31. A las puertas del averno.
- Es algo así como un interrogatorio.
Sus palabras no sonaban nada bien, sobre todo, porque por su mirada se filtraba algo similar a la sed -sed de sangre, o de venganza tal vez-.
- Creo que te es familiar cierto espectáculo llamado “Panis et circenses”.
Un agudo dolor me atravesó el pecho y no se desvaneció de inmediato, sino que se esparció por todo mi cuerpo demostrándome lo vulnerables que éramos todos. Temía lo peor y de todos modos no podía hacer más que desear con todas mis fuerzas que dijese cualquier otra cosa menos lo que me esperaba.
Siquiera logré mover la cabeza para asentir. A Ciro no le importó, continuó sin hacer el menor caso de mi petrificado estado.
- Jan Hansen es uno de los directivos de la compañía de demonios que surcan el planeta en caravana igual que si fuesen unos payasos de poca monta.
Experimenté una sensación similar a que si el edificio se me cayese encima.
- Sé que los has visto, que sabes lo que esos demonios pueden hacer. Pues bien, ayer mismo la compañía arribó a París para presentarse en el teatro que poseen aquí, y por fin, luego de mucho batallar, hemos logrado ponernos de acuerdo para acabar con esa farsa. Siempre he dicho que el poder no significa nada al menos que sepas cómo usarlo.
- No…- se me cerró la garganta y debí aclarármela para poder continuar-. No entiendo.
- Los hemos instado a clausurar sus shows hasta tanto y en cuanto no lleguemos a un acuerdo.
- ¿A un acuerdo sobre qué?
- Sobre si los declaramos culpables de jugar con aquello que deberían respetar, de ponernos en ridículo, de no obedecer las reglas básicas de nuestra sociedad. Entenderás que lo que esos demonios hacían no debería ser permitido. A mi modo de ver es simplemente inadmisible que vayan por ahí pretendiendo que aquellos grandes poderes que por gracia, les fueron otorgados, se tomen a modo de burla, presentándolos cual si fuesen meros trucos de magia.
- Jan no…
- Eleazar, por medio de muchos de los nuestros ha intentado una y otra vez regresarlos al buen camino; no lo escucharon-. Dio un lánguido parpadeo-. No quedó más remedio que usar la fuerza- parpadeó una vez más y me miró fijo-. Se resistieron- aclaró como si con ellos pretendiese excusarse de lo que yo ya me imaginaba, debía haber sido un verdadero desastre.
Se me puso la piel de gallina, dudaba que ninguno de ellos se hubiese resistido. Temí por todos ellos, y por lo que estaba a punto de presenciar.
- Por supuesto hubiésemos deseado que las cosas fuesen de otro modo, esperábamos poder contar con muchos de ellos en nuestras filas. Grandes talentos- añadió en un suspiro. Se puso de pie-. Deja tu celular aquí por favor, y acompáñame.
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"Los caídos" cuarto libro de la saga "Todos mis demonios".
ParanormalCuarta parte de la saga "Todos mis demonios". Eliza se enfrente a una nueva realidad que superará todas sus expectativas. El mundo de los demonios continuará sorprendiéndola hasta lo inimaginable. ¿Soportará su relación con Vicente las nuevas verda...