here we are again #2; louis

Capítulo 25

Me fue recostando en el sofá lentamente, colocándose encima de mí. Sonrió nervioso y con su mano acarició mi cabello. Mi corazón estaba por salirse del pecho, lo que Louis me provocaba era algo intenso, algo que jamás se ha desvanecido. Solamente se había estado ocultando detrás de un muro, y, ahora, lo ha roto de nuevo.

—Eres tan hermosa —me observó, sus ojos se veían más que lindos aunque estuviéramos con la luz tenue —. Fui un estúpido bastardo, lo sé. Te perdí, Lyn. Perdí lo mejor de mi vida y no sé cómo recuperarlo, ¿puedo hacerte el amor? —preguntó y no respondí, estaba demasiado nerviosa por ésta situación —. Lyn... te necesito —su cabeza se escondió entre el hueco de mi cuello y el hombro. Como siempre lo hacía.

Lo abracé lentamente, dudando.

—Necesito hacerte el amor.

—Louis, no... tú tienes novia.

—Ella no importa, Lyn. Me importas tú.

Alzó su cabeza de nuevo, mis brazos se desplomaron a mi lado. Sentir su penetrante mirada me hacía sentir débil, muy débil.

Sus labios depositaron un suave beso en la comisura de los míos. Provocándome.

—Lou...

—Sólo déjate llevar, Lyn.

Claro que quería volver a sentirlo junto a mí, pero no estaba lista para esto todavía. No, así no. Estábamos un poco ebrios y eso nos subió la calentura. Louis estaba esperando una respuesta, él jamás me haría algo que no fuera por mi consentimiento.

Y entonces me sentí incómoda, no era él, era la situación.

—Lou, no puedo hacer esto contigo —lo empujé suavemente sin verme ruda, tomé mi bolso de mano, tomando distancia de él, de su cuerpo —. Sé que somos adultos, y que tuvimos una vida juntos pero esto es demasiado pronto para mí. Estando así contigo, es... mucho.

Se sentó con la mirada perdida sobre el suelo. Me sentí culpable por eso. Mierda.

—¿Lou? —me acerqué a él tomando su mentón pero mantuvo duro sus músculos —. Mírame, por favor —pedí. Alzó su mirada y comprobé mi sospecha, estaba llorando en silencio. Me agaché para quedar a su altura.

—Soy un idiota, Lyn —dijo en un suave susurro—. Perdón por esto y por todo, me odio. Yo... me arrepiento Brooklyn, me arrepiento de lo que hice.

—Sí, eres un idiota. Pero aquí me tienes, solo no puedo hacer esto y tú sabes que es lo correcto —acaricié su cabello, él asintió. Tal vez haya tenido relaciones con Matt, y sin embargo no logré nada con eso, claro, Matt tenía sus cosas pero con Louis tuve una larga historia.

—Entiendo... ¿sería mucho pedirte un beso, Lyn? —preguntó en un suave susurro, aún tenía lágrimas en sus ojos.

Negué con la cabeza, sus manos se posaron en mi mejilla, mirándome con ¿amor?

Lo miré a los labios y luego a los ojos. Finalmente, quité la distancia entre nosotros, sus labios estaban suaves, como siempre. Aun los recordaba. Me besaba con necesidad, y dulzura. Sin presión. No duré, porque no quería que esto se prolongara para luego terminar enrollados. Me separé lentamente.

—Quédate...

—No puedo, mañana iré por los niños a casa de Joanna.

—Los iremos a buscar juntos...

—No Lou. Llévame a casa, ¿por favor?

—Lyn...

—Por favor, Louis. No me gustaría estar en la cama donde te revuelcas con esa.