Johan (Into the Darkness)

Ultra Especial

#Jofie

SOFIE POV:

Sonrío a mi familia en cuanto me adentro en la casa de la abuela, en seguida se escuchan exclamaciones de cada uno de los integrantes de esta, sonrientes y felices por la llegada de las fiestas de fin de año. La primera en recibirme es la abuela Cece, me abraza con fuerza y me relajo en sus brazos al sentir la calidez de su cuerpo, había estado esperando el momento de regresar a Seattle para verla. Desgraciadamente, la abuela odia los aviones, por lo que resulta difícil que viaje a Phoenix, no obstante, cada año mamá intenta persuadirla, pero claro, nadie le gana a la abuela Cece.

—Hola abuela, ¿Cómo estás? —le pregunto mientras deja algunos besos en mis mejillas, detrás de mi entra papá con mis maletas y la abuela me regala una radiante sonrisa. Lleva el cabello castaño con algunos mechones grises en un moño, poco maquillaje que hace resaltar sus ojos azules y una sonrisa angosta y contagiosa.

—Bien So, bien. Me alegra mucho que vinieras, es muy importante para mí. ¡Estas preciosa!

Me sonrojo.

—No es nada abuela, haría cualquier cosa por pasar más tiempo contigo. —respondo en voz baja. La abuela deja un beso en mi mejilla e intento que no se dé cuenta de las ganas que me dan echarme a llorar.

Desde que el abuelo se fue, hace un par de años las cosas para la abuela Cece han sido difíciles. Tardamos mucho tiempo en hacerla sonreir y no era para más, cuando el amor de tu vida se va no hay nada más que te haga sentir con vida. Eran la pareja ideal, seguían viéndose a cada momento con un brillo en los ojos que me parecía maravilloso ¡Espléndido! Pero la enfermedad del abuelo avanzó, conforme pasó el tiempo y el cáncer no lo dejó continuar. Infinidad de veces le pedí a Dios que lo dejara, que no se lo llevara —cada miembro de la familia lo hizo —, pero esos no eran sus planes. Entendí que el abuelo no merecía estar aquí sufriendo a causa de su enfermedad, que estaría en un lugar mejor donde no sufriria, aunque sabía que lo haría viendo como a cada segundo lo añorabamos. Estuve triste por mucho tiempo, jamás superas la muerte de algún familiar y hasta ahora todo duele.

La abuela vuelve a abrazarme hasta que mamá interviene, al igual que la abuela Cece me abraza y besa casi todo el rostro.

—¿Qué es todo este cambio, So? ¡Estas muy guapa! —exclama.

—También me sorprendí —comenta papá.

—¡Woah! ¡Soooooooo! ¡Estas guapísima! —cuando escucho su grito no puedo evitar sonreír y buscar la cabeza rubia entre todos. Pronto aparece Aiden y me abraza, me rodea la cintura y yo intento abrazarlo lo más que puedo dejando un beso en su cabeza rubia.

—Gracias Ai. ¿Me has echado de menos? —Aiden se ríe mostrandome un hueco en sus dientes.

—¡Sí! Me hubiera gustado que estuvieras cuando se me calló el diente —señala el hueco donde estaba el diente del que habla, sonrío —. Mamá casi se desmaya por la sangre que me salió ¡Fue increíble!

Mamá detrás de él pone los ojos en blanco, Aiden me habla sobre el dólar que recibió del ratón de los dientes. Escucho con atención lo que me dice y después de terminar de saludar a la familia me instalo en una de las habitaciones para visitas de la pequeña pero acogedora casa de la abuela.

Minutos después regreso a la sala de estar donde mis primas cuchichean, no tengo que ser adivina para saber que hablan sobre mi atuendo y nuevo aspecto, sin embargo, puedo percibir la desaprobación en sus rostros. Al ser tres me encojo en mi asiento a lado de la abuela, con el rostro enrojecido. Todo esto era nuevo para mi, quiero decir, con el nuevo aspecto tenía miradas indeseadas, no podía culparlos: después de todo la 'mojigata' había conseguido un estilo. Sin embargo, eso no lo hacía menos incómodo. Traté de ignorar a Deniss, Hillary y Jen el resto de la tarde pero una parte de mi no podía conseguirlo, así que decidí ir por unos momentos a mi habitación. Consideré la opción de llamar a Ally, pero decidí no hacerlo. Necesitaba valerme por mi misma e intentar ignorar cualquier comentario despectivo de ellas, no podía seguir dejándome llevar por los comentarios de los demás.