Prólogo.

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6 años atrás.

Estaba jugando con mi cuerda de saltar afuera de mi casa en la tarde, veía a mi mamá por la ventana de la cocina, estaba haciendo un pastel, lo se porque ella me dijo antes de salir de casa.

Seguía jugando con mi cuerda cuando siento un golpe fuerte en mi cabeza y caigo al suelo de bruces. Intento levantarme pero no puedo, las rodillas me arden, todo se ve borroso. Cuando ya veo todo con nitidez me siento como puedo en el suelo, levanto la mirada y veo a un niño parado en frente de mi, es rubio, tiene ojos azules tan claros como el cielo, es de tez blanca, es muy lindo. Noto que me ve con preocupación. Me extiende la mano para ayudarme a levantar y la recibo.

-Lo siento mucho, no te vi, ¿te hice daño? -me pregunta. Asiento afirmando.

-CLARO QUE ME HICISTE DAÑO, ¿con que me pegaste? -Grito molesta.

-Con la pelota. -Responde como si nada.

-Pues dolió mucho. -digo aun molesta con el ceño fruncido.

Cuando hago un movimiento para ir a mi casa me arden las rodillas, bajo la mirada y noto que tienen sangre esparcida, cuando voy a tocar la parte afectada, el niño desconocido me detiene con su mano, siento una pequeña corriente.

-No hagas eso porque te dolerá mas, ven a mi casa y te curare. -Me dice con una mirada de suplica pero niego.

-No te conozco, ademas, no hablo con desconocidos. -Su mirada se torna un poco oscura y su ceño se frunce.

-Tienes razón. Soy Jack, mucho gusto. -Me extiende la mano de nuevo y la recibo. Su mirada se suavisa.

-Soy Madison. ¿Que edad tienes? -Le pregunto con curiosidad, debe tener la misma edad que yo, supongo.

-Tengo 11. ¿Vives aquí? -Pregunta señalando mi casa. Obvio que vivo ahí.

-Si, ¿por que?

-Porque yo vivo al lado, somos vecinos. -Responde con una sonrisa sin mostrar sus dientes.

-¿Como es que nunca te había visto? -Pregunto con el ceño fruncido. Es un niño muy lindo, SI, lo ADMITO.

-No salgo mucho. Hey, ya que sabes en donde vivo y no soy un desconocido, vamos a mi casa para curarte las rodillas que no se ven nada bien.

Miro hasta donde esta mi mamá. Seguro que no se dará cuenta si me voy por un momento. Volteo a verlo y lo descubro mirándome, mis mejillas se tornan de un color rosado y bajo la mirada para que no lo note.

-Esta bien, vamos. -Levanto la mirada y veo que sonríe mostrando sus dientes con ortodoncia. Es la sonrisa mas linda que he visto, es de esas que te sonríen y hacen que tu sonrías también, por supuesto yo lo hice.

Caminos hacia el lado derecho de mi casa y reflejo desde afuera que su casa es igual a la mía. Dos pisos y porche. Cuando entramos noto que es espaciosa. Veo una escalera, un sofá y varios marcos.

-Siéntate en el sofa, voy por algunas cosas para curarte. -Me dice mirándome fijamente con esos ojos tan bell... ¿Que estoy diciendo? No puedo decir eso de el, el me pego con una pelota, seguro y fue apropósito, debería estar molesta con el.

El al notar que no digo nada se va corriendo por las escaleras. Cuando ya no oigo sus pasos, me siento en el sofá y empiezo a detallar la parte de la casa en donde estoy, la sala. Esta pintada de un color amarillo, en frente de mi esta un mesa color marrón y el televisor encima de esta. El mueble en el que estoy sentada es de color marrón al igual que la mesa. Hay cuadros en las paredes de paisajes, fotos y mas fotos. Creo que a su familia le ENCANTAN las fotos.

Escucho una respiración al lado izquierdo de mi, volteo y pego un brinco. Jack ya estaba al lado de mi mirándome otra vez, como si me estuviera detallando.

-DIOS, casi me matas de un susto. -Digo con la mano en mi pecho tratando de que mi respiración se normalice.

-Lo siento de nuevo, no quise asustarte. -Dice tratando de contener la risa.

-Como sea. -le digo con tono molesto.

-No te molestes, no fue mi intención. -Me dice con tono culpable.

Ese día me curó y luego conversamos un rato. Me dijo que su mamá es enfermera, su papá es doctor y el es hijo único. Luego lo invite a comer pastel a mi casa y no se negó. La pasamos muy bien, excepto en la parte en donde mi mamá me avergonzaba contándole anécdotas horribles, como cuando se me pego un chicle en el pantalón y todo el mundo se reía de mi. Ya había anochecido y se tuvo que ir, nos dijo que sus padres debían estar preocupados por el. Cuando se fue, una parte de mi se sintió vacía, nunca antes había tenido un amigo y el era el primero, aunque apenas hoy lo estaba conociendo, no es que lo fuera pero eso sentí yo. Se preguntaran porque no tengo amigos, pues SOY TÍMIDA y no me gusta socializar con nadie aunque con Jack fue la excepción y no entiendo por que.

Pasaron los meses y siempre nos veíamos, comíamos helados o dibujábamos en las tardes cualquier cosa. Ninguno de los dos sabíamos dibujar así que cuando terminábamos nos los mostrábamos y nos reíamos del dibujo del otro.

Me pongo unos jeans y una blusa de flores con unos zapatos deportivos verdes. Hoy iré al parque con Jack, dijo que ahí hay muchos columpios, me encantan los columpios. Oigo que el timbre suena y me hago una cola y bajo corriendo las escaleras.

-¡Ya vuelvo mama! -grito para que me oiga que se que esta en su cuarto. Paso por la cocina y veo que son las 10:20 am.

-Okey, le mandas saludo a Jack y vuelve antes de las 12:00 a casa para almorzar -Responde desde su cuarto. Si, ella sabia que iba al parque con Jack.

-Esta bien, te quiero. -Grito desde la cocina.

Agarro una manzana y voy directo a la puerta y veo a Jack con una sonrisa.

-Hola, Jack, ¿nos vamos? -Le saludo y sonríe. Asiente.

-Hola, Madie. Claro. -Me saluda. Si, me dice Madie por cariño, ¿no es lindo?

Íbamos llegando al parque cuando un niño pasa por mi lado y me empuja, caigo al frió asfalto, y el impacto fue tan doloroso que se me salieron unas que otras lagrimas. El niño se estaba burlando, Jack en ese momento agarro al niño por el cuello y lo golpeo. Al el le salia sangre de la nariz, me vio a mi, vio a mi amigo con miedo y se fue corriendo al lado contrario de la entrada del parque. Jack se agacho a donde estaba yo, me limpio las lagrimas.

-No llores Madie, no volveré a dejar que nadie te haga daño, te lo prometo. -Me dijo con tanta sincerada que a los segundo sonreí. Fueron las mas hermosas palabras que nunca nadie me había dicho. Desde ese momento, me enamore de el, me enamore de Jack Scott.














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