Finales de agosto, martes mañana
Cuando el juez por fin se sienta en su puesto, los cuchicheos producidos por las decenas de personas que llenan la sala se transforman en un silencio tenso.
—Comienza la sesión —anuncia—. Intentaremos aclarar la muerte de los dos jóvenes de Barracas.
Venga, vamos a ponérselo fácil al juez.
Nayla, te cedo la palabra.
✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽✽
Después de prácticamente toda mi adolescencia intentando escribir una novela entera, por fin he conseguido no dejarla a mitad y aquí os traigo el resultado final. Tampoco final final porque creo que todo se puede mejorar siempre, y estaré encantada de recibir críticas (constructivas) si alguien está dispuesto a dármelas para ayudarme a hacerlo.
Eso es todo, sin más preámbulos, os presento a mis hijos: un grupo de adolescentes conflictivos del peor barrio de la ciudad perdidos en la vida que se juntarán con otro grupo de los del barrio más rico, y por medio unos cuántos adultos que, siendo sinceros, tampoco parecen saber muy bien qué hacen con sus vidas. Vais a conocer a todos a través de Nayla Hopkins, a quien solo puedo definir como un torbellino andante.
Gracias de antemano por haberte tomado tu tiempo de llegar aquí y leer aunque sean solo las cuatro líneas de arriba. Espero que estés todo lo bien que se pueda estar en la situación actual que está sufriendo todo el planeta y que, al menos, consiga sacarte una sonrisa con lo que leas.
Nos vemos ♡
ESTÁS LEYENDO
La chica del fútbol
Teen FictionMe llamo Nayla, tengo 17 años, y mi hobby favorito es meterme en problemas. Por algo soy la mano derecha del capo italiano de turno, El Jefe. Él fue quien prometió cumplir mi sueño de dedicarme al fútbol a cambio de un pequeño trabajito. Y yo, por...