Capítulo 4

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Allison

Después del espectáculo que Liam y yo dimos frente a todos tomó mi mano y me guió entre los pasillos junto con Sofie, algunas de las personas nos miraban por unos largos segundos que para mi se convirtieron en minutos.

Me sentía totalmente incómoda pero quise hacerme ala idea de que sólo son mis nervios lo que están traicionandome.

Habíamos dejado a Sofie en su primera clase que por desgracia no compartía conmigo, pero que me hubiera gustado que lo hiciera ya que estar sola en un salón de universitarios no es lo mejor que a podido pasarme, pero no tenía de otra.

—¿Que salón es? —me pregunta Liam sacándome de mis pensamientos, junto las cejas y miro el pequeño papel que papá me entregó.

En cuanto le dije a Liam el número de edificio junto con el número de aula me llevo hacia allí.

Mis nervios disminuyen un poco al darme cuenta que sólo se encuentran unas cuántas personas, sonríoy suelto el aire que no sabía que estaba aguantando. Liam ríe y me abraza haciendo que inspire su costosa colonia en exceso, que para ser sincera me gusta y más por que él la usa, me tiene bastante acostumbrada a ella.

Me dejo envolver por los grandes brazos de Liam que toman mi cintura mientras  que yo trato de tomar su cuello. El ríe aún más y yo suelto un bufido de frustración al no alcanzarlo, tomo la decisión de rendirme así que mejor tomo sus brazos. Liam junta sus labios con los míos en un tierno y dulce beso.

Un señor de avanzada edad barrigón se adentra en el salón de clases, todos dejan de hablar para prestarle atención al de cabello blanco con anteojos que supongo que es el profesor.

La clase acaba y salgo disparada del salón de clases bajando por las escaleras hacia la planta baja donde me encuentro a Sofie igual o peor que yo, totalmete perdidas.

Ambas nos detenemos a charlar y pasamos a la cafetería por unas galletas junto con un café, Sofie me cuenta sobre su primera clase mientras buscamos una banca para sentarnos y al igual que ella le hablo sobre mi primer día.

Mis ojos se abrieron como platos al darme cuenta de la hora que era.

No lo mejoraba el que la Universidad fuera tan grande, de hecho empeoraba las ubicaciones que necesitábamos. Pero supongo que tendríamos que estar buscando de un lado al otro.

Me despedí de Sofie y salí corriendo de la cafetería con mi café en mano, lo peor de todo fue tratar de esquivar alas personas que caminaban de un lugar a otro, por su parte recibí algunos empujones pero iba cinco minutos tarde a clase ¿A quien le importa?

Corrí por los pasillos hasta tratar encontrar el salón que era, no saber cuáles eran los salones estaba sacandome de quicio.

Aceleré el paso lo más rápido que pude cuando encontré mi objetivo, sin ver por donde corría o a quien golpeaba, no era momento para pararme y disculparme.

Seguí corriendo pero alguien se atravesó en mi camino haciendo que tropezara y que el café me cayera encima, una mano rodeó mi muñeca impidiendo que cayera al suelo, mentalmente agradecí por eso, no me gustaría terminar en el suelo en mi primer día.

—¿Puedes fijarte por donde vas? —me pregunta una voz varonil con un acento que logró distinguir británico con un tono que mejor quiero omitir. Salgo de mis pensamientos y miro en la dirección del chico que habla en tono borde.

En cuanto subo la mirada me encuentro con unos ojos azules grisáceo, bajo la mirada hacia la mano del chico grosero que aun tiene mi muñeca y me doy cuenta que tiene el dorso de la mano tatuada con un personaje. Que reconozco como Dalí. Como una completa idiota vuelvo a subir la mirada y el chico suelta mi mano como si el contacto quemara.

Johan (Into the Darkness)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora