"Sólo una chica más"

"Temor."

-¡Hola Bebé!

Golpe bruto en el estómago.

Nadie esperaría que una persona se te saltara encima apenas abras la puerta de tu casa.

Menos alguien como Natsu.

¿Desde cuando se despierta tan temprano? ¿Por qué no está con sus amigos?

-¿Qué demonios haces aquí? No me digas bebé.-Gruñí.

Se soba el estómago - Vine a buscarte para ir juntos.

-Sueles ir al colegio con Gray y los demás.

-Pero ahora te tengo a ti no? ¿Qué dirían los demás al ver que no te presto la suficiente atención? ¿Que soy un mal novio? Ah-ah. -Terminó divertido.

No pude evitar esbozarle una sonrisa. -Qué considerado el novio.

-Te sorprenderías. - Respondió con picardía mientras se acercaba a mí.

-¡Ja! Me lo imagino -lo evité poniendome en marcha hacia el colegio-. Ya se está haciendo tarde, vámonos.

Me tomó la mano y la acarició con dulzura. -¿Hablaste con tus padres sobre el mediodía?

Su pulgar acariciaba mis nudillos con ternura causando que mi mente grabe su tacto sobre mi piel.

¿Esto va a terminar dentro de dos semanas?

No quiero. De verdad que no quiero que termine.

Yo... de verdad...

-¿Lucy?

-Eh, no. Le llamaré a mi madre desde el colegio.

-¿Por qué? ¿Crees que te dará el permiso para ir?

-Supongo que sí. Y si no -me encogí de hombros- voy a ir de todas maneras.

Tengo que hacerlo igual. Sería un milagro si mis padres me dejan ir a la casa de un chico.

Además que mi padre aún no logra aceptar de que tengo novio.

Bueno, yo hasta ahora aún no lo logro creer. ¡¿Quién iba a pensar que iba a tener novio?! Y para el colmo, es Natsu.

Osea, que sea Natsu no es poca cosa.

-Te van a matar.

-Ya me han matado muchas veces.

Más de lo que tú crees.

<<No empieces con eso>>

-¿Una por ejemplo?

¿El camino hacia el colegio era más largo hoy o qué?

-No tengo ganas de hablar de eso.- Suspiré y apreté su mano.

-Ya van dos cosas que aún no me has dicho. ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que tanto te pesa?

-¿Pesa? Nada no me pesa -le enseñé una sonrisa pero el la rechazó con el rostro serio-. Natsu, jamás había hablado de esto con nadie. Jamás. Ni siquiera sabría como explicarlo.

-Intentalo conmigo.

Volteé a verlo con temor. ¿Cómo podría decirselo? Quizás para él sea insignificante.
"-¿Era eso lo que escondías? No serías la única que podría haber pasado por eso."

No me lo diría en voz alta, pero sí lo pensaría. Estoy segura.

-¿Por qué tienes tanto miedo?

-No es muy importante. Olvídalo.

-No me importa si no es muy importante. -me empujó hacia adelante y me tomó de los hombros-. Yo igual quiero saberlo.