Abro mis ojos y me encuentro con una luz blanca que me hace cerrar de nuevo los ojos. Intento abrirlos de nuevo poco a poco hasta acostumbrarme a la luz. Veo a todos lados y noto que me encuentro en una habitación blanca. Intento levantarme pero algo me presiona el brazo. Miro a mi brazo y algo no es, es alguien y es mi madre que esta recostada en este. Noto que tengo una vía en mi brazo y hay un gotero a un lado de la cama. Un momento. ¿Por que mi madrea esta aquí y yo estoy en el hospital?
—Hija, despertaste. —Dice despertándose.
—¿Qué hago aquí? —Pregunto cortante.
—¿No lo recuerdas? —La miro con cara de "es obvio que no". —Un amigo tuyo te encontró tirada en la sala. Dice que te caíste de las escaleras.
Trato de recordar y de inmediatamente siento una punzada en mi cabeza pero igual recuerdo. Se que iba subiendo las escaleras y no pise bien un escalón pero luego todo se volvió negro.
—¿Desde cuando estoy aquí? —La miro esta vez y noto que tiene ojeras, esta palida y sino me equivoco a bajado de peso. Sus ojos ya no tiene ese brillo de antes y por lo que veo a estado llorando.
—Desde la madrugada hasta hace un momento que no despertabas y son las once de la mañana. -Me dice mirando su reloj que carga en la muñeca. Se para de la silla, se estura y luego bosteza.
No puedo creer que estuve tanto tiempo inconsciente. Esperen, ¿quién me consiguió tirada ahí si no fue ella?
—¿Quién fue que me consiguió en la casa? —Pregunto y ella se sienta de nuevo mirándome fijamente.
—Un chico que se llama Tomas. Me dijo que estudia en el mismo instituto que tu. —Responde y luego agarra mi mano. —Hija, estuve muy preocupada por ti.
Y como si todo se me hubiese olvidado todas las imágenes de lo que he pasado gracias a que ella no esta en casa ni papá, vienen a mi y hace que me duela la cabeza. Casa sola, tristeza, sin alegría, sin cariño, sin conversaciones, sin risas, sin consejos, sin nada. La estuve necesitando todos esos días que no estuvo, y ahora tiene el descaro de venir como si nada hubiese pasado. No, las cosas no son así.
Aparto la mano y la pongo en mi barriga. —¿Ahora si te preocupas de mi pero antes cuando ni siquiera llegabas a casa o simplemente bebías?
—Se que actué mal y lo siento pero esto es difícil para mi. —Dice con los ojos cristalizados.
—¿Y tu crees que para mi no es difícil ver como mis padres se separan? ¿Cómo tu madre y padre te descuidan y hacen como si no tuvieran hija? ¿Es que acaso crees que no tengo sentimientos? —Me quito un peso de encima diciéndole eso. Siento que llorare.
—Actué sin pensar. Solo pensé en mi, y me arrepiento muchísimo. —Llora mirando al suelo. Intenta agarrar mi mano de nuevo pero no se lo permito.
—Gracias a ti estoy aquí. Si tan solo no hubieses pensando solo en ti estuviésemos bien las dos pero no, tuviste que ser egoísta. —Me empieza a dolor mas la cabeza. —¿Y sabes que? La que ahora no te quiere ver soy yo.
—No, no, hija yo quiero estar contigo justo ahora.
—Debiste pensarlo antes. Vete. —Cae una lagrima de mis ojos y miro mis manos. A los segundos suena la puerta. Ya se fue.
Tocan la puerta y entra una enfermera. Es de tez blanca y rubia. Es joven.
—Hola, ¿Cómo te sientes? —Sonríe amistosamente.
—Me he sentido mejor. —Respondo limpiándome la cara.
—Ya pronto te sentirás mejor, tranquila. Seguro te debe doler la cabeza porque recibiste un fuerte golpe. Te inyectare algo para aliviar ese dolor, ¿si?
Asiento sin mas.
—Por cierto, hay un chico allá afuera que no se ha ido desde que llegaste. —Dice que inyectándome por la vía lo que sea que me aliviara el dolor. —¿Son novios?
—No. —Río. —Es un buen amigo que le debo mucho.
Y como si fuera la mejor noticia del mundo ella sonríe y le brillan los ojos. Cuando nota que me di cuenta deja de hacerlo y se ruboriza. Aquí hay amor...
—¿Puedes decirle que pase? —Pregunto.
—Claro pero solo un momento ya que lo que te coloque te dará sueño y tienes que descansar.
—Esta bien. —Y sale de la habitación.
Pasan un par de minutos y entra Tomas con un aspecto pésimo. Tiene ojeras y luce muy cansado. Tiene la misma ropa de la fiesta.
—Al fin despiertas, pelinegra durmiente. Me tenias muy preocupado. —Se sienta en donde estaba mi madre hace un momento.
—Lo siento mucho. —Río mirándome las manos.
—Tienes que dejar de darme esos sustos. —Se toca la frente y riendo a la vez.
—Cuéntame como es que me encontraste si ya tu te habías ido. —Pregunto sentándome en la camilla.
—Pues tan que estabas que dejaste tus zapatos en mi auto. —No recuerdo haber dejado mis zapatos en su auto. Ni me di cuenta. —Entonces fui a llevártelos. Toque el timbre siento de veces y como no abrías me preocupe y por suerte no habías cerrado. Pase por la sala y todo estaba silencioso, hasta fui a la cocina. Cuando me di cuentas que no estabas ahí decidí subir a tu habitación pero te encontré fue tirada en frente de las escaleras. Te juro que pensé te habías quedado dormida pero cuando te llamaba y te movía y no reaccionabas me asuste. Mire al suelo en donde estabas y me encontró con un pequeña mancha de sangre. Rápidamente toque tu cabeza y me encontré con mas sangre. Por suerte llegue a tiempo al hospital y aquí estas, sana y salva.
—Gracias, gracias. —Lo abrazo.
—De nada, pelinegra. —Lo suelto y me guiña un ojo. —Cambiando de tema. La enfermera que me fue a avisar que querías verme no esta nada mal. Río.
—Y creo que esta interesada en ti. -Se asombra y luego pone cara de "lo sabia". —Invítala a salir.
—Eso hare. —Sonríe mostrando sus dientes.
—Por cierto, ella me dijo que no te moviste de la sala de espera. Deberías ir a descansar.
—No podía irme cuando tu ni siquiera despertabas. ¿Qué clase de amigo seria si me fuera? Ni me importo que tu mamá estuviera, tenia que quedarme. Mi sonrisa se borra la instante.
—Ah. Bueno, deberías ir a descansar, además, la enfermera que esta loca por ti me dijo que lo que puso me dará sueño.
—Esta bien, pero mas tarde vengo. —Entrecierra los ojos.
—Okey, okey. De nuevo gracias, Tomas.
—Eso no es nada, pelinegra. —Se levanta y se va.
Al los segundos caigo en un pesado sueño.
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Tu me perteneces a mi [PAUSADA]
Teen FictionMadison Wilson. Jack Scott. Ellos se conocen desde pequeños y son muy amigos. Ella desde los 11 años esta enamorada de el pero no se lo dice por miedo a que la rechace y termine su amistad. El tiene novia. Ella no tiene ojos para otro chico que no...