Capítulo 16

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Miro a las personas caminar con tranquilidad, como si nada en esta vida les preocupara, ignorando lo malo y viendo lo bueno. Como me gustaría ser como esas personas. ¿Desde cuando me volví tan deprimente?

Noto que en la otra acera hay un banco para sentarme. Acabo de darme cuenta que me duelen muchos los pies. Paso la calle y me siento, que alivio.

¿Qué estará haciendo mi madre en este momento? Seguro estará culpándose por no decirme. Quizás fui un poco dura por no querer escucharla, pero no, yo también tengo razón al molestarme. ¿Mi padre en donde vivirá? El no tiene otra casa. Nuestros familiares viven en New York y no creo que mi padre se allá ido, ¿o si? Creo que es mejor que me vaya a la casa a arreglar las cosas con mi madre, por mas que sea no me gusta estar así con ella. Dios, soy una persona sin sentimientos, que tonta, la debe estar pasando muy mal. Me levanto para irme pero una voz detrás de mi me detiene y me quedo quieta sin voltear.

—Pero que sorpresa...—Esa voz la conozco pero no recuerdo de donde. —Volteo y lo veo. El, el, el.

—Tu. —No puede ser, es el tipo que estaba golpeando a la chica en el callejón, el "jefe" de los gemelos.

—¿Qué quieres? 

—¿Qué quiero? Mmm... —Se queda pensativo. —A ti. —Dice burlándose.

Eso no suena nada bien, y tampoco lo que haré.

Salgo corriendo lo más que puedo. Volteo y veo que viene detrás de mí y no se ve nada alegre.

Esto es lo que te ganas por huir de los problemas.

¿Huir? ¿Y esto que es?

Si te hubieses quedado en tu casa no estuvieses corriendo.

Odio cuando tienes razón.

Corro y corro. Volteo y ya no lo veo, bien. Paro en una esquina, me falta el aire. Miro a los lados y... Si antes estaba perdida ahora estoy súper pérdida. No se en donde demonios estoy y un psicópata me persigue. A lo lejos veo a un chico abriendo la puerta de una casa. Bien, no me quede de otra. Corro hasta donde esta el.

—Heeey. —Le grito al chico.

Voltea y me ve, frunce el ceño. El chico es de tez blanca, tiene el cabello negro y aparente unos 19 años.

—Ayud-a... Ayúdame, estoy perdida. —Digo como puedo. 

—¿Por qué vien... —El chico deja de verme para ver detrás de mi. Seguro y es una chica y por eso ve detrás de mí, ¿con cara de perro rabioso? Volteo y adivinen... —¿Qué mierdas haces aquí? ¿Se te perdió algo?

—Si, ella. —Dice el psicópata (el "líder" de los gemelos) señalándome. Se nota que esta agitado al igual que yo. Pobre, lo hice correr. Me burlo. —¿Qué es tan gracioso, perra?

—Lárgate si no quieres problemas, Derek. —Dice el chico ahora al lado de mí pero un poco mas adelante.

El psicópata ahora llamado Derek se le queda mirando a el chico y luego se da vuelta y se va. Dios, que alivio...

—Gracias por ayudarme. —Digo aun mirando como se va Derek.

—Entra. —Pasa por mi lado sin más. Que grosero.

—¿No eres un asesino violador verdad?

—Si lo fuera no te hubiese defendido, ¿no crees? —Tiene razón pero...—¿Tampoco eres un secuestrador verdad? —Se ríe. ¿Qué dio risa?

Lo sigo y nos paramos en la puerta. Saca unas llaves de su pantalón y las introduce en la cerradura y abre la puerta. Se hace un lado para que pase. Que bipolar es.

Paso y me encuentro con una casa... Oscura. Cierra la puerta y solo veo oscuridad, genial. Quizás si es un asesino violador y yo entre a su casa como si nada. Bien, quiero decir que siempre quise tener un perro porque son tan tiern... Un momento, oigo que alguien se ríe. 

Tu me perteneces a mi [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora