Capitulo XLIII

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Parecía que mi manera de mentir no era la mas creíble. Tan solo esperaba que igual que le guardaron el secreto que aún no había sido revelado, mis padres me guardaran este. Porque, de no ser así, seria una gran injusticia y un notorio favoritismo.

Las dudas volvían a surgirme por dentro, me había dado cuenta de que cuando lo tenia cerca era mi gran problema, me descolocaba absolutamente todo de mí. Cuando mas firme intentaba mantenerme, él hacia algo con lo que era imposible luchar. O tan solo con su presencia llegaba a descolocarme por completo.

Realmente debía ser más fuerte, mucho más fuerte a él. Por que de esta forma siempre conseguiría conmigo lo que le diera la gana. Me gustaba el hecho de que se resistiera a mí, el que me lo pondría más difícil, me sentía en parte poderosa. Y ahora tengo la mezcla entre vulnerable y Derek adicta.

Ahora solo quería poner mis pensamientos, mis necesidades y mis objetivos en regla, poder ordenar y saber que era lo que realmente quiero y necesito en mi vida. Porque, desde hace varios días, hay una pregunta que no deja de rondarme sobre mi cabeza.

¿Podrá ser Nathan realmente con el que quiero estar? ¿Sera el que necesito en mi vida y el que consiga hacerme plena y feliz en todos los aspectos?

La elección de los dos caminos, no me dejaba centrarme en ninguna cosa mas que esa. Tirar por el camino lleno de piedras, con cuestas y engarronado o por el camino liso, plano y sin dificultades...

No miento cuando digo que los nervios me corroen, en cierto modo siento que estoy traicionado lo que tengo con Derek, que no hago bien en hacer lo de Nathan, hasta pienso que soy una maldita egoísta que esta jugando con todo lo que puede. Y siento la necesidad de tener que explicarlo de una vez.

También hay algo mas que me corroe, ¿Estoy actuando así por despecho? ¿Por igualar las cosas con Derek y jugar con las mismas ventajas? ¿O realmente quiero darle una oportunidad real a Nathan? O ¿Puede que me guste de verdad?

Espero, que todas estas preguntas tengan su respuesta en el festival al que en pocas horas me recogerá, saliendo de aquí por un par de días, esperando ver mi señal, la única que necesito que me diga que es lo que debo hacer.

Tenía todo preparado desde la mañana, no sabia exactamente que pasaría, pero estaba claro que después de lo de su casa estaba algo nerviosa, ya que imaginaba que pasaría eso. Y dada mi poca experiencia y a que no será lo mismo por la confianza y lo caliente que me pone Derek. Esperaba que Nathan llegara a provocarme esas sensaciones calientes y fogosas que me da Derek tan solo con olerle, con que me susurre con su ronca voz, que me mire con esos ojos y ver en su cara reflejada la lujuria...

¡No puedo ir con esa actitud! Nathan, Nathan. Seguro que será algo inolvidable que recordare por mucho tiempo. No sabia ni que ropa meter, nunca había tenido una cita en sí, no había llegado a experimentar algo así. Me había saltado todas esas fases, llegando a la última.

El sexo, la seducción, la provocación es fácil, pero lo demás las cosas realmente importantes las que marcan las situaciones, las circunstancias, los recuerdos no los tenia controlados.

Metí en mi mochila ropa sexy y lencería también aun que no llegue a comprarme la que me gustaba con esta serviría. Revise mentalmente que me había metido todo lo necesario.

—Voy a entrar. —Pidió la voz masculina tras la puerta.

—No.—Negué

—Ya he avisado así que...—Comento entrando dentro, consiguiendo que le mirara con indiferencia.

—Total haces lo que quieres.

—En eso nos parecemos.

—¿Y qué querías?

Un sabor Agridulce ♀  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora