here we are again #2; louis

Capítulo 16

Brooklyn

El siguiente paso era: hablar con nuestros hijos.

Mi nueva casa, estaba siendo decorada, gracias a una vieja amiga, que trabajaba en decoraciones de hogares, pero estaría bien equipada hasta la próxima semana.

En los auriculares, conectados a mi celular, estaba escuchando Moonage daydream de David Bowie.

Mary se haría cargo del Green yo ahora no tenía cabeza para lidiar con tantas cosas. Había llegado a casa hace cincuenta minutos, estaba tratando de pensar que le diríamos a los niños. Louis apenas iba llegando, y justo en este momento, sentí que me tocaron el hombro.

Miré su mano y quité los auriculares de mis oídos—. ¿Qué pasó?

—Debemos hablar con los niños, hay que contarles nuestra separación y hablar en privado con Harry, luego le diremos a las gemelas y a Joey, el asunto de su hermano.

—¿Ahora? —pregunté mordiéndome una uña. El asintió. Pausé la canción y me puse de pie—. Bien, andando.

Louis me siguió subiendo las escaleras, de repente sentí un mareo que hizo que me detuviera y me agarrara del pasamano. Él me agarró de la cintura.

—¿Estás bien?

—Sí, yo... solo tuve un mareo.

—Ese bebé te está dando lata —sonrió.

—Lo sé, pero lo amo —quité su mano de mi cintura y continué mi camino al dormitorio de Harry y Joey, donde se encontraban las gemelas acompañando a sus hermanos.

—Chicos, apaguen eso —Louis señaló la consola. Ellos obedecieron—. Mamá y yo tenemos que decirles algo.

Froté mis pies descalzos en la alfombra de la habitación, sintiendo los nervios comerme por dentro. Más las náuseas que se formaban, no me estaban ayudando. Me acerqué a ellos poco a poco.

—Siéntense —dije, y ellos tomaron asiento al borde de la cama de Joey—. Lo que papá y yo queremos decirles, no es fácil...

—¿Qué pasa mamá? —preguntó Sandy con miedo. Sus mirada angustiada, me estaba rompiendo el corazón. Ella solía tener ese instinto y sinceramente me asustaba como el infierno.

—Papá y yo... uhm... —miré a Louis en busca de ayuda.

—Mamá y yo, ya no viviremos juntos —dijo suavemente. Sin prisa, y por el tono de su voz, sé que le dolió decirlo. Cerré los ojos un momento,

—¿Por qué? —preguntó Sarahí al momento que los miré de nuevo.

Sus ojos estaban cristalinos pero sin embargo no derramó una sola lágrima. La fuerza y valentía que tenía esa niña me enorgullecía. Sandy comenzó a llorar provocando que Harry, la imitara. Entonces la valentía de Sarahí se deshizo y soltó sus lágrimas.

—Escucha... —me acerqué y me hinqué frente a las gemelas, froté mi mano en su pierna—. Amor, mírenme. No lloren princesas, papá y yo seguiremos en contacto por ustedes, pero no podemos seguir juntos por algunas razones, ¿entienden? —aclaré al borde de las lágrimas—. No lloren por favor —susurré—. Su padre y yo, nos hemos separado por nuestro propio bien. Y el de ustedes.

—¿Papá no nos quiere? —preguntó Sarahí en un suave susurro.

—Mi amor, yo los amo a todos —respondió Louis a mis espaldas.

—Y-yo no... yo no quiero que se separen —Harry cerró sus ojos.

—Mami... yo tampoco quielo que se sepalen —Joey estaba llorando en silencio.