"Sólo una chica más"

"Retorcido amor"

Estoy en mi pieza mirando al techo con un montón de ideas y pensamientos sobre una persona.

Natsu.

Me duele el pecho y no se cómo llenar ese vacío. Me desgarra tanto que me dan ganas de abrirmelo y que el sentimiento surja para dejarme en paz. Pero no puedo.

¿Qué pasó de lo que había dicho, de que iba en serio conmigo?

¿Qué pasó de eso de que era diferente?

¿Qué eran esos buenos momentos que pasamos? ¿Actuaciones? ¿Eran actuaciones esos ojos enamorados? ¿Esas sonrisas perdidas en la otra? ¿El sentimiento de nuestras manos enlazadas?

¿Mi corazón latiendo rápido?

No sé que pensar, no sé que creer.
Estoy vacía.

Pero no puedo permitir que él domine mi vida. Lo juré por mi apellido.

-¿Cariño? - toca la puerta mamá-. Vas a llegar tarde al colegio. ¿Natsu vendrá por ti?

-No sé.

-¿Cómo que no sabes?

-No hable con él.

-¿Cómo que no hablas con él?

Pasé por su lado para ir rumbo al colegio. Mi rabia empieza a emerger - Y porque no hablo con él mamá. Dejamos de hablar. Terminamos.

Mi mamá no puede creerlo. -¿Terminaron? ¿Cómo? ¿Por qué?

-Ay mamá, por que sí. Déjame en paz.

-¿Qué hiciste?

Estaba bajando los escalones para ir al patio cuando giro al instante para verle a mamá.

-¿Es una broma? -le digo ya sarcástica.

-Natsu parecía intentarlo de verdad.

-Pues te lo parecía, no era así. Bienvenida al siglo veintiuno. Escasean buenos muchachos. ¿Sigue en pie lo de mudarme?

-Absolutamente.

-Genial. Eso me salvará de esta.

Dios jugando a mi favor. Te amo.

Voy llegando al colegio y justo en el momento en que se forma la fila. Voy detrás de Erza como siempre y al lado mío se encuentra Loki.

Hago un vistazo rápido para ver si Natsu ya se encuentra por aquí, evito mirar a las caras por si me encuentro con la de él.

No podría mirarlo al rostro.

No está y me relajo.

-Tengo que hablar contigo - le digo a Loki.

-Ok, hablemos en el recreo.

-Mejor en clase. Te sentarás conmigo.

-¿Y Natsu?

Se me encoge el corazón - Natsu no lo hará más.

-¿Qué?

Quiere continuar pero se escucha cómo la directora empieza a golpear el micrófono para hablar. Y yo utilizo eso para zafarme. Ya se lo explicaré luego.

"-Los que llegan tarde si pueden pasar al frente para entonar el himno con todos nosotros."

Veo a Natsu al instante. ¿Cómo no hacerlo? Estoy atada a él de una manera que no puedo explicar. Lo siento, sé cuando está cerca y reacciono ante él.

Más que nunca me fijo en él. Sus músculos, su piel trigueña, sus ojos verdes, su altura, sus labios, sus cejas, su sonrisa arrogante... sin una pizca de tristeza...