Capítulo 10

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—Guau —se sorprendió—. Yo... no sé qué decir.

—No tienes nada que comentar Lou, yo te contaré sobre ella.

—¿Por qué la ocultaron este tiempo?

—Harry y yo decidimos hacerlo. Ella no es lo que aparentaba Lou, en realidad a medida que fuimos creciendo los tres juntos, ella se volvió fría y prepotente. Ella no tiene corazón. Pero me seguía importando, quería saber dónde estaba, y a Harry también le importaba, ¿sabes? Cuando nuestros padres murieron, no estuvo. Y se fue al poco tiempo. Nosotros teníamos, bueno, tenemos familiares en Holmes Chapel. Pero ellos de todos modos dejaron de saber de nuestra existencia cuando mamá, papá, Harry, Gemma y yo nos mudamos a Londres.

» Ya sabías que nosotros llegamos a Londres cuando yo tenía ocho años, Harry tenía siete, y Gemma tenía once, si mal no recuerdo. En realidad cuando estuvimos en Holmes Chapel, todo era hermoso, el campo, la gente. Todo era tranquilo. Hasta que nos mudamos, crecimos y siete años después, sucede el accidente, el auto se volcó por culpa de un borracho, mis padres no pudieron sobrevivir, murieron al instante —tragué saliva—. Lo peor se sintió cuando nos avisaron, Harry se desmayó. Y yo no sabía qué hacer, Gemma apenas y me ayudó a controlar los nervios de Harry. Y entonces cuando fue el funeral, ella desapareció. Jamás volvimos a saber de ella. No esperaba verla en el funeral de Harry, y no lo hizo. Pero me afectó todo eso. Ella no se dio a querer. Y desde entonces, fuimos Harry y yo, solos en el mundo.

Louis se quedó en silencio un largo segundo.

—Déjame procesar todo. En pocas palabras, ¿Gemma los abandonó?

—Sí. Y ella no tiene idea de la herencia. Cuando supimos, estaba su nombre pero como nunca dimos con ella, y el plazo era que el primero en cumplir su mayoría de edad, lo repartiría a nuestro nombre y Gemma nunca apareció así que yo me hice cargo. Yo... no quiero seguir hablando es esto. Me pone mal y solo quería contártelo.

—Lo sé, estás tensa nena. ¿Ordenamos algo de comer?

—Sí, estaría perfecto.

Él me miró fijamente soltando mi mano para poder agarrar su menú—. Gracias.

—¿Por?

—Por decirme todo eso —él parecía, ¿qué? ¿atormentado? ¿por qué? No lo sabía.

—De nada. En fin, necesito comer algo —me reí triste.


*


Una hora y media más tarde. La comida había estado deliciosa. Él me llevo a un antro –un poco lujoso–, y me sentí como si fuera joven otra vez.

Lou y yo estábamos riéndonos de todo. La gente sacudía sus cuerpos, y nosotros también. Y nos reímos de todo. Sí. Habíamos tomado un poco más. Louis consiguió una mesa VIP para nosotros dos, habíamos empezado con unos simples chupitos de tequila y ahora íbamos por la segunda botella de Bombay Sapphire. A cada rato nos servíamos en un vaso con hielo y rodajas de limón.

Sí no supiera tomar probablemente estaría rodando el suelo en estos momentos, pero no. Los dos estábamos tranquilos, y sí, un poco achispados pero apenas y estábamos sintiendo el alcohol.

—¿Quieres algo de botana? —preguntó el moviéndose al ritmo de la música.

—No —dije gritando por arriba de la música—. Estoy bien así – sonreí y prendí un cigarrillo con el encendedor, Louis lo había comprado aquí mismo.

here we are again  #2; louis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora