Capítulo 28

87 46 17
                                    

Les invito a leer el primer libro luego de la muerte de Harry para que comprenda que fue lo que Sasha hizo. 

***



Brooklyn

Levantándome soñolienta, lo primero que hago es ir a orinar porque mi vejiga estaba por reventarse. La dulce sensación es adictiva. Dejo que mi cuerpo se enfríe un poco para poder ducharme e ir al Green. Pero primero tengo que ir a levantar a mis mocosos traviesos.

Mis pies descalzos apenas y hacen ruido sobre el frío piso. Las gemelas duermen, a última hora me arrepiento y dejo que sigan así porque sé lo feo que se siente que te levanten cuando no quieres nada más que seguir acostada.

En cuanto entro a la habitación dónde duerme Joey..., inmediatamente mi pecho duele. Me sostengo de la pared para relajarme y no ponerme mal cuando veo a mi hijo sentado en su cama.

—Jo, amor. ¿Qué haces despierto? —camino hasta él y me siento a su lado.

—Ya no tengo sueño —murmura rascándose el cuero cabelludo.

—En un rato irán a casa de Joanna, duerme, bebé —le sonrío.

—¿Pol qué no duelmes tú? Todo el día tlabajas y no descansas.

—Las mamás no tienen descanso, cielo. Trabajo por ustedes, vivo por ustedes. Son mi fuerza, ¿lo sabías? —balbuceo con los ojos llenos de lágrimas sin derramar —. Las mamás quieren tanto a sus hijos que no les importa estar cansadas con tal de poder darles un pan, es decir, comida, amor —abrazo a mi niño y él se acurruca conmigo —. ¿Puedes decirme lo que tengo que hacer, Jo?

—Sel fuelte —puedo sentir tu traviesa sonrisa contra mi pecho.

—Te amo tanto, bebé. Tú, y tus hermanos son lo más importante que tengo ahora.

—¿Y papá?

El silencio que esa pregunta ocasiona es demasiado incómodo. Joey me mira con esos verdosos ojos brillantes.

—Papá también, amor. Pero es diferente.

—No entiendo.

—No es necesario, príncipe. Ustedes no tienen que entender nada, cuando estés grande entonces sabrás.

—Yo soy adulto —dice sonriendo sin dejar de mirarme. Por un momento creí ver la misma mirada de Harry, mi hermano. El corazón se me hincha de amor al ver a mi hijo. Joey se remueve y me monta colocando su cabeza encima de mi pecho.

Sus manitas me agarran de las mejillas, apretándolas y moviéndolas de un lado a otro.

—Haz boquita de pez —pide y como madre consentidora, lo hago. Él carcajea y luego me abraza —. Eres la mejol mamá del mundo —murmura.

—Lo sé. Los amo tanto, nene. ¿Sabes? Cuando supe que estaba embarazada de ti, me puse como loca. Se lo dije a tu papá unas semanas después porque quería darle una sorpresa, y vaya sorpresa que nos llevamos aquel día.

—¿Qué solpresa?

—Luego te cuento, bebé. Solo sé que estoy feliz de tenerlos a ustedes, y, aunque perdimos a su hermanito, él o ella también será mi bebé.

—Mami, cuando yo sea grande, quiero ser alto.

No puedo aguantarme la risa al escucharlo decir eso. Joey definitivamente es un Harry Styles en miniatura, una reencarnación.

here we are again  #2; louis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora