Narra Madison.
Me despierto y me froto los ojos. Veo a los lados y noto que esta no es mi habitación. Esta pintada de un verde manzana, tiene una mesa de noche a un lado, un armario al otro lado, un baño, televisor, puff, una repisa con varios libros. ¿En donde estoy?... ¡TOMAS! Recuerdo que el me trajo a su casa, me bañe y me acosté en esta cama y no recuerdo mas nada. Quito la sabana y me levanto de la cama. Abro la puerta y me encuentro con el apunto de tocar la puerta.
—Te despertaste... ¿que tal estas? —Pregunta rascándose la cabeza. Tiene una franela negra y un mono, supongo que es su pijama.
—Hola, supongo que bien. —Digo mirándolo. —Por cierto, gracias por no dejarme allá sola.
—No tienes nada que agradecer. ¿Quieres hablar sobre...? —Deja la pregunta al aire.
—No, no ahora pero si quiero saber como me encontraste.
—Bien, ¿bajamos a la sala? —Asiento.
—... Y así fue como te encontré. —Termina de contarme sentado en el sofá de su sala. No puedo creer que me haya visto llorar, de paso escucho cuando Jack y yo estábamos discutiendo.
—Bueno, gracias de nuevo. —Digo mirando mi mano algo pensativa.
—Ya sabes que no tienes que agradecer. —Susurra.
De pronto se me viene a la mente mi bolso. Mierda, desde que me desmaye no se en donde esta y ahí esta mi celular.
—Tranquila, yo te traje el bolso. —Dice parándose del sofá. Lo sigo con la mirada y veo que sube las escaleras.
¿Como lo supo? ¿Qué estará haciendo mi mamá? ¿Buscara trabajo? MI PAPÁ, no se nada de el desde que se fue. ¿Por qué Jack diría eso?
¿Aun te lo preguntas? No le importas.
Pero... Si, tienes razón.
—Aquí esta. —Dice Tomas sentándose de nuevo en el sofá junto a mi y dándome el bolso.
—Dios, ¡GRACIAS! —Le arranco el bolso de las manos y el se ríe. —¿Como supiste que estaba buscando mi bolso sino pregunte?
—En realidad no lo preguntaste pero tienes una manía de pensar en alto. —Se burla. Lo imito.
Busco mi celular y veo que se había apagado, alto, yo no lo apague.
—Llamaban a cada rato, no me dejaba tranquilo. —Dice tomas mirándome arrepentido pero con un sonrisa burlona.
Lo miro con los ojos entrecerrados y ahora fijo mi vista en el celular que ya lo prendí. Veo que tengo 47 llamadas perdidas y 23 mensajes de Jack. Ninguna de mi mamá... Veo la hora y noto que son las 6:00 pm, QUEEEEEEEE.
—Me tengo que ir, es tarde. —Digo levantándose para irme pero recuerdo que esta no es mi ropa. —¿Puedo ir a cambiarme?—Si, por cierto, tu ropa ya esta seca. —Dice levantándose también.
—Gracias, te debo unas cuantas. —Le digo sonriendo a la vez que subo corriendo a la habitación en la que estaba para cambiarme. Llego y encuentro mi ropa en la cama doblada, cosa que no vi cuando me desperté.Me quito la ropa que Tomas me presto y me coloco la mía, me coloco las sandalias y de una vez aprovecho para acomodar la cama y cuando termino dejo su ropa doblada en esta. Voy al baño y miro mi cara en el espejo, luzco más pálida de lo normal. Lavo mi cara y me la seco con un paño que hay a un lado y salgo de la habitación.
Bajo las escaleras y oigo que esta viendo televisión. Llego a su lado y agarro mi bolso.
—Gracias por todo pero ya me tengo que ir. —Quita su vista del televisor y me ve.
—Bien, ¿quieres que llame un taxi?
—No, caminare... —No tengo dinero para pagarlo y no le diré que lo pague por mi, ya a hecho demasiado.
—Perfecto, entonces te acompañare. —Dice levantándose. Noto que ahora tiene un pantalón con una franela azul oscura y zapatos deportivos. —¿Nos vamos?
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Tu me perteneces a mi [PAUSADA]
Teen FictionMadison Wilson. Jack Scott. Ellos se conocen desde pequeños y son muy amigos. Ella desde los 11 años esta enamorada de el pero no se lo dice por miedo a que la rechace y termine su amistad. El tiene novia. Ella no tiene ojos para otro chico que no...