Capítulo 7

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Brooklyn

En la tarde, las gemelas, Joey y yo acompañamos a Harry en su entrenamiento de soccer. Tuve que luchar con él para que al menos se pusiera un abrigo o algo con mangas largas. Era tan terco.

Louis había prometido venir a jugar con los niños, pero no lo hizo. Eran las once de la noche y él no daba rastros de vida. Estaba molesta. Los niños se habían ido a dormir cansados de esperar a su padre que quien sabe en dónde demonios estaba.

Estaba nevando y hacía frío.

Jamás he dudado de él. Pero ya es la segunda vez que lo hace. La primera, por la lluvia. Y esta, aún no sabía. Pero él me iba a escuchar.

Cerré las cortinas de la ventana con exasperación. En serio, en serio estaba molesta con Louis. Nunca lo cuestionaba, no era de las chicas que sufren de celos extremos –aunque Louis si es celoso– pero siempre he opinado que él también tiene amigos, amigas, él trabaja.

¿Para qué prometer algo sino lo vas a cumplir luego?

Es por eso que prefiero improvisar las cosas y no decepcionar a mis hijos o a cualquier persona, incluso él.

Me sentía nerviosa, triste y molesta. Algo peligroso en mí. Algo que apenas me había dado cuenta hace unos años. Salí al pasillo de los dormitorios, me detuve al escullar murmullos en la habitación de Harry y Joey. Fruncí el ceño y me acerqué pegando la oreja, tal cual vieja chismosa.

—No lo sé. Mamá es buena conmigo, papá tambén, pelo a veches me legaña —susurró Joey, bueno, ni tanto porque lo estaba escuchando, él se pausó como si alguien estuviera hablando con él, pero dudaba eso, Harry siempre se noquea y despierta hasta el día siguiente.

Él suspiró—. Sí, cuando sea así gandote como tú, quielo sel un doctol —él pausó—. Sí, y salval muchas vidas —de nuevo pausó—. Mami me quiele mucho, y a mis hermanos tambén.

Abrí lentamente la puerta y lo vi sentado en el suelo junto a la pared. Y como supuse, Harry estaba durmiendo, así que me asusté como el infierno. Jo tenía su enterizo, pero ahora de color verde limón, él asintió tocándose los pies cubiertos de la tela de su prenda. Se percató de mi presencia.

—Mami —me sonrió.

—Mi amor, ¿con quién hablabas cielo? —me senté a su lado.

—Con nadie mami, hablaba solo —estiró sus piernitas y movió sus pies una y otra vez.

—Pero...

—Tlanquila —dijo tocando mi mano —. Cléeme mami —sonrió.

—¿Por qué estás despierto a estas horas? —lo senté en mi regazo y él se acurrucó en mis brazos.

—No tengo sueño.

—Pero deberías de dormir temprano bebé. Ya sé que mañana no hay colegio pero de todos modos.

—Solo pol hoy, lo plometo. ¿Papi ya llegó? —tocó mis labios con sus dedos.

—No bebé, no ha llegado. Lo estoy esperando.

—¿Me pueles contal un cuento? —él se acomodó golpeando suavemente su pie derecho en el suelo.

—Mmm, déjame pensar —puse cara dudosa—. Voy a inventar uno ¿sí? Una vez, una chica hermosa, creía estar enamorada de su novio. Ellos lo eran desde dos años atrás. Él era muy guapo ¿sabes Pero su novio quería a otra chica, y ella los vio.

—Eso debe sel feo —susurró con sus ojitos medio cerrados.

—Sí, supongo. Ella sufrió mucho, llegando al punto de dar un cambio radical. Cometió muchos errores, pero ella conoció a una persona que logró ser el amor de su vida, se enamoró y tuvieron hijos. Bueno hijas. Pero la peor parte fue antes de eso, su hermano... tuvo un accidente horrible y falleció. Fue doloroso Jo —dije con la voz entrecortada—. Demasiado doloroso.

here we are again  #2; louis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora