here we are again #2; louis

Capítulo 22

Por si no les ha llegado la notificación del Capítulo 21, regresen y ya está ♥

**

Matt sonreía cada vez que me presentaba a sus compañeros como su novia, él estaba feliz y era inevitable no estarlo, su vibra te contagiaba.

Al poco rato, estuvimos bailando entre risas y bromas; y coqueteos, por parte de él. No había visto a Louis y estaba inmensamente agradecida por eso. En pleno baile, Matt me besó como si el mundo se fuera acabar. No me molestaba, era una mujer libre y no es como si estuviera haciendo algo malo enfrente de todos. Habíamos cenado y de nuevo nos paramos a bailar.

—¿Sabes una cosa? —musitó escondiendo su cabeza entre mi cuello, estaba levemente inclinado y moviéndose a mi lento ritmo—. Eres hermosa, sé que lo he dicho. Pero no puedo dejar de decirlo cuando es la verdad. Estoy consciente de que estamos probando nuestra relación, y que probablemente o más bien estoy seguro, aún ames a Louis. Y no lo discuto, al contrario, lo entiendo porque sé que su relación fue de años y eso no se olvida de la noche a la mañana.

—Al parecer, él sí —respondí abrazándolo por el cuello y colocando mi cabeza en su pecho—. ¿Tú que hubieses hecho? ¿hubieses tirado todo a la basura? —mi voz se entrecortó y él pudo notarlo así que me apretó contra su pecho.

—Yo solo sé que si yo hubiera estado en su lugar, no haría tal cosa. Y no lo digo por decir, Brook. Lo digo porque eres hermosa, inteligente y trabajadora. No me importa tu pasado y no quiero saberlo, me importa el presente y el futuro. Digo, sí es que esto funciona. Estaría encantado contigo.

—Él dejó de amarme, y yo no le di motivos. Al contrario, Matt. Tenía todo.

—No supo apreciarte, cielo. Te ha faltado al respeto con lo que hizo, pero bueno. No hablemos de eso, no estamos aquí para que te pongas nostálgica, ¿vamos a tomar algo?

Asentí y rápidamente nos fuimos a la barra por unas bebidas. Ambos observamos a Louis y Mikaela bailando alegremente. En realidad, la anterior punzada en el pecho, se había desaparecido. Me sentía libre. Y eso gracias a Matt.

—¿Has tenido alguna molestia después del legrado? —preguntó Matt para que le pusiera atención a él y lo consiguió. Negué con la cabeza mientras bebí el vodka.

—Todo bien —no me gustaba recordar eso.

—Oye, nena. Perdón, solo quería saber sí estabas bien con eso, disculpa —tomó mi mano y besó mis nudillos. Sonreí tristemente—. Sé que ese bebé era importante y que fue parte de tu vida, pero hay que resignarnos ¿no es así?

—Claro, tienes razón.

—Se me ocurre una idea —alzó ambas cejas seguidamente.

—¿Qué? —pregunté con cautela.

—Podemos intentar hacer uno —ladeó una de sus sonrisas. El descaro con el que Matt hablaba no era incómodo, era divertido.

—¡Matt! —le di un golpe en el hombro mientras reíamos.

—Ahí está, quería hacerte reír, ¿me das un beso?

—No hay más besos.

Matt y yo nos aburrimos temprano y decidimos retirarnos del lugar, no sin antes ser observados a lo lejos, por la impaciente mirada furibunda de mi ex esposo. A lo que Matt me tomó de la mano hasta entrar al auto.

—Esto sonará comprometedor pero... ¿te quedas a dormir conmigo? Solo dormir, no te alteres —dijo antes de que saltara.

—¿Por qué?