Capítulo 26

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—No te estoy entendiendo. Llego a tu casa, te montas en mi auto y dices que vayamos a un bar, ¿para que quieres ir a ese lugar? —Pregunta Tomas con la vista a la calle y con el ceño fruncido. 

—Eh...  Es una larga historia. —Digo mirando por la ventana. El cielo esta nublado.

—Pues tengo tiempo para que me cuentes "ese larga historia". —Dice deteniendo el auto a un lado de la calle. 

                                                                           ***

—... Y por eso es que quiero ir a un bar, además tengo que saber en donde esta mi padre pero no me contesta el celular. —Digo mirándome las manos. —Y lo se, soy una aprovechadora, no te conozco bien y ya te estoy pidiendo favores como si te conociera de toda la vida. 

—Se que no nos conocemos mucho pero no tengo ningún problema en ayudarte, además, yo siento que te conozco desde hace mucho. —Dice sonriéndome. Lo imito. 

Yo también siento que lo conozco desde hace mucho. Cuando estoy con el me siento bien, como si estuviera en un lugar seguro. 

—No se diga mas, vamos al bar en donde van los viejos. —Le pego en el brazo. —Auch. ¿Por que haces eso? 

—Le dijiste vieja a mi mamá. 

—¿No lo es? —Dice con burla. Lo miro con los ojos entrecerrados. —Esta bien, corrijo. Vamos al bar en donde van los adultos. 


Llevamos horas buscándola y no la conseguimos. ¿MAMÁ EN DONDE ESTAS?

Como si te escuchara.

Otra vez tu. Creí que te habías ido de viaje o no se, a otro mundo.

JA-JA-JA, no me da risa. 

—Creo que mejor es que vayamos a comer, tengo un hambre horrible, ¿tu no? —Dice haciendo puchero y tocándose la barriga.

—Si, yo igual. —Me burlo de su gesto.

Luego de unos diez minutos Tomas estaciona el auto en el centro comercial. Caminamos al entrada y subimos a las escaleras eléctricas. Llegamos a la feria de comida y noto que hay mucha gente. 

—¿Pizza mia o Subway? —Pregunta mirando a todos la dos.

—Por supuesto que pizza. —Digo dirigiéndome a pizza mia. 

Busco una mesa desocupada y no veo ninguna hasta que unas personas se levantan. Corro hasta allá y me siento. Uffs, me canse. 

—Parecías una niña corriendo. —Se ríe. —Voy a pedir la pizza, ya vuelvo. Asiento.

Saco el celular de mi bolso y noto que tengo 3 mensajes. Abro el primero.

De: Harper.

Hola, Mad. Recuerda que hoy es la fiesta. Es a las 10pm, mas tarde te envío la dirección. 

Rayos. Había olvidado por completo lo de la fiesta. Abro el otro mensaje.

De: Jack.

Hola, Madie. ¿Estas en tu casa? 

De: Jack.

Acabo de ir a tu casa y ni tu mamá esta. ¿Donde estas? Estoy preocupado. 

Oh, oh. 

—Listo. En 10 minutos esta lista. —Levanto la mirada del celular y veo a Tomas sentado viendo su celular. Decido responder el mensaje. 

Para: Jack.

Estoy bien, no tienes porque preocuparte. Nos vemos mas tarde.

—Hey, ¿te animas a ir a una fiesta conmigo? —Pregunto metiendo el celular en el bolsito. 

—Mmm, dejame revisar mi agenda. —Mira su celular y hace como si estuviera contando con los dedos. ¿Por que hará eso? 

—Te ves sumamente gracioso haciendo. —Me río y me imita. —¿Entonces vendrás conmigo a la fiesta? 

—No tengo nada para hoy así que si.

Al rato nos trajeron la pizza y la comimos felizmente. ¿Sera legal casarse con un pizza? ES QUE SON TAN SABROSAMENTE BELLAS Y ESPECTACULARES. 

                                                                         ***

—¿Crees que tu mamá este en tu casa? —Detiene el auto en frente de mi casa. Miro la entrada y luego veo a Tomas. 

—No lo se, espero que si. Gracias por lo de hoy.  —Le sonrió. 

—No tienes porque agradecer. Nos vemos mas tarde, pelinegra. —Me despido y bajo del auto.

Entro a la casa y me encuentro con un silencio abrumador. Pues mi mamá no ha vuelto, que maravilla. 

Tu me perteneces a mi [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora