here we are again #2; louis

Capítulo 33

Liam, Danielle, y las amigas de Brooklyn –las tres– gritan de emoción cuando ven a la mujer a mi lado y al niño, ambos se sienten cohibidos y agotados, sin embargo, ella les resume lo sucedido. Elena le habla a Jade para preguntar, y de igual manera le resumen todo. Le explicamos lo que pasó con Matt, y me alegra confesarles que estoy tan agradecido con ese hombre. Robbie comienza a llorar al desconocer la casa. Niall se ríe y nos informa que Britt está contenta por todo lo bueno que ha pasado, y que no pudo venir por cuidar a Tiff.

Joanna nos dice que Sasha vino con Edward luego de que nos fuimos, pero tuvieron que irse por algo urgente en su casa.

Tan pronto como nuestros amigos se despiden y le desean dulces sueños a Brooklyn y Harry, ella se tira a mis brazos conteniendo las ganas de llorar una vez más.

—Tranquila, Lyn. Tienes que estar bien para que lleves al niño con los demás —susurro acariciando su cabello alborotado. Harry se ha quedado sentado en el sofá, mirando a todos lados como si buscara algo —. El niño tiene algo —murmuro más bajo de lo normal. Lyn limpia sus lágrimas y se acerca a Harry.

—¿Pasa algo, amor? —pregunta. Él niega —. ¿Quieres ver a tus hermanos?

—Están dormidos, mamá —dice mirando a su madre. Los pasos de alguien arriba nos hace voltear a los tres. Sandy se asoma sigilosamente mientras estruja sus ojos.

—Es papá... —escucho que dice, sospecho que detrás de ella está Sari. Sandy abre los ojos como platos al notar a su hermano y a su madre —. ¡Están aquí como papá prometió! —grita pegando saltos y halando a su hermana por el brazo —. Sari, ¡ve por Joey!

Sarahi regresa y escucho como abre la puerta.

Sandy se lanza a su hermano y a su madre, no está llorando. Está gritando de felicidad. Pero ahora soy yo quien está derramando las lágrimas por ver a mi familia. Joey y Sarahi bajan corriendo y se unen al abrazo. Eso es todo para que yo esconda mi rostro.

Siento una pequeña mano que se enreda con la mía. El pequeño Joey me mira sonriendo.

—Ven papi, no nos has perdido jamás —dice y me derrumbo completamente cuando me lleva para unirme a su abrazo familiar.

Esta es mi familia, ellos me quieren. Oh, mierda cuanto los amo.

—Me están aplastando —Harry se remueve y reímos.

—Creo que iré a ducharme, tú también deberías, amor —le dice Lyn a Harry. Él asiente.

Sandy lo lleva del brazo, hablando de cosas que él se había perdido. Joey y Sarahi estaban murmurándose cosas, luego caminaron hasta la cocina.

Miro a Brooklyn, que se ha perdido unos momentos, chasqueo mis dedos enfrente de ella —. ¿Lyn?

—¿Sí? —responde jugueteando con sus dedos.

—¿Qué va a pasar con Gemma?

—Nada. Ella no es mi hermana, lo dijo y también yo. No estuvo en el sepelio de mis padres y mucho menos en el de Harry, ¿por qué tendría que hacerle algo yo? Me importa una mierda si es de mi sangre.

Asiento ante su decisión. Esa mujer es tan orgullosa. La tomo de la mano para llevarla a su dormitorio, no entro, simplemente la dejo en el umbral. Lanzándome una mirada de agradecimiento, se da la vuelta. Le echo un vistazo a Sandy, quien habla gritando sentada en la cama de Harry, el cual se estaba duchando. La niña me sonríe y la dejo seguir con sus anécdotas.

Luego de bajar las escaleras, me acerco a la cocina para observar a los niños. Sarahi tenía a Joey sentado en sus hombros temblorosos, el niño estaba tratando de alcanzar una caja de galletas Oreo. Las favoritas de Brooklyn. Sarahi se pone de puntitas y le dice a Joey que lo empuje de un lado para que caiga al suelo. El niño obediente, lo hace. El grito de felicidad de ambos me provoca una sonrisa en el rostro.