Capítulo 29

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Luego de bailar una hora con Harper y otros chicos que se nos unieron muy amistosamente (sarcasmo) nos dirigimos a la cocina por algo de tomar. En el transcurso hacia la cocina me choco con varias personas. DIOS, no paran de llegar personas.  Cuando llegamos noto que hay una pareja arrinconada besuqueándose y otras dos charlando con vasos en sus manos.

—Toma, te hará tener mas energía. —Me tiende un vaso con un liquido oscuro.  Lo bebo y me arde la garganta pero si que refresca. Me lo tomo de un solo trago.

—Quiero mas. —Le doy el vaso para que me sirva. Se ríe.

—Ten, ahora volvamos a bailar. —Asiento y me lo vuelvo a tomar todo, dejo el vaso en la mesa.

Salimos y nos adentramos a la pista de baile y pusieron "Follow Me" de Hardwell y todos empezaron a saltar incluyéndome. Y así la pase con todo tipo de canción que colocaban. Hasta le quite el trago a Harper y me lo bebí todo.

Cuando siento que ya todo me da vuelta busco un lugar para sentarme y cuando estoy por sentarme alguien me detiene jalándome el brazo.

—¿Qué haces? —Gruño. Oh, es Tomas. —Que onda, guapo. ¿Dónde estabas?

—Al fin admites que soy guapo. Espera, ¿bebiste?  —Pregunta. Asiento riéndome de no se que. —Me voy por un rato y te consigo borracha.

—¿Perdón? Yo no estoy borracha. —Lo señalo y me burlo. —¡Necesito ir al baño! ¡ME HAGO PIS, ME HAGO PIS!

—Cállate, ya conseguiremos uno. —Dice tapándome la boca. Lo muerdo. —¡AY!

—Eso te pasa por callarme. ¿Quién te crees? ¿Brad Pitt? —Carcajeo.

—Me agradabas mas cuando estabas sobria aunque eres súper chistosa así. —Se ríe y me agarra la mano guiándome yo no se a donde.

Me duelen los pies, estoy viendo borroso y de paso tengo muchas ganas de ir al baño. Ay, mira un chico disfrazado de unicornio. ¿Por que se vestirá así? ¿Sera que no tenia ropa limpia? ¿Los unicornios existirán? Yo quiero uno para mi solita pero seguro me descubrirían con el y querrían uno igual y como no lo tienen me lo robarían.

Cuando estas borracha piensas en estupideces...

¿Unicornio eres tu?

—Es aquí. Te esperare afuera y por favor no te quedes dormida ahí adentro. —Me habla como a una niña pequeña.

—Okey, okey. —Digo entrando al baño.

El baño es pequeño. Pensé que seria enorme. Es completamente blanco pero muy bonito. Hasta mas que el mío.  Ya luego de vaciar mi vejiga bella y hermosa me lavo las manos. Me veo en el espejo y noto que tengo el lápiz un poco corrido pero no le doy importancia y salgo del baño.

—Listo, listo... ¿Seguimos con la fiesta o nos vamos? —Alzo los brazos y sonrió mirando a Tomas recostado en la pared.

—Nos vamos, señorita. —Agarra mi mano y me arrastra a la salida.

—Eres un aburrido. Deberías ser el súper aburrido de todos. Es mas. Ya hasta lo eres. Felicidades, ¿quieres tu premio?

—¿Y cual es? —Ríe mirándome.

—¿Qué me lleves a caballito a tu auto?

—Pero ese sería tu premio no el mío.

—Da igual. —Me subo a su espalda como puedo el sujeta mis piernas. —ARRE CABALLITO DE MAR.

—¿Caballito de mar? —Carcajea. —Ni respondas.

Cuando llegamos al auto me sienta como si de una niñita de 5 años cuidara. Me abrocha el cinturón como si fuese mocha de brazos.

—Oye, yo podía hacer eso. —Me quejo pero cierra la puerta y me cruzo de brazos. Entra después el y pone en marcha su auto. —Había una vez un barquito chiquitico. Empiezo a cantar.

—¿Qué hizo yo para merecer esto? —Dramatiza Tomas mirando al techo del auto. Y fue bueno como para reírme todo el camino.

10 minutos después

—¿No puedes parar de reírte ahora? —Pregunta Tomas mirándome fijamente con una sonrisa.

—Esta bien, esta bien, parare de reírme porque ya me duele mucho el estomago. —Limpio una lagrima que se me salió por tanta risa. —Gracias por traerme y aguantarme.

—Fue un honor escuchar esas cosas sin sentidos, tus canciones, y tu risita de mas de 5 minutos. —Se burla y yo igual. —Nos vemos mañana.

Me bajo del auto y camino hasta la puerta de mi casa. Busco las llaves y no las consigo. Que maravilla. Ah no, aquí están. Abro y como cosa rara me encuentro con una casa sola. Cierro la puerta fuertemente y se escucha el eco por toda la casa. Hay un silencioso tan perturbador que me deprime y corro a mi habitación. Al casi terminar de subir las escaleras piso mal el escalón y...




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