Capítulo 3

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  El sábado había una fiesta en casa de Eva, una ex novia de Julian, porrista, con un cuerpo hermoso, típica chica poco inteligente, linda, pero que se ha acostado con todos los chicos de la secundaria. Julian había estado un par de meses con ella, pero nada muy serio. Para él, nunca era serio.

-Vamos Ori, solo una vez, no quiero ir solo –pidió Julian.
-No, no pienso ir Ju, sabes que no me gusta –dijo ella mientras ordenaba su ropa en el armario.
-Por favor, eres mi amiga, te lo estoy rogando –dijo Julian poniendo su sonrisita.
-Esta vez no te servirá la sonrisita compradora Serrano, no pienso ir, me dejarás sola y te emborracharás, para irte con alguna perra –dijo ella rodando los ojos.
-Estará Maxi, tú eres amiga de él, ve con Jenny –pidió Julian.
-Si llevo a Jenny, y está Maxi, estaré sola igual, esos dos se traen algo entre manos hace mucho tiempo –dijo ella.
-Estará Peter –dijo Julian  finalmente. Ella sintió algo extraño, se volteó y arqueó una ceja.
-¿No estás engañándome para que vaya? –preguntó desconfiada.
-No, te lo juro –dijo Julian –vamos, te lo ruego –pidió nuevamente.
-Está bien, ¿a qué hora es? –dijo dándose por vencida. Julian la abrazó fuerte, ella sonrió, le gustaba complacerlo, porque era como un niño pequeño, y se emocionaba tanto cuando ella le decía que sí.
-Paso por ti a las nueve linda, ponte hermosa –pidió. Ojala fuera para él, pero agregó –ya sabes, estará Peter –su sonrisa se mantuvo intacta, quizás Julian debería ser actor.
-Está bien –suspiró Oriana.

Julian  se fue a su casa feliz de que ella lo acompañara, pero con el amargo sabor de que ella utilizaría la ocasión para coquetearle a Peter. Como dolía solo pensarlo. Ella no era de haber estado con muchos chicos y los pocos con los que estuvo, para suerte de Julian, casi ni los conoció.Llegó la hora, Julian fue a buscarla y parece que ella se tomó enserio lo de "ponte hermosa". Vestía unos pantalones celestes, una remera ajustada gris, que dejaba ver sus bonitas y no exageradas curvas, zapatillas. Lo más notable, es que se maquilló, cosa extraña en ella. Sus ojos estaban delineados de negro, se había aplicado máscara de pestañas, así que se veían más largas y onduladas, sus mejillas estaban levemente sonrojadas, el rubor, y finalmente sus tentadores y hermosos labios, con un brillo rosa que los resaltaba. Se veían más provocativos ¡que ganas de besarla! Pensó Julian.

-¿Qué tal? –preguntó ella preocupada de su aspecto, pero pensando en Peter.
-Hermosa –dijo Julian sonriéndole, por un momento, la observó con ternura. Pero cuando ella lo miró, el la miró sonriente como siempre.
-Bien, vamos –dijo Oriana.

El podía manejar, y utilizaba el auto de su madre. Manejó hasta la casa de Eva, Orianase veía claramente nerviosa. Era el hecho de que estaría Peter, eso le produjo a Julian un dolor en el pecho. Suspiró, esperaba que no se le ocurriera besarlo frente a él, aunque lo descartó, su amiga no lo haría. Supuso.

-Llegamos –dijo Julian sonriendo. Le abrió la puerta antes de que ella lo hiciera, el era así con ella. Si ella se diera cuenta la razón... pero no, el siempre ha sido igual.
-Está bien, me relajaré –dijo ella. Tocó el timbre, Eva le sonrió y se lanzó a sus brazos, le dio un sonoro beso en la mejilla. Luego miró a Oriana y le sonrió. Ella correspondió su sonrisa.
-Pasen –dijo. Entraron, de inmediato Julian vio a Maxi, así que junto a Oriana se acercaron a él. Maxi besó la frente de Ori y le dio la mano a Julian.

-Llamé a tu amiga Jenny, quería que viniera –dijo sonriendo. Julian le golpeó la pierna, jugueteando respecto a Jenny. Maxi se sonrojó. –no digas nada Serrano. –amenazó.
-Boe boe, me engañarás con una chica –dijo fingiendo enfado.
-Aún no, negro –dijo Maxi –pero en caso de, puedes compartirme –dijo Maxi con una coqueta sonrisa. Ambos rieron.
-¡Oriana! –Una voz que no era ni de Julian ni de Maxi los interrumpió. Oriana levantó la vista y vio al muchacho castaño frente a ella -¡es genial verte por aquí!
-Pit –dijo ella algo nerviosa. -¿cómo estás? –Julian intentaba disimular, pero no pudo evitar fulminarlo con la mirada.
-Bien ¿y tú? –preguntó él.
-Bien –dijo ella levemente sonrojada.
-¿Vamos a tomar algo? –propuso él. Ella miró a Maxi, quien le guiñó un ojo, miró a Julian, quien dando un suspiro, asintió.
-Vamos –dijo ella. El le dio la mano para que fuesen. Julian hervía de rabia por dentro, ¡que ganas de echarlo a patadas! Los siguió con la mirada hasta verlos sentarse más allá, ella tomaba bebida, él cerveza, ella se sonrojaba y reía animada, mientras el la miraba a los ojos.

-¿Celos Serrano? –preguntó Maxi. Julian se sobresaltó.
-No, solo que no confio en él –dijo frunciendo el ceño. Maxi lo miró, no le creyó mucho. Julian lucía extraño esta noche, solo miraba a Oriana con Peter, el chico nuevo.
-Julian ¿estás seguro que no te gusta Ori? –preguntó Maxi.
-¿Qué? –preguntó Julian. Su cuerpo se tensó –No Maxi, ¿estás loco? Ella es como una hermana, nunca podría verla como otra cosa.
-Julian, hay algo que no me hace creerte –musitó Maxi –aparte, ella es bonita y muy agradable, no es como tus chicas, es inteligente y muy dulce –dijo Maxi mientras Julian seguía amargándose viendo a su mejor amiga con un chico, coqueteando. Julian pensó que Maxi decía lo correcto, aunque él ya se había percatado de todo eso hace mucho.
-Lo sé, pero no me gusta –dijo Julian finalmente Maxiquedó dubitativo respecto al tema, pero prefirió no decir nada. 

Justamente, Jenny, la amiga de Ori había llegado. El le sonrió ampliamente, se disculpó con Julian, y fue a bailar con ella. Julianse quedó allí, mirándola, la forma en que pestañeaba cuando estaba coqueteando, era hermosa. ¿Por qué no puede coquetearme de esa forma? Se preguntó, quizás, tan solo quizás, algún día ella se percataría de lo que Julian sentía por ella, y por fin se decidiría y estaría con él. Pero no era demasiado probable.

-¡Ju! –la voz chillona de Eva lo sacó de sus pensamientos -¿por qué estás solo aquí? –no le dio tiempo de responder cuando le tomó la mano y le dijo –ven, vamos a bailar. –el dio un largo suspiro. Si Ori estaba con Peter, el también tendría que estar con alguien. Se dejó llevar por la música, por el ambiente, y por el magnifico cuerpo de Eva. La tomó por la cintura, mientras bailaban. Miró sobre el hombro de la rubia, y veía a Ori bailar muy cerca de Peter, tan cerca que dolía. Miró a Eva, tan linda pero tan hueca. –Estás distraído esta noche, Ju (con vos seductora) –dijo Eva mientras apegaba más su cuerpo al de Julian. –vamos por un trago, lo necesitas.
-Tengo que manejar, Eva–dijo él negándose.
-Solo uno Ju –dijo ella sonriendo coquetamente. 

Pasaron junto a Ori y Peter, quienes ni se percataron de la presencia de Julian, justo tras de ellos. Julian tomó rápidamente lo que Eva le sirvió, y como lo había temido, no se detuvo hasta estar bastante borracho. Entonces Eva lo hizo ir a bailar con ella, esta vez, Julian pasaba las manos por todo el cuerpo de la muchacha, mientras se reían. Miró otra vez por sobre su hombro, y vio a Oriana besándose con Peter, muy juntos. La punzada en el pecho aumentó, y sintió unas ganas enormes de llorar. Estaba borracho, pero esa imagen jamás se le olvidaría, ni aunque estuviera tan borracho. No podía evitar mirarlos, sus labios juntos, sus ojos cerrados, disfrutando. Como desearía ser él, como amaría poder besarla y amarla. ¿Por qué le sucedía esto? Intentó no llorar, intentó resistir.

-Eva, tengo que ir a tomar aire –dijo como pudo, pasó junto a ellos, las manos de Peter recorrían la espalda de su mejor amiga. Se quedó en el patio, sentado, mirando al cielo. Quería irse, pero estaba muy borracho como para tomar su auto.
-Julian, ¿estás bien? –la voz de Eliseo lo sobresaltó. Se volteó y le sonrió como pudo.
-Sí, solo tenía... calor –dijo.

Eli asintió y entró otra vez. Entonces ahora unas manos femeninas acariciaron su pecho. Volteó, y vio a Eva. Ella sin más, casi se subió sobre él, y lo lanzó al pasto. Mientras tanto, sus labios buscaron los de Julian, quien estaba tan destruido, que no protestó. Se besaron con pasión, mientras las manos de Julian recorrían el delgado y curvilíneo cuerpo de la muchacha.

-Ju vamos a mi habitación –dijo Eva en su oído.

El solo la siguió. No vio a su amiga, intentó mirar a todos lados, pero no estaba. Llegaron a una habitación pintada de rosado, con una cama grande. Eva aseguró la puerta, mientras se desnudaba frente a Julian, quien decidió olvidar todo y tener una noche de diversión. Eva se subió sobre él, y le susurró.

-Recordaremos viejos tiempos –dicho esto, besó a Julian mientras sus manos iban al cierre del pantalón del muchacho.  

Como amar II Orian II AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora