Capítulo 25

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Abro la puerta de mi casa y me recibe un olor a tabaco y a alcohol. Entro a la casa y veo que hay dos botellas de vodka vacías tiradas en el suelo, cigarros esparcidos por la mesita de la sala. Subo corriendo a su habitación y no hay nadie. Voy a la mía y me encierro en esta, dejo mi bolso en el suelo y busco mi pijama en el armario, me cambio y me acuesto. Noto que las cortinas están abiertas y veo la habitación de Jack que esta sola y oscura. Me levanto y cierro las cortinas y me vuelvo acostar en la cama. Luego de eso, me duermo.

Me despierto por el sonido del celular, puede ser mi mamá. Me levanto rápidamente y busco el bolso pero todo esta oscuro, enciendo al luz y lo veo tirado al lado de la puerta, lo agarro y me siento en la cama, lo encuentro y veo que no es ella, es Jack. Quisiera contestarle pero no, ¿para que? Apago el celular y lo dejo en la mesita de noche y el bolso en la cama, y salgo de mi habitación. Paso por la habitación de mamá pero no esta. Bajo las escaleras y me dispongo a limpiar todo ese reguero que dejo. Al terminar siento un mareo y me tengo sostener de la pared. Recuerdo que no he comido nada en todo el día y voy a la cocina. Preparo una deliciosa pasta con una salsa que me enseño mi papá... Dios, tengo que llamarlo.

Al terminar de comer lavo lo que ensucie y salgo de al cocina. Al pasar por la sala veo la hora y veo que son las 11 de la noche y mi madre no ha llegado. Escucho el ruido del carro y miro por la ventana y noto que es el de ella. Abre la puerta y noto que viene tambaleándose.

—¿En donde estabas mamá? —Digo secamente. Cierra la puerta y coloca sus manos en las caderas y me ve.

—¿En donde estabas tu? —Dice casi entendible. Luego se ríe y se sienta en el sofa.

—Es mejor que subas a tu habitación y cuando estés sobria hablaremos.

Se ríe y se levanta como puede, sube las escaleras a paso lento luego escucho un puertazo. Al instante se me escapa una lagrima pero la limpio rápidamente. Subo a mi habitación y también cierro la puerta fuertemente. Me acuesto de nuevo y me pongo a pensar en que haré ahora. ¿Trabajare? ¿En donde conseguiré trabajo? ¿Mi madre seguirá así? ¿No le importaremos a papá? ¿Por qué me dejo sola en esto? ¿Por qué? Y con esa ultima pregunta de nuevo me duermo.


Oigo el sonido del despertador a lo lejos pero poco a poco se va escuchando de cerca. Rayos, olvide desactivarlo ayer. Estiro la mano hacia la mesita de noche aun con los ojos cerrados y lo apago. Intento dormirme otra vez pero no puedo porque todo se me viene a la mente. Me levanto con todo la pereza del mundo y voy al baño.

Salgo del baño con una toalla en el cabello y en mi cuerpo, y busco la ropa que me pondré en el armario. Me decido por un jeans desgastado y una blusa negra, si, blusa y mis vans negras. Ya vestida y peinada salgo de la habitación y bajo a hacer el desayuno para mamá y para mí. Hoy decidí que debo portarme bien con ella, debo apoyarla porque se que el dolor que esta sintiendo es muy fuerte.

Ya hecho el desayuno y el café, llamo a mi mamá para que baje pero nadie me responde. Subo a su habitación y no esta. Mierda y más mierda.

Paso por mi habitación, busco mi celular y lo enciendo, busco las llaves y un poco de dinero, agarro un bolso pequeño de lado y coloco lo ya mencionado en este. Bajo las escaleras y veo hacia la cocina pero no, ya no tengo hambre. Salgo sin mas. ¿En donde estará? ¿Y si llamo a papá? Me quedo parada en la entrada cuando escucho una puerta cerrarse, miro de donde proviene el sonido y veo que es Jack saliendo de su casa y no me ha visto. Miro como va su auto y noto que va a voltear pero no lo hace porque su celular suena, DIOS, que alivio. Se monta en su auto aun hablado por el celular y se va.

Oigo el sonido de mi celular y lo saco del pequeño bolsito que cargo. Veo que es Tomas ¿Desde cuando tengo el numero de el? Desbloqueo el celular y contesto.

¿Cómo es que tengo tu número en mi celular?

¿Sera porque lo guarde ayer cuando estabas dormida?

Deberías de dejar de tocar mis cosas sin permiso.

Lo se, lo siento.

No importa, ¿para que me llamabas?

Quería saber como estabas.

Digamos que bien, ¿eso es todo?

Veo que no estas de ánimos. —Dice riéndose.

Un momento, el podría ayudarme a encontrar a mi madre. 

¿Te puedo pedir un favor?

Si, dime.

Ven a mi casa y te digo.

Oye no sabia que eras tan rápida.

¿Qué? Mal pensado...

Se ríe y cuelga. Tomare eso como un si. 

Tu me perteneces a mi [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora