Capítulo 17

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Se enciendes las luces y veo el chico extraño casi arrodillado riéndose.

—Creíste que en verdad era un asesino violador—Dice carcajeándose. —¿Un per-perro? —Se tira al suelo y se agarra el estomago.

Creo que todo eso lo dije en voz alta. ¡RAYOS!

Pasaron 10 minutos y el todavía se seguía riendo. Que vergüenza. ¿Saben que es lo peor? Que yo también me estoy riendo.

—Bien, ya, me he reído mucho —Se levanta y me ve.


—Creo que si. ¿Me puedes prestar un celular o decirme en donde demonios estoy?

—Con mal humor y todo. —Murmura.

—¿Qué?

—Nada... —Se adentra a la casa y va a lo que creo que es la cocina. Lo sigo. —¿Quieres agua?

—Por favor...

La cocina es pequeña. Tiene una mesa con unas cuatro sillas a un lado de esta. Tiene varios compartimientos en la pared. Esta pintada de un color azul rey. Es bonita. Me siento y noto que saca una jarra. Agarra dos vasos del mesón y se sienta a mi lado.

—Ten. —Dice dándome el vaso de agua.

—Gracias. —¿Son cosas mías o esta agua esta deliciosa?

—¿Tenias sed, no?

—Como sea, ¿me prestas un celular para llamar? —Noto que se toca el bolsillo derecho y luego el izquierdo. Saca lo que creo que es su celular.

—Aquí tienes.

Marco el número de mi madre. Repica, repica y repica.

Alo, ¿Quién habla?

Mamá, es Madison. ¿Me puedes venir a buscar?

Hija, cla-ro-o dime donde estas.

Miro el chico extraño y me ve con curiosidad.

—¿Le puedes decir la dirección a mi madre? —Me quita el celular y habla con ella.

A la mente se me viene el psicópata. Tengo miedo, ¿y si ese Derek me encuentra? ¿y si sabe en donde vivo? No creo tener suerte para la próxima.

—Listo, viene en 20 minutos. —Me mira con el ceño fruncido. —¿Por qué te perdiste? ¿Acaso tu mente anda en la luna cuando caminas? —Se ríe.

—Problemas, ese es el por que. —Le sonrió sin ganas.

Silencio.

—¿De donde conoces a Derek? —Pregunta.

Tu me perteneces a mi [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora