiente por hoy.—Mencionó.

—¿Ya? ¿Y no lo pondré en práctica?.—Pregunte recuperándome.

—Sí, con tu novio.—Rio el muy... me había puesto demasiado excitada y cachonda.

—Está bien.—Dije saliendo de ahí.—Mañana mas.—Continúe cerrando la puerta.

No se había percatado, de por qué había comenzado con una cita en un restaurante, pero yo sí. Estaba todo planeado, para el fin de semana, al que los cuatro iríamos a cenar como cada año al bistro de nuestra ciudad para celebrar el aniversario de mis padres, al que curiosamente, no podrá negar lo que le haga debajo del mantel...

H+


Un sabor Agridulce ♀  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora