here we are again #2; louis

Capítulo 1

Es increíble como nuestro matrimonio se ha mantenido tan fuerte a lo largo de estos años, claro que hay discusiones, y peleas fuertes. Pero nos levantamos ¿qué? ¿luego de una hora?

Cuando Louis y yo discutimos, momentos después terminamos en la cama entregándonos completamente.

Louis sigue siendo el mismo chico amoroso, dulce, atractivo y caliente. Se ha vuelto algo celoso pero eso es normal en los hombres. La única diferencia en él, desde hace un par de meses, es que, nos grita cuando está enojado, él dice que su trabajo lo estresa, pero siempre le pongo un alto evitando que se propase con alguno de los niños.

Actualmente seguimos viviendo en casa de Louis, él odia que diga que es su casa, lo correcto para él es: nuestra casa.

Liam y Danielle disfrutan de su matrimonio y de su pequeño hijo de diez meses, llamado Robbie. Ellos siguen estando en Londres.

Cuando Robbie nació, Niall nos dio la noticia de que Brittany, tenía dos semanas de embarazo, nos sorprendió mucho, pero nos aseguró que no lo sabían, hasta que ella se hizo una prueba por haberse descuidado en uno de los viajes de la gira de Horan, y ahí está la pequeña Tiffany, es una pequeña bebé recién nacida. Y rubia como su madre.

Ellos actualmente viven en Irlanda, desde que nació la bebé, no los hemos visto. Las giras de Niall son un éxito, por ahora está libre y tiene demasiado tiempo para su pequeña nueva familia.

Hace seis meses, nuestras hermosas gemelas y Harry, cumplieron sus ocho años, no quisieron fiesta, decidieron ir de compras con nosotros así que Louis y yo los consentimos comprándoles lo que pidieran.

Sarahí era veinte minutos más grande que Sandy. Louis dice que cada día se parecen más a mí.

Mi pequeño y dulce Joey tiene sus cuatro años, Sasha –desde Italia– y Britt decían que se parecía demasiado a Harry, mi hermano.

Y estaban en lo cierto. Tenía el cabello rizado y castaño. Sasha se había quedado definitivamente en Italia, y en estos nueves meses desde que vino a Londres, seguía soltera o es lo que ella decía. No había regresado desde entonces. Aunque cuando vino, actuó demasiado raro al verme, como si escondiera algo.

Un par de días atrás, me había cortado el cabello a la altura de los hombros, y tenía mi tono natural. Y había vendido mi casa y la de Harry –la cual mandamos a reparar–, con ese dinero, invertí para comprar un terreno extenso y convertirlo en el invernadero.

Sí, lo había logrado. ¡Al fin!

Todas las capacitaciones y conferencias a las que he asistido sin falta, lograron que yo obtuviera mi certificado profesional para atender el invernadero.

Louis me ha apoyado demasiado económicamente, y siempre está de acuerdo con lo que yo decida, una de las cosas que me gustan de él.

Y lo llamé como Harry quería, Styles' Greenhouse.

Apenas hace cinco meses inicié el proyecto y con la ayuda de mi hermoso marido, he obtenido buenos alcances. La publicidad que he hecho me ha dado excelentes resultados.

Y teniendo un Ingeniero en Logística de marido, ayuda demasiado, puesto que es Louis quien se encarga de importar plantas de otros países, al igual que exporta de mi negocio a otros países. Somos socios, por así decirlo.

Cotizo precios para diseños de jardines, arreglos florales, esculturas, y como mencionaba, puedo enviar plantas por mayoreo. Louis bromea conmigo diciendo que debería de vender marihuana.

Mientras esperaba a mi marido, me puse a recordar un acontecimiento de la semana pasada.

—No te desesperes mujer —dijo cubriéndome los ojos, la risita de Joey hizo que me pusiera más nerviosa.